“Es algo que ya ha pasado en Italia y en España y que terminará pasando aquí. Tenemos que preguntarnos si merece la pena jugar al futbol sin espectadores. Hacemos nuestro trabajo para la gente, pero si ellos no pueden venir, ¿qué sentido tiene?”
Pep Guardiola
Mientras que en los estados del interior de la República ya se preparan para el regreso de los aficionados a los estadios en la CdMx se ha diluido la idea de habilitar la entrada de público para América, Pumas y Cruz Azul. Una medida que parece prudente ante una ola de nuevos contagios y la irresponsabilidad por habilitar público con tal de que los equipos consigan recaudar fondos que sustenten los grandes gastos que están teniendo dentro de sus plantillas.
El despliegue logístico que se tiene contemplado no será nada sencillo de ejecutar por parte de los gobiernos locales y de los propios clubes, comenzando con el transporte público que habilitará la llegada de aficionados, así como los controles de acceso y salida, para antes y después de cada partido. Y qué decir del control para la venta de alimentos teniendo un estricto control sanitario así como la habilitación de zonas sanitarias y división de aficiones para evitar cualquier tipo de descontrol en los lugares aledaños a los inmuebles.
Si bien cuando existía una relativa normalidad antes de que sucediera la pandemia, las autoridades locales y los propios clubes no podían controlar enfrentamientos entre las barras o porras o llevar un control de seguridad para evitar que algún inadaptado pudiera agredir a aficionados del equipo contrario, ¿qué nos hace pensar que con estos controles, bastará para evitar cualquier tipo de descontrol que conlleve a generar un nuevo brote?
Sin duda resulta cuestionable y polémica esta posible decisión escudada en la idea de reactivar nuestra cotidianidad a costa de lo que sea, aun sin tomar como ejemplo lo que se está viviendo en otras partes del mundo, en donde han tenido un rebrote importante que ha comprometido la situación económica de algunos países al verse forzados a tener que volver al confinamiento.
No solo se trata de regresar por regresar, sino de garantizar un espectáculo de calidad, pues el futbol no deja de ser eso, un espectáculo, y por la necedad de algunos podría ponerse en riesgo a familias completas.
Ahora el balón estará del lado del aficionado, para tomar una decisión y ser tentado a regresar a los estadios o simplemente seguir apoyando desde la comodidad de su hogar sin ponerse en riesgo ni él ni a su familia.
Hasta la próxima…
Twitter: @AlbertoRomeroMP
