El tiempo no se detiene y siempre nos confronta con nuestra realidad, pero al mismo tiempo nos da la oportunidad de corregir lo que esta mal.
El domingo 2 de junio será el día en que nos pongamos todos a prueba como sociedad que convive en una misma casa que se llama México.
Será el momento de la verdad y debemos ser conscientes que lo que decidamos, marcará nuestro futuro por los próximos seis años.
Y en este momento de las decisiones, no hay cabida para la indiferencia, la apatía, ni para la desesperanza, sobre todo cuando en el país y en el estado, las cosas no caminan bien.
Es por ello que el próximo domingo tenemos el compromiso de salir a votar y todos pondremos a prueba qué tanto nos importa nuestra ciudad, nuestro estado y el país.
Están a prueba los partidos políticos para mostrar civilidad y que lo que verdaderamente les interesa son los ciudadanos y no el botín que quieren conquistar a nuestras costillas.
Están a prueba los candidatos y candidatas para ser verdaderos demócratas y aceptar los resultados sin declaraciones absurdas como que “nos robaron la elección” o “nos hicieron fraude”; es decir, se espera que tengan la madurez suficiente para reconocer la derrota y aceptar la decisión de los poblanos.
Esta a prueba la autoridad electoral para ser garantes de un proceso objetivo, imparcial, bien cuidado, donde no quepa la duda y al contrario, garantice la transparencia y efectividad en los resultados.
Están a prueba los gobiernos en funciones para no caer en la tentación de intervenir en el proceso, es decir, para demostrar que son capaces de sacar las manos de la contienda y garantizar condiciones de paz, tranquilidad y seguridad con el objetivo de que la jornada comicial se lleve a cabo sin ninguna incidencia.
Y estamos a prueba los mexicanos para salir y votar de forma libre, razonada y comprometida.
En un México y una Puebla donde nos hemos sentido agraviados por las malas decisiones de los gobiernos, en diversos momentos y con diversos partidos, salir a votar no es una opción sino una obligación porque no podemos ser ajenos al futuro.
Principalmente, están a prueba los jóvenes. Ya nuestros padres y nosotros nos equivocamos. No lo hagan ustedes.