Tras el cierre brutal del ingenio que dejó a miles en el desempleo, los trabajadores de la caña en Xicoténcatl, Tamaulipas, se negaron a rendirse. Manuel Jaime Hernández, un visionario implacable, transformó la adversidad en oro líquido, pues a la fecha cuenta con siete productos revolucionarios liderados por un ron legendario, con lo que el municipio más dulce del estado, es el único que destila jugo de caña puro en alcohol y ron.
¿Cuándo cerró el Ingenio de Xicoténcatl y por qué?
Cabe destacar que el cierre del Ingenio de Xicoténcatl se dio oficialmente en agosto del 2020, debido a una situación financiera desfavorable. El ingenio daba empleo a más de dos mil personas de forma directa y más de mil jornaleros o cortadores de caña.
Su cierre se tradujo en crisis económica, desacuerdos familiares, afectaciones graves a la economía local, dejando a miles de trabajadores y a la comunidad en una situación vulnerable.
¿Qué porcentaje de la población se vio afectada por el cierre de Xicoténcatl?
La triste historia María de los Ángeles Torres Castillo, directora de la Secretaría de Economía del municipio de Xicoténcatl, destacó que tras el cierre se afectó al 30 por ciento de los 21 mil habitantes de este municipio, por lo que se tuvieron que buscar alternativas.
“Actualmente tenemos una base muy grande de 700 emprendedores a quienes se les está buscando opciones para que produzcan, mejoren o emprendan sus negocios, Mariela López Sosa, la presidenta municipal se anda moviendo, le preocupa mucho la gente”.
¿Cómo enfrentan los habitantes la pérdida de ingresos?
Refirió que Manuel Jaime Hernández ha hecho muchos derivados y hay muchas más personas que se están animando a trabajar.
“Esto es sobrevivir más allá, a pesar de que se nos quitó una fuente muy grande de ingresos”.
Torres Castillo recalcó que están retomando esfuerzos, impulsando para seguir trabajando, seguir creciendo y llevar el sustento a casa venciendo la adversidad y desempleo que dejó el cierre del ingenio.
Al grito de “la caña no muere, fermenta, conquista y da prosperidad”, Manuel Jaime Hernández, quien dependía del ingenio, no lo pensó dos veces, era sobrevivir o morir en el intento, así que empezó a mostrar su creatividad y talento que a la fecha se ha traducido en siete productos.
Trabajando en Quito en el Grupo JaHe Xico dijo que el jugo de caña en sí solo, no es una opción porque se comienza a fermentar a las pocas horas, por lo que había que sacarle mayor provecho, un plus.
AA