Los efectos de la política arancelaria impulsada por Estados Unidos y la mayor competencia asiática empieza a incidir de manera negativa en el sector productivo mexicano, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su reporte semanal indicó que esto se ve reflejado en el debilitamiento de las actividades de manufactura, minería, construcción y energía conocidas como secundarias, que durante el tercer trimestre tuvieron una caída de 1.5 por ciento.
Dijo que el impacto en la industria es importante ya que de acuerdo con los resultados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se aprecia que durante el tercer trimestre la actividad manufacturera se contrajo 1.3 por ciento frente al trimestre anterior.
Mientras que para el mismo periodo del año anterior se observa una contracción de 1.8 por ciento, el centro destacó que en este entorno, 15 de los 21 subsectores que integran la manufactura reportaron caídas anuales en su producción.
“La actividad comercial con el exterior ya empieza a incidir negativamente en el sector productivo del país, reflejando la política arancelaria de los EU”, remarcó el centro de estudios.
“Así como la mayor competencia en ese y otros mercados con productos de otras áreas geográficas, en especial de Asia”.
El Ceesp dijo que estos efectos han ocasionado que su capacidad de generación de crecimiento de la economía disminuya; como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), la actividad manufacturera se ha venido reduciendo desde el tercer trimestre del 2022.
Cierre de año complicado
Los analistas del centro indicaron que en este contexto, las expectativas del Inegi anticipan qué el debilitamiento de la actividad económica se mantenga al inicio del último trimestre del año.
Esto toda vez que en octubre el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) al mes de octubre, muestra un nulo avance tanto en su comparación mensual como anual, lo que anticipa un cierre del año con bajo crecimiento.
Remarcó que el comportamiento del IOAE durante octubre refleja un avance mensual de 0.1 por ciento en las actividades secundarias, en términos anuales representa una caída de 2.1 por ciento, acumulado ocho meses consecutivos con variaciones anuales negativas.
“Su evolución no anticipa una mejora importante en el corto plazo. De hecho, es más factible que se mantenga en terreno negativo por más tiempo, en tanto no haya claridad en la política exterior, principalmente”, expuso el centro.