Política

Lo que la IA no puede hacer: ser humano

La inteligencia artificial ya no es el futuro, es el tema central de nuestro presente. En educación, gobierno y medios, su presencia es innegable. Pero con cada avance surgen nuevas preguntas: ¿estamos preparados para usarla con responsabilidad? ¿O apenas comenzamos a comprender su poder transformador? Estas dudas encendieron el debate en El Canal del Pueblo, donde reunimos a especialistas para discutir los impactos y retos de esta tecnología.

El subsecretario de Educación Media Superior y Superior, Daniel Fragoso, abrió la conversación subrayando los retos ante la disparidad tecnológica en Hidalgo. Mientras algunas regiones enfrentan rezagos básicos, otras comienzan a explorar el Big Data.

Andrés Manning, comisionado estatal de mejora regulatoria, aportó una mirada institucional: la IA debe ser vista como una herramienta, no un reemplazo. La clave está en la ética emocional. La inteligencia artificial en la educación debe ir acompañada de una sólida alfabetización emocional y ética. Se advirtió además sobre los riesgos actuales en las aulas: la IA ya se usa para manipular imágenes y vulnerar a compañeras, como en el caso Diego N., que marcó un antes y después en la legislación latinoamericana.

En este punto, el director editorial de MILENIO Hidalgo Miguel Ángel Puértolas recordó que la IA no es nueva: sus fundamentos matemáticos se remontan a 1956. Lo que cambia es su alcance masivo, desde celulares hasta plataformas de streaming. Subrayó la falta de regulación y el riesgo de dejar este tema en manos de quienes no comprendan las implicaciones. “No hay IA sin inteligencia humana”, sentenció, exigiendo marcos éticos sólidos.

El especialista en IA Félix Cortés reforzó la necesidad de integrarla en el aula sin castigar su uso. Insistió en que, si bien puede fomentar el pensamiento crítico, sin infraestructura ni docentes capacitados solo aumentará la exclusión. También alertó sobre su mal uso en política, desinformación o discursos de odio —como el caso reciente de una IA antisemita en X—, recordando que “regular no es censurar”.

Analizando el impacto de la IA en los medios de comunicación y ante la implementación de avatares que pueden sustituir a conductores, mi postura fue clara: jamás deberíamos aceptar noticieros enteramente generados por IA. La audiencia necesita conexión humana, y la credibilidad se construye con empatía, no con algoritmos. Paradójicamente, el avance de la IA nos está devolviendo una certeza: nada sustituye al vínculo humano que genera un buen maestro o un buen periodista.

Además, Puértolas advirtió sobre otro frente sensible: los derechos de autor, al narrar cómo el INE usó sin permiso la voz de un locutor fallecido. Félix coincidió que la IA puede apoyar en análisis de datos, pero nunca sustituirá el juicio profesional.

La conversación cerró con una mirada global. El secretario de Servicios Legislativos del Congreso de Hidalgo, Jesús López Serrano, expuso ejemplos de Japón, donde desde los tres años se enseña sobre IA, y se alertó sobre casos en que inteligencias artificiales ya han chantajeado a sus propios desarrolladores. El consenso fue unánime: necesitamos ética, regulación y educación continua. Como concluyó Fragoso, no se trata de memorizar más, sino de entender mejor. Y como sentenció Puértolas, “no hay que temer a la inteligencia artificial, sino a la tozudez humana”. Porque el futuro no se adivina: se construye, sobre la mesa.


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Alan Austria Anaya
  • Alan Austria Anaya
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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