La Iniciativa Mérida (IM) fue creada en 2008 por Estados Unidos, a petición de México, como un programa de cooperación para combatir el narcotráfico y fortalecer el estado de derecho.
La IM nació con la primordial visión de apoyar la “guerra contras las drogas” del gobierno de Felipe Calderón. Diez años después, ni se ganó la guerra ni se abatió la delincuencia.
En diez años, el Congreso de Estados Unidos aprobó más de 3 mil millones de dólares para la IM, pero hasta ahora, desde Calderón a Enrique Peña Nieto, no se notan avances sustantivos en la profesionalización de la policía mexicana, el reforzamiento de las tecnologías de información, el desarrollo de infraestructura, la seguridad fronteriza y mayor cultura de la legalidad.
La antigua visión militarista de la IM es incompatible con la nueva visión social del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Por ello es necesario que la cooperación internacional que recibe México sea compatible con las nuevas prioridades del desarrollo nacional.
“No queremos que haya cooperación para el uso de la fuerza, queremos que la haya para el desarrollo", dijo con razón el mandatario.
Sin embargo, será difícil lograr convencer a Donald Trump de cambiar la orientación de la IM y demás programas si no se frena la violencia de la delincuencia organizada transnacional, el narcotráfico y la migración centroamericana, pues concibe la frontera con México como un problema de seguridad nacional.
Difícil pero no imposible, pues la Iniciativa Mérida ha evolucionado según las preocupaciones de seguridad de México y Estados Unidos.
En 2011, ambos gobiernos acordaron una estrategia de cuatro pilares:
1. Intercambiar información de inteligencia contra el lavado de dinero.
2. Institucionalizar el estado de derecho y protección de los derechos humanos a través de la reforma del sector judicial.
3. Crear una "frontera del siglo XXI" mejorando la aplicación de las leyes migratorias en México.
4. Fortalecer a comunidades con programas piloto para abordar las causas de la violencia y reducir la demanda de drogas.
Los resultados han sido poco exitosos, tanto para México como para Estados Unidos. Por ello, sería conveniente elaborar un informe conjunto sobre cómo ha ayudado este plan a combatir el tráfico regional de drogas hacia el país vecino.
El 2 de mayo se publicó un informe del Congreso estadunidense intitulado “México: antecedentes de las relaciones con Estados Unidos”, que anticipó la posibilidad de que la Iniciativa Mérida desaparezca con el gobierno de López Obrador.
“El futuro de la Iniciativa Mérida no está claro. Algunos observadores predicen que López Obrador puede tratar de enfatizar las iniciativas anticorrupción, las inversiones sociales de jóvenes en riesgo, los derechos humanos y la reforma de la política contra las drogas como lo hizo durante su campaña presidencial”, señaló el informe.
Tal posibilidad fue confirmada el 7 de mayo en la conferencia matutina del Presidente, quien afirmó que se buscará cambiar el enfoque de la Iniciativa Mérida a uno que privilegie el desarrollo social en México y en Centroamérica.
Falta que Trump acepte el cambio de orientación y también que sea más eficiente. Si no, será el fin de la Iniciativa Mérida.
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@AGutierrezCanet