Los señalamientos por lavado de dinero que realizó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a dos bancos mexicanos, endurecerán los mecanismos de control de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), para otorgar nuevas licencias bancarias, exponen especialistas.
Entrevistados por MILENIO señalaron que las nueve instituciones financieras que están en espera de recibir el visto bueno por el regulador y el Banco de México (Banxico), verán retrasados sus procesos, tras las presuntas operaciones ilegales por parte de CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa.

José Antonio Quesada, presidente del Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas (Cncpie) y especialista del sector financiero, dijo que los organismos tendrán más control para permitir la entrada de nuevos bancos.
“La Comisión, Banxico y Hacienda van a ir con mucho más cuidado, para permitir que haya nuevos jugadores; aun cuando ya les hayan dado la autorización, es probable que tengan que hacer muchas más revisiones para permitirles entrar en operación”, señaló Quesada.
Expresó que la cautela se dio antes de las acusaciones del FinCEN, ante el caso de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) CAME, misma que fue intervenida por la CNBV el 13 de junio al tener insolvencia financiera.
“Conozco a sofipos y otras entidades que querían convertirse a banco, pero se lo han frenado, lo han suspendido por varias razones. El tema de CAME fue un precedente sistémico importante. La Comisión ahorita no quiere más jugadores que tengan estructuras que no sean tan sólidas”, señaló Quesada.
Las nueve financieras que verían impacto en su proceso activo de licencia serán Masari Casa de Bolsa, Finsus, Konfio, Spin de Femsa, Klar, Mercado Pago, ION y B de Durango.
De igual forma, Alondra de la Garza, especialista en prevención de lavado de dinero, indicó que el énfasis que ahora tiene la CNBV por resolver y esclarecer el tema de las investigaciones de lavado detendrá los procesos y fortalecerá sus procesos de otorgamiento.
“El rigor puede ser un poquito más robusto y puede ser que ciertos procesos, por ejemplo, la autorización de nuevas instituciones, se vuelvan más tardados al final del día”.
También opinó que si se analizan prioridades, es muy probable que lo más importante sea solventar el riesgo emergente actual, por la designación de esas tres instituciones por parte de FinCEN.
José Antonio Quesada añadió que incluso la comisión puede poner mayores controles en los procesos de venta, en algunas financieras, como el caso de Ualá que en su momento adquirió a la institución financiera ABC Capital.
“Inclusive si estas licencias o entidades fueran vendidas, la revisión de los accionistas, de los nuevos adquirentes (quiénes son, cómo van a operar) va a ser mucho más rigurosa que lo que ha sido hasta ahora”, concluyó.
Perspectivas para los bancos en lo que resta del año
De acuerdo con las perspectivas de la calificadora S&P sobre el sistema bancario para el segundo semestre de 2025, la calidad de activos de los bancos se debilitará, pero las prácticas conservadoras de otorgamiento de créditos amortiguarán el impacto.
“La desaceleración económica en 2025 y 2026, junto con tasas de interés relativamente altas, podría debilitar la capacidad de pago de los clientes bancarios; sin embargo, esperamos que los indicadores de calidad de los activos se mantengan en niveles manejables”, expuso la firma.
Apuntó que la rentabilidad debería mantenerse en niveles adecuados, a pesar del aumento previsto en las provisiones por pérdidas crediticias.
También los márgenes deberán estar sólidos, “los esfuerzos de contención de costos y las políticas conservadoras de originación permitirán a los bancos mantener una rentabilidad sólida. Esperamos que el retorno sobre activos promedio de 2 por ciento en 2025 y 2026, mientras que el retorno sobre capital se ubique en torno a 18 por ciento".
Por otro lado, destacó que las tensiones comerciales principalmente por los aranceles en Estados Unidos podrían afectar la confianza empresarial y del consumidor, reduciendo la demanda de crédito y, potencialmente, las utilidades de los bancos.
“Esperamos que los bancos mexicanos adopten estrategias de crecimiento cautelosas ante la incertidumbre sobre los aranceles de Estados Unidos. La expansión del crédito podría desacelerarse y la calidad de los activos deteriorarse, aunque se mantendría en niveles adecuados”, refirió.
También estiman que sostengan sólidos indicadores de capital y márgenes saludables, lo que compensa la presión sobre la calidad de los activos y la rentabilidad.
“Consideramos que los bancos podrían endurecer aún más sus políticas de financiamiento, lo que reduciría el consumo de capital y los llevaría a enfocarse en prestatarios de alta calidad y productos crediticios garantizados”, refirió.
¿Cómo está el panorama para 2026?
S&P explicó que es poco probable que las recientes intervenciones en pequeños bancos locales como fue el caso de CiBanco e Intercam represente un riesgo sistémico; sin embargo, entre las posibles consecuencias se incluyen mayores exigencias en materia de cumplimiento y gestión del riesgo operacional, lo que podría plantear desafíos. La posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos incrementa la incertidumbre.
“Este factor, junto con la presión sobre el poder adquisitivo de los hogares y las limitaciones en los márgenes corporativos —debido a la persistencia de una alta inflación y tasas de interés elevadas—, podría presionar el crecimiento del crédito y afectar la calidad de los activos”, dijo la calificadora.
Apuntó que las medidas gubernamentales que debiliten los mecanismos de control y equilibrio podrían afectar la confianza de los inversionistas privados. Una menor confianza podría elevar la percepción de riesgo y afectar la dinámica económica, el crecimiento del crédito y la calidad de los activos.
FC