Cuando Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, dio a conocer sus planes para el petro, una criptomoneda respaldada por petróleo, pronosticó que le permitiría al país volverse financieramente independiente y eludir las sanciones de Estados Unidos (EU).
La idea es que el gobierno emita 100 millones de petros, cada uno respaldado por un barril de petróleo basado en las enormes reservas del país. Para ello se creó un organismo regulador con la finalidad de supervisar el programa. Todo aquel que quiera operar petros tuvo hasta el 21 de enero para registrarse con el Estado.
Pero a medida que se acercaba la fecha, los economistas y los legisladores de oposición se mantuvieron profundamente escépticos respecto de la viabilidad del plan de Maduro, y si con eso podría resolver alguno de los problemas del país.
“Una criptomoneda que no es cripto, respaldada por reservas que no son reservas, que solo puedes monetizar a través de una producción que se derrumba… que emite un gobierno en incumplimento de pagos y sin dólares”, tuiteó Francisco Monaldi, un experto en petróleo venezolano del grupo de reflexión Baker Institute, quien describió el plan del petro como “ridículo”.
En teoría, a los precios actuales, 100 millones de petros recaudarían alrededor de 6,000 millones de dólares (mdd). Esto sería suficiente para pagar dos tercios de las obligaciones de Venezuela con los tenedores de bonos internacionales que se vencen este año y, tal vez, evitar un incumplimiento de pago de deuda en toda la regla.
[OBJECT] Sin embargo, Monaldi dijo que el gobierno “sobreestimó dramáticamente” el valor de las reservas petroleras de Venezuela, ignorando el hecho de que extraer el crudo del suelo será costoso y difícil. La dilapidada industria petrolera del país carece de inversión y experiencia y su producción se ubica en el nivel más bajo desde la década de 1980.
Tendrías que invertir al menos 8,000 mdd para extraer esas reservas a 200,000 barriles por día”, dijo . “¿Quién lo va a hacer?”. También existe el problema de la legitimidad.
La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, declaró ilegal el petro, y no está claro si los gobiernos extranjeros o las instituciones financieras van a reconocerla como moneda de curso legal. A diferencia de otras criptomonedas como el bitcoin, el petro también tiene el respaldo del estado, que va en contra de todos los valores de las criptomonedas.
“No es una criptomoneda, es una venta anticipada de petróleo”, dijo Jorge Millán, un legislador venezolano, durante un reciente debate parlamentario sobre el tema. “Está hecho a la medida para la corrupción”.
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Cuando el presidente anunció los planes para el petro, el mes pasado, muchos venezolanos creyeron que podrían “minar” ellos mismos las monedas, como se puede hacer con un bitcoin.
Pero en una entrevista reciente en la televisión venezolana, Carlos Vargas, director del organismo regulador del petro, dijo que serán una “moneda minada previamente”, lo que significa que el gobierno la va a producir y controlar. Los petros se van a vender en un proceso “similar a una subasta”, agregó.
El bitcoin demostró ser especialmente popular en Venezuela, donde la electricidad que se necesita para operar las computadoras que minan las criptomonedas está tan subsidiada que es casi gratuita. Los “mineros” de bitcoin con determinación pueden ganar cientos de dólares al mes, algo que es una propuesta atractiva en un país donde los precios suben 50 veces más rápido que en cualquier otro país del mundo. De acuerdo con la Asamblea Nacional, la tasa de inflación de Venezuela fue de 2,600% el año pasado.
Según los informes, los funcionarios de gobierno trataron de convencer a las empresas farmacéuticas de aceptar diamantes, oro y metales preciosos como pago para la deuda pendiente.
Los venezolanos con conocimientos de tecnología recurren a juegos de computadora como Runescape y Tibia para ganar oro virtual, que después venden a compañeros gamers por bitcoin o efectivo.
Pero Alejandro Grisanti, director de Ecoanalítica, un grupo de expertos con sede en Caracas, considera que es difícil aceptar que la nueva criptomoneda respaldada por el Estado ayudarán a que los venezolanos salgan de sus dificultades.
El petro, dijo el especialista, simplemente es “una nueva manera para endeudarnos y financiar la corrupción y darle dólares baratos a los compinches del gobierno”.