La implementación de la operación mixta, con transporte de carga y de pasajeros, en el sistema ferroviario mexicano, utilizando la misma infraestructura, representa una oportunidad estratégica para consolidar un modelo más eficiente, resiliente y competitivo, de acuerdo con el director general del Tren Maya, Óscar David Lozano Águila.
“Este modelo busca maximizar el uso de la infraestructura ferroviaria al atender tanto la movilidad de personas como la logística de mercancías”, dijo durante su participación en el panel Desafíos y oportunidades en corredores con operación mixta Expo Rail, organizado por la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF).
Explicó que éste es un esquema ya probado en redes de Europa, Norteamérica y China, donde trenes de pasajeros y de carga comparten la misma vía, e indicó que la principal ventaja es que una sola inversión sirve para dos propósitos: movilizar personas y transportar bienes.
“El Tren Maya es el proyecto que, desde su diseño, contempla la coexistencia de servicios de pasajeros y carga bajo una lógica de interoperabilidad”, dijo Lozano Águila.
Sin embargo, destacó que esto también plantea retos técnicos y de gestión, como las diferencias de velocidad entre trenes de pasajeros (hasta 160 km/h) y trenes de carga (100 km/h), que requieren una planeación rigurosa de horarios y capacidad de vía.
“Si no se gestionan adecuadamente los horarios, la capacidad de la red se verá limitada”, comentó.
Ante ello, subrayó que, para garantizar el éxito, se deben implementar apartaderos estratégicos de al menos 1.5 km, tramos de doble vía en zonas de alta demanda y sistemas de control como el RTMS, considerado el “cerebro digital” del Tren Maya.
Agregó que este sistema ordena los surcos, reduce los intervalos entre trenes, habilita rebases seguros y permite replanificación en tiempo real.
Además, indicó que el diseño de las vías debe responder a los estándares más exigentes: soportar altas cargas por eje y mantener la geometría necesaria para la operación de trenes de pasajeros a gran velocidad, sin comprometer la durabilidad.
También resaltó que los patios y accesos para carga deben ubicarse fuera de la vía principal, evitando bloqueos.
“La geometría de la vía debe garantizar tanto comodidad y seguridad para pasajeros como resistencia para cargas pesadas. Las ventanas de mantenimiento deberán programarse en horarios nocturnos y acompañarse de sistemas de auscultación y monitoreo continuo”, dijo.
Lozano Águila señaló que en Europa los horarios son estrictos y los trenes de pasajeros tienen prioridad, mientras que la carga se concentra en horarios nocturnos. En Estados Unidos y Canadá, la red ferroviaria está orientada principalmente a la carga y los pasajeros circulan bajo acuerdos específicos.
Mientras que en China, aunque se prioriza la alta velocidad, también existen corredores mixtos exitosos.
Por lo que, con base en lo anterior, México busca aprovechar estas experiencias para diseñar un modelo propio que combine eficiencia técnica, flexibilidad y seguridad.
“El país puede consolidar su modelo mixto siguiendo una hoja de ruta: separar temporalmente los horarios (pasajeros de día y carga de noche), garantizar infraestructura suficiente con apartaderos y doble vía en zonas de alta demanda, implementar el RTMS desde el origen, establecer un plan maestro de mantenimiento con métricas claras y definir reglas normativas y técnicas que aseguren la interoperabilidad”, explicó.
Retos y oportunidades
Sin embargo, ante este panorama señaló que el principal reto es armonizar dos tradiciones ferroviarias: la norteamericana, enfocada en carga, y la europea, que privilegia la interoperabilidad y los sistemas avanzados de señalización.
“La adopción del RTMS como sistema único de control ofrece una solución que podría colocar a México como referente regional en operación mixta”, explicó Lozano Águila.
Además, detalló que este proyecto de carga contempla dos fases, con material rodante que incluye 12 locomotoras de arrastre, 7 de patio, 100 góndolas, 50 tolvas, 50 furgones, 51 plataformas intermodales y 300 carros tanque, con la primera etapa por concluir el próximo año.
MRA