Es evidente que estamos en una crisis y que falta poco para quedarnos sin agua. Ante este escenario, es importante conocer el calendario de tandeo como sucede en otras ciudades que sufren o han sufrido crisis de abasto. Esa información ayuda a las familias a planear sus actividades de limpieza, a racionar y eficientizar el uso del agua, a la vez que evita la incertidumbre que lleva a medidas desesperadas de reclamo del servicio, como ha venido sucediendo con mayor frecuencia.
Debemos saber que el problema del agua, desgraciadamente, no se solucionará con voluntad política. Es irresponsable que lxs candidatxs prometan solucionar un problema que rebasa su aparente omnipotencia y buena voluntad. En todo caso, deberían proponer transparentar el racionamiento y garantizar una distribución justa (¿por qué son siempre las mismas colonias las afectadas?), atender los problemas de infraestructura, modernizar el monitoreo de fugas y castigar de verdad el desperdicio… y revisar las condiciones de consumo indiscriminado de cerveceras, refresqueras y otras industrias, claro… y, sobre todo, generar los mecanismos de confianza para que la mayoría de la población vuelva a beber el agua que eventualmente sale de sus llaves… pero eso ya es soñar demasiado.
Sabemos que mucho de la crisis del agua está en la permisividad de gobiernos con empresas voraces. Pero eso no nos exime de responsabilidades individuales y comunitarias. Estamos lejos de dejar de tomar cerveza o refrescos y cada vez más cerca de pelearnos con nuestros vecinos si no alcanzamos a llenar nuestro tinaco cuando pasa la pipa. Cuiden el agua y exijan a sus gobiernos y aspirantes eficiencia, transparencia y justicia en la distribución, y que defiendan nuestro derecho al agua ante los intereses empresariales. Eso.
Alfonso Valencia@eljalf
