Hablar de la democracia no es sencillo, mucho menos hablar de su óptimo funcionamiento.
Y si nos sujetamos a la definición etimológica démos-pueblo, y krátos-poder (el poder del pueblo), lo cierto es que deberá el pueblo ser el motor y guardián de la democracia. Además, en términos constitucionales (art. 39), todo poder público dimana del pueblo, es decir la soberanía recae única y esencialmente en el pueblo. Por ello debemos celebrar que nuestro país ya cuenta con un sólido organismo electoral, que es referente y garante del derecho al voto, como lo es el Instituto Nacional Electoral, y si bien aún debemos modernizar la organización de las elecciones, no podemos entender la real democracia mexicana sin la participación del INE (antes IFE), cuya tarea primordial es la organización de las elecciones, y que además es un referente en otras tareas como la promoción y difusión de la participación ciudadana.
Pero la consolidación de la democracia va más allá de un organismo, e implica que los diferentes actores públicos y la ciudadanía, la ejerzan y la defiendan, cada uno desde su “trinchera”.
Celebro que se esté debatiendo la defensa de la democracia y la realización de elecciones libres y competitivas, porque ello contribuye en la formación de una ciudadanía más interesada en los asuntos públicos, que luche por consolidar la democracia, e implica no solamente el uso imparcial de los recursos públicos o la organización electoral.
Significa, por ejemplo, que la militancia elija por voto libre y secreto a sus dirigentes y candidaturas, significa que los gobernantes tomen en cuenta la participación y opinión de la ciudadanía al momento de tomar decisiones, significa que nadie este por encima de las instituciones, que nadie vulnere la democracia, que nadie este por encima del pueblo.
No debemos limitar el debate democrático, a quien debe ser el guardián de las elecciones, el debate debe centrarse en que todas y todos debemos ser guardianes de la democracia iniciando por nuestro Jefe de Estado (presidente), así como el poder legislativo y judicial, los partidos, los gobiernos estatales, y municipales, los organismos electorales y la ciudadanía en general. Cada uno tenemos y jugamos un rol en la consolidación de la democracia, es momento de que todas y todos seamos guardianes de la democracia.
Twitter: @alfreduam