Lo que más me interesa de “PRI: Crónica del fin” no sólo es el desfile de entrevistas a expresidentes como Carlos Salinas, Enrique Peña Nieto o Vicente Fox, sino cómo resuena en un territorio como Hidalgo, que fue bastión del priismo por más de nueve décadas. Mirar desde Pachuca la docuserie de Denise Maerker es reconocer que aquí se incubaron prácticas que luego escalaron a la escena federal.
Desde el primer minuto del documental se escucha la voz de una hidalguense marcando el tono crítico que tendrán los episodios: “El PRI ya perdió la esencia con la que se construyó, se ha alejado de sus orígenes”. Escuchar a Nuvia Mayorga desde el primer capítulo es también reconocer que la historia del priismo nacional no se entiende sin mirar a Hidalgo, cuna de cuadros políticos que, por décadas, fueron sinónimo de disciplina tricolor.
Miguel Ángel Osorio Chong es uno de los protagonistas del capítulo que repasa el regreso del PRI con Enrique Peña Nieto. La serie lo coloca entre quienes explican las fracturas internas y los errores estratégicos, pero también recuerda que en esos años otro hidalguense, Jesús Murillo Karam, cargó con el caso Ayotzinapa y la controvertida ‘verdad histórica’. Durante la presidencia de Peña Nieto, el priismo hidalguense fue cantera de cuadros que escalaron a la primera línea, y esa mirada de adentro ayuda a leer la implosión.
El arco completo del priismo queda plenamente documentado: de la “fisura” de los setenta, a la “fractura” del 88, la “implosión” de 1988-94, el “colapso” de 1994-2000, el “regreso” del 2012-2018 y las renuncias recientes de militantes como los hidalguenses Sergio Baños, Julio Valera y Osorio Chong, mostrados en imágenes. La docuserie funciona como un inventario de costos—políticos, éticos, humanos—acumulados durante décadas, y en ese inventario Hidalgo aparece como caso de estudio.
El documental difunde que, aunque la política no es eterna ni inmutable, la sociedad sí se vuelve cada vez más consciente. En Hidalgo, con una historia priista tan marcada, esa conciencia ha abierto paso a nuevas formas de representación política.
