Por: Jesús Carrillo
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
El presidente ha reconocido que podrían requerirse entre 11 000 y 12 000 millones de dólares para terminar la obra, lo que significa hasta un 50 % de sobrecostos. Pero no hay información pública que respalde esos dichos, ni manera de saber si es una estimación apropiada. Durante el evento del 1 de julio, López Obrador mencionó que la empresa filial de Pemex encargada de la administración del proyecto, PTI Infraestructura de Desarrollo, ha recibido 10 200 millones de dólares. De acuerdo con los estados financieros de Pemex, sabemos que entre 2019 y el primer trimestre de 2022 el gobierno federal ha realizado aportaciones patrimoniales para la construcción de la refinería por más de 175 000 millones de pesos, lo cual ya excedería el monto de 8000 millones de dólares considerado inicialmente, pero no conocemos cómo se han gastado esos recursos. Tampoco sabemos cuándo y con qué capacidad comenzará a operar la refinería “Olmeca”. El Plan de Negocios 2021-2025 de Pemex establece que la planta iniciará operaciones regulares en 2023, pero reportajes y análisis ajenos al gobierno han cuestionado esta aseveración. De cualquier forma, las palabras del presidente se volvieron realidad: los constructores de Dos Bocas se pasaron de los 8000 millones de dólares y se excedieron en el tiempo de construcción. Dado que excedentes en tiempo y costo habrían sido advertidos por las empresas que participaron en la licitación, el problema que se debe enfatizar es más bien la deficiencia y la opacidad en la planeación, así como el hecho de que todo parece indicar que se está construyendo una obra con beneficios económicos inciertos.