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Desempeño económico de los estados en el arranque de 2022

  • Columna de Alejandro Gómez Tamez
  • Desempeño económico de los estados en el arranque de 2022
  • Alejandro Gómez Tamez

Las perspectivas de crecimiento económico de nuestro país se siguen ajustando a la baja conforme se vislumbra un panorama sombrío para la economía estadounidense y comienzan a surtir efecto los apretones monetarios llevados a cabo por el Banco de México. En la más reciente encuesta del Banco de México de expectativas, los analistas consultados prevén un crecimiento del PIB de apenas 1.77% para 2022 y de 1.74% para 2023; mientras que el propio banco central ubica el límite inferior del posible crecimiento de este año en 1.6% y el Grupo Financiero Citibanamex considera que el país apenas si crecerá 1.5% en 2022.

Es bien sabida la gran dependencia de México en la evolución económica de Estados Unidos. En 2021 nuestras exportaciones a dicho país sumaron 398.989 miles de millones de dólares, cifra que representa unos 8.101  billones de pesos. Si consideramos que el PIB de México fue de 26.273 billones de pesos, pues las exportaciones a Estados Unidos representan el 30.8% de nuestro PIB.  De ese tamaño es nuestra dependencia. Por lo tanto, si en su pasada reunión de política monetaria, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos recortó su perspectiva de crecimiento del PIB de 2.8% a sólo 1.7%, pues habrá una afectación para nuestro país.

La tasa de interés objetivo del Banco de México pasó del 4.00% en junio de 2021 hasta el nivel actual de 7.75% y se prevén alzas adicionales, de manera que podría terminar el año en 9.25%. Esto sin duda tendrá un impacto en la inversión productiva y en el consumo; además de que la inflación que ha provocado las alzas en tasa de interés se concentra en alimentos, por lo que podríamos esperar una afectación a diversas actividades económicas en la medida en que los consumidores sustituyen bienes de menor necesidad para adquirir los alientos más caros.

En este sentido, de acuerdo con el más reciente informe del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, para México persisten diversos riesgos globales, entre los que destacan: un apretamiento más acelerado y potencialmente desordenado de las condiciones financieras globales, dados los ajustes en las posturas de política monetaria en diversas economías ante presiones inflacionarias globales más persistentes; y, por otro, un crecimiento económico global menor a lo anticipado, con implicaciones para el proceso de recuperación pospandemia. Pero eso no es todo, ya que en el ámbito interno existe el riesgo de un debilitamiento en el consumo e inversión internos, así como de potenciales ajustes en las calificaciones crediticias soberana y de Pemex.

De acuerdo con cifras oficiales, medido a través del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), la economía de México ha crecido 1.5% anual en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2022, lo cual es producto de que las actividades primarias (agricultura, ganadería, etc.) crecieron 2.7%, las secundarias (industrias de la construcción; minería; electricidad, gas y agua; y manufacturas) 3.0% y las terciarias (comercio y servicios) apenas 0.7%. ¿Será posible que la economía mexicana incremente el ritmo de expansión para lograr un crecimiento de 1.7% este año? Es posible, pero sin duda será complicado en el actual contexto global. 

México enfrenta grandes retos este año y la lucha contra la inflación, con los consecuentes incrementos en tasas de interés, ejercerán una enorme presión por lo que se ve difícil alcanzar una tasa de crecimiento superior al 1.5% en 2022. De materializarse esta tasa de aumento del PIB de 1.5%, el tamaño de la economía mexicana todavía estará 2.21% por debajo del nivel que tenía en 2019. Si el PIB de México crece 1.7% en 2023, todavía estaremos por debajo del PIB de 2019, por lo que no cabe duda de que este será un sexenio de nulo crecimiento y de atraso comparado con el desempeño de otras naciones.

Sin embargo, esto no quiere decir que no pueda haber estados que tengan un desempeño económico por encima de la media nacional y que por lo tanto puedan terminar el sexenio con un nivel de actividad económica superior al que tenían en 2019. El desempeño de los estados estará marcado por las preferencias del gobierno federal en términos de políticas públicas, pero también por la manera como los gobernadores y gobernadoras tratan al sector privado. Las estadísticas muestran claramente cómo en aquellos estados en los que hay una actitud hostil hacía el sector privado, el desempeño económico es más pobre.

Alejandro Gómez Tamez*

alejandro@gaeap.com

@alejandrogomezt

*Director General GAEAP

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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