Como nunca, este proceso electoral está destacando por la mentira y la farsa, en especial a través de las redes sociales; donde todo venden, todo compran, entrevistas pagadas, páginas que venden “post” con fotos con textos mal redactados, #EncuestasFake, y publicaciones que buscan denostar o posicionar a alguien, con historias y trayectorias construidas desde un escritorio.
Han tergiversado la importancia de las tic´s y su importancia para promover y difundir la cultura política, por el contrario, ha sido una herramienta que está generando desinformación, desconcierto y hartazgo.
De la noche a la mañana han surgido cientos de “líderes” sociales que aspiran y suspiran por una candidatura, la que sea, no importa, si son capaces de pagar por un post, lo mismo da ganar o perder, al final, alimentar el ego parece el principal objetivo, porque todos/as buscan el bien común, nadie roba, nadie traiciona al “pueblo” todos quieren lo mejor para Hidalgo, es decir el mismo discurso, emanado de cualquier personaje.
Sin embargo otra enorme preocupación, son la utilización de “organizaciones civiles”, un área gris no regulada, a través de la cual están muchos de los suspirantes, hoy convertidos en #ActivistasFake, están derrochando miles y tal vez millones de pesos en la entrega de apoyos, algunos recibiendo y/o canalizando recursos públicos a través de dichas organizaciones, que bien podríamos llamar #AsociacionesFake.
Por lo cual el llamado es para que el SAT investigue el origen y destino de estos montos, y si son recursos propios, se debe conocer el origen de los mismos.
Así mientras muchos organizaciones civiles reales, llevan años trabajando con recursos propios éstas #AsociacionesFake parecen no tener límite “presupuestal”, con lo cual están alterando la equidad de la campaña.
Todas y cada una de las asociaciones que han brotado, y emanarán aspirantes, deben ser auditadas y sometidas a una contraloría social. Sí a la transparencia, sí a la rendición de cuentas. Por un voto libre, informado y razonado.
Twitter: @alfreduam