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  • De los videojuegos a la cima de la revolución de la IA: Jensen Huang, CEO de Nvidia

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Nvidia se convirtió en la empresa más valiosa del mundo impulsada por la demanda de chips de IA. SHUTTERSTOCK.

Jensen Huang, pasó de diseñar chips para videojuegos a convertirse en el arquitecto del auge de la IA. Hoy lidera la empresa más valiosa y encabeza una nueva diplomacia tecnológica que reescribe el poder mundial.

En febrero, el día de su cumpleaños, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, y su esposa celebraban en casa con un pastel cuando notó varias llamadas perdidas de un número desconocido.

El jefe del sector de tecnología, en el epicentro del auge de la inteligencia artificial (IA), estaba a punto de ignorarlas cuando su teléfono volvió a sonar. “Hola, Jensen: soy el presidente Trump”, dijo la voz.

Cuando los perros de Huang empezaron a ladrar, ahogando la conversación, al principio pensó que era una broma: “Dije: ‘¿En serio? ¿Es el presidente Trump?’”, cuenta al Financial Times (FT) en una entrevista. La llamada de improviso se convirtió en una charla de 45 minutos.

Para un ejecutivo del sector de tecnología que durante la mayor parte de su carrera había sido poco conocido fuera de Silicon Valley, donde los chips de Nvidia ni siquiera se consideraban parte de la corriente tecnológica dominante, la llamada marcó el inicio de una relación inusual entre Donald Trump y el CEO, hijo de inmigrantes taiwaneses.

el dato

Más de 5 billones de dólares es la capitalización

De mercado alcanzada por Nvidia en su punto máximo del año.

La incursión de Huang en los pasillos del poder dio sus frutos esta semana con el anuncio de que Nvidia una vez más podrá vender chips avanzados de IA en China, algo a lo que se ha opuesto gran parte de la clase dirigente de la seguridad nacional.

Durante mucho tiempo, los chips fueron los hijastros menospreciados del mundo digital, en gran medida ignorados en favor de los dispositivos que alimentaban y los servicios que se ejecutaban en ellos. Pero este año, surgieron como el motor de la fiebre de la inteligencia artificial que arrasa el mundo empresarial y financiero.

El profeta de la IA

El FT nombra a Huang como su persona del año por el papel que ha desempeñado en esta transformación. Huang ha estado en el centro de uno de los mayores programas de inversión realizados por el sector privado en la historia, uno que apuntala la economía estadunidense y sostiene un auge del mercado bursátil. Y es un impulsor de la adopción de una tecnología capaz de transformar industrias enteras.

Nvidia es ahora la compañía más valiosa del mundo y, en un momento dado en el transcurso del año, se convirtió en la primera en alcanzar una capitalización de mercado de más de 5 billones de dólares (la noche del jueves, su valoración era de 4.4 billones de dólares). 

Se espera que el mismo Huang finalice 2025 con un patrimonio neto de más de 160 mil millones de dólares (mdd), lo que lo sitúa entre las 10 personas más ricas del mundo. Incluso si las valoraciones actuales están infladas y el precio de las acciones se reduce a la mitad, el valor de Nvidia seguiría siendo tres veces más que a finales de 2021.

Huang, quien siempre ha advertido acerca de que cualquier ventaja en el mundo de la tecnología es frágil, sería el primero en advertir de los peligros de la complacencia. 

El fabricante chino de chips Huawei ha logrado avances impresionantes en el diseño avanzado de chips, mientras que algunas de las compañías de tecnología más grandes, lideradas por Google, están desarrollando sus propios chips para competir con Nvidia.

El CEO de Nvidia, pasó de diseñar chips para videojuegos a convertirse en el arquitecto del auge de la IA. Hoy lidera la empresa más valiosa y encabeza una nuev
Los procesadores de Nvidia son el núcleo de los grandes centros de datos dedicados a inteligencia artificial.

Sin embargo, tres años después de que el lanzamiento de ChatGPT  desatara una carrera mundial en IA, la posición de Nvidia a la vanguardia de la fabricación de chips de IA ha demostrado ser notablemente resiliente.

Si toda esta nueva prominencia empujó a Huang a un papel público como profeta y visionario de la tecnología, está más que listo para asumir el mando. Califica a Nvidia como “una de las compañías de tecnología más importantes de la historia”, una afirmación hizo con la practicidad que caracteriza muchas de sus declaraciones.

“La técnica informática que nos tomó 30 años inventar ahora está cambiando fundamentalmente toda la computación”, dice. “Estamos construyendo una industria completamente nueva que produce inteligencia digital”.

La siembra de chips

2025 pasará a la historia como el año en que los centros de datos se popularizaron y entraron en la conciencia pública. La carrera por construir nuevas y enormes instalaciones informáticas para satisfacer la futura demanda de IA convirtió su construcción en un punto de inflexión para la economía en crisis, representando una parte significativa del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estadunidense. 

Como principal proveedor de chips de inteligencia artificial, que representan aproximadamente la mitad de los costos de los centros de datos, la fortuna de Nvidia se disparó.

Para algunos críticos, la decisión de Huang de invertir el capital de su compañía en otras empresas de IA, entre ellas las de sus propios clientes, constituye una peligrosa forma de realización de acuerdos circular que podría inflar artificialmente la demanda de sus chips.

Pero el mismo Huang describe la distribución del capital como una forma de sembrar un ecosistema de IA más amplio. Dice que las inversiones de Nvidia representan “miles de millones de dólares para un negocio que vale cientos de miles de millones”, lo que las hace demasiado pequeñas para tener un impacto significativo en la demanda general: “Apenas es suficiente para financiar las compras de nuestros clientes”.

el dato

160 mil mdd es el patrimonio neto

Estimado de Jensen Huang al cierre de 2025.

Desde el verano, Nvidia también ha hecho promesas enormes que llegan a confundir, incluyendo la de invertir hasta 100 mil mdd en OpenAI en los próximos años. 

A medida que aumenta la preocupación por una burbuja, otros líderes de inteligencia artificial, como Sam Altman de OpenAI, ya advirtieron abiertamente sobre los riesgos. Pero Huang, con su típica mentalidad de ingeniero, se niega a ver más allá de los acuerdos que controla.

“Hay mucho entusiasmo al hablar de inversiones, pero los propios inversionistas son muy disciplinados”, insiste. “La mayoría de las personas que he visto firmando los cheques son bastante disciplinadas”.

Huang realmente entra en ritmo cuando empieza a explicar las razones de la inversión y su posible duración. La infraestructura digital mundial necesita nada menos que una renovación completa, declara.

“Se necesitaron 60 años de computación para llegar hasta aquí”, dice. “Se necesitarán más de dos años para modernizar todas las computadoras del mundo”.

El estilo didáctico de Huang, con su rapidez para abordar temas que son un desafío para el usuario promedio, se puso de manifiesto en repetidas ocasiones este año en una serie de conferencias magistrales maratónicas con guiones flexibles por todo el mundo.

EL DATO

Jensen Huang pertenece al Top 10 

De las personas más ricas del mundo.

Es posible que los asistentes no estén al tanto de los detalles de la arquitectura de chips y el software avanzado que le gusta abordar, pero su poder estelar de todas formas hace que llene estadios. 

Su distintiva chamarra de cuero –cuya versión brillante se estrenó este año– se ha convertido en una poderosa marca personal al estilo de los cuellos de tortuga de Steve Jobs. Un video suyo enlazando las manos con ejecutivos de Samsung y Hyundai para tomar una cerveza se hizo viral.

“La inteligencia de fabricación en tiempo real es completamente nueva en el mundo”, dice. “Y todos los países la tendrán, todas las empresas la utilizarán y todas las industrias la tendrán. Esta industria de fabricación probablemente tenga un tamaño de varios billones de dólares, y es simplemente nueva”.

La apuesta de Huang

Nvidia se moldeó a partir de una serie de apuestas que otros no vieron o no estaban dispuestos a arriesgarse. Huang los atribuye a la confianza en su propia capacidad –reforzada por un pequeño equipo de colaboradores cercanos– para identificar las fuerzas técnicas capaces de reordenar el mundo.

El CEO de Nvidia, pasó de diseñar chips para videojuegos a convertirse en el arquitecto del auge de la IA. Hoy lidera la empresa más valiosa y encabeza una nuev
Jensen Huang y Donald cierran acuerdos para la transacción de chips futuros a Estados Unidos. REUTERS.

“La capacidad de prever el futuro y la capacidad de desarrollar una profunda convicción por una idea, al final se reducen a la capacidad de razonar hasta llegar a los principios básicos”, dice. Huang afirma que “revisa sus convicciones” cada mañana.

Una de las primeras apuestas de Huang fue que los diseños de chips tradicionales acabarían siendo incapaces de satisfacer la creciente demanda de microprocesadores. 

En su opinión, la arquitectura de los chips para juegos de Nvidia los convertiría en un posible sucesor, empezando por la computación avanzada necesaria para la investigación científica. Varios años después, llegó una segunda apuesta, con una capa de software diseñada para abrir las capacidades de los chips a un grupo más amplio de desarrolladores.

Ambas fueron aventuras costosas en nuevos ámbitos donde la demanda era escasa. “Ningún cliente lo pide. Ningún competidor está construyendo algo parecido. Así que estás completamente solo, sin confirmación externa”, dice Huang. Fue tan solo más tarde que el aprendizaje automático surgió como la aplicación perfecta para su sueño de la computación científica. 

La capa de software, Cuda, facilitó mucho que los desarrolladores que crean apps de IA trabajen más con los chips de Nvidia que con los de sus competidores, convirtiéndola en una de las principales armas estratégicas de la compañía.

Jay Puri, jefe de ventas de Nvidia y uno de los confidentes más cercanos de Huang, dice que el mundo de los chips está plagado de aspirantes a visionarios que predicen el futuro de la tecnología, pero Huang es excepcional en cuanto a la determinación para hacer una gran apuesta y mantenerse en el rumbo. 

“Tener un sueño es una cosa, pero llevarlo a cabo es otra muy distinta”, dice. Una vez que el jefe tecnológico tenía la idea, era difícil sacarlo de su curso, incluso cuando los años de inversión afectaron las utilidades y llevaron a los inversionistas a retirarse.

EL DATO

100 mil mdd es la inversión prometida por Nvidia

En OpenAI a lo largo de varios años.

Al tratar de explicar las características personales detrás de esto, Mike Moritz, expresidente de Sequoia Capital, señala el roce de la compañía con la bancarrota luego del fracaso de su primer chip. “La resiliencia, la tenacidad y la brillantez” con las que Huang arrastró a la empresa a través de la crisis fueron la primera señal de la determinación que vendría después, dice.

La intensidad absoluta siempre ha influido. “Trabajo desde que me levanto hasta que me voy a la cama”, dice Huang. “No tengo ninguna afición. Todo se reduce, en primer lugar, a cuidar de la familia, y después, 100 por ciento al trabajo”.

Este apetito voraz por el trabajo y la minuciosa atención a los detalles de ingeniería le dan forma a una empresa con una estructura de administración inusualmente plana, que gira en torno al CEO.

Huang dice que entre 50 a 60 de los ejecutivos de la empresa le reportan directamente (no está seguro del número exacto) y rechaza las jerarquías corporativas tradicionales. “La forma en que viaja la información es propensa a errores y la gente no se siente empoderada”, dice.

Parte del plan consiste en desmantelar los centros de poder que se ven en la mayoría de las demás empresas, donde “la gente intenta obtener poder aferrándose a la información”, dice Puri. “No quiere que la gente sea territorial”.

Huang dice que esto fomenta una cultura de resiliencia y dice que considera como “familia” a los empleados de Nvidia.

Sin embargo, también es un jefe exigente, a veces propenso a gritarles a los ejecutivos delante de otros. Al propio Huang le gusta que las reprimendas públicas suenen estratégicas. La costumbre habitual de la gerencia de elogiar públicamente a los empleados y las críticas realizarlas solo a puerta cerrada, dice, “es exactamente lo contrario de lo que se debería hacer”. 

Es mucho mejor ventilar los problemas públicamente para que todos puedan aprender de los errores. “Para eso estamos optimizando”, dice, como si cualquier muestra de mal humor fuera solo un retoque de ingeniería más.

No es así como lo sienten los que han sufrido las consecuencias. “Cuando se involucra, es tan intenso que se puede sentir personal”, dice Puri. “Pero en realidad no se trata de la persona; simplemente es muy intenso; se trata del problema que estamos resolviendo y que necesitamos mejorar”.

En el escenario geopolítico

El director de Nvidia es el primero en admitir que el ser impulsado al escenario geopolítico este año ha sido un desafío. Los líderes políticos y los legisladores “no hablan de tecnología, que es mi lengua materna”, dice.

Ingeniero Eléctrico de formación, dirige al fabricante de chips desde que él y dos aliados lo fundaron hace 33 años, el periodo más largo que el de cualquier otro CEO de una compañía líder del sector de tecnología, un hecho que comparte con orgullo. (Michael Dell empezó antes, pero se tomó un descanso de la dirección). 

En 2021, la mayor parte del negocio de Nvidia se centraba en la fabricación de chips gráficos para entusiastas de los videojuegos, y Huang vivía en un mundo relativamente limitado y técnico.

Sin embargo, uno de los mayores logros de Huang ha sido su capacidad para tratar con la Casa Blanca de Donald Trump. 

Además de halagar al presidente durante las apariciones conjuntas, se ha mostrado experto en el tipo de negociación que Trump aprecia mucho: primero con una importante venta de chips a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para acompañar una visita presidencial a la región, y luego al aceptar ceder un porcentaje de las ventas de Nvidia en China a Estados Unidos (EU) a cambio de licencias de exportación.

EL DATO

Nvidia es la empresa

Más valiosa del mundo en 2025.

El avance con China, en particular, molestó a sus oponentes. “La estrategia fue pura adulación a Trump, sin matices”, se queja un crítico en Washington.

En consonancia con sus esfuerzos en Washington, Huang también se ha esforzado por ganarse el apoyo de las autoridades en Beijing. Moritz atribuye el mérito a su exhaustiva “diplomacia itinerante”, que también incluye a Taiwán, donde se fabrican chips basados ​​en diseños de Nvidia.

Superar la creciente brecha entre EU y China en materia de política tecnológica se volvió cada vez más difícil. En comentarios improvisados ​​el mes pasado, Huang predijo que China ganaría la carrera de la IA contra EU, una visión abierta que generalmente se ha guardado para sí. También muestra una clara admiración por el impulso tecnocrático que impulsa el ascenso tecnológico de China.

“Los líderes chinos son constructores. Son ingenieros”, dice. En lo que respecta a la IA, “se mueven con rapidez y la regulación es muy laxa”. En cambio, añade, “la mayoría de los líderes occidentales son abogados, reguladores. Tratamos de evitar los problemas incluso antes de que ocurran”.

Pero si eso suena a una preferencia por el manejo que hace Beijing de la IA, recurre rápidamente al lenguaje diplomático. “Cada sistema tiene sus ventajas y desventajas”, dice, señalando que también existen debilidades en el enfoque chino (como la tendencia a crear exceso de capacidad en nuevas industrias).

Los críticos cuestionan si Huang puede aspirar a una ventaja duradera. “China no va a conformarse con depender de los semiconductores estadunidenses; lo dejaron muy claro”, dice Chris McGuire, antiguo asesor sénior de tecnología de la Casa Blanca en el gobierno de Biden.

Para Huang, hacer que los productos de Nvidia sean indispensables en China no es diferente de mantenerse en otros mercados. “Tengo a algunas de las compañías de tecnología más formidables del mundo que compiten conmigo, y estoy bastante seguro de que les gustaría eliminarme también”, dice. “Tenemos que ganarnos el derecho a estar aquí”.

EL DATO

Incluso con una caída de 50 por ciento en el precio

De la acción, Nvidia valdría 3 veces más que a finales de 2021.

El siguiente reto de la IA

En cuanto a la forma cómo la IA podría cambiar el mundo, Huang no se adhiere a algunas de las ortodoxias de Silicon Valley. A veces da la impresión de que la élite de la tecnología está dividida entre doomers (los que predicen catástrofes) y los aceleracionistas: los pesimistas, que temen que la inteligencia artificial se descarrile y cause daños catastróficos, y los optimistas, que quieren avanzar rápidamente hacia nuevas formas de superinteligencia.

Huang desdeña ambos bandos. Ignora a los catastrofistas que predicen que la IA traerá pérdidas catastróficas de empleos. Hasta ahora, la IA ha asumido partes limitadas de los trabajos de algunas personas, en lugar de despedirlas. “Creo que la gente confunde la automatización de tareas con el propósito de un trabajo”, dice.

Al mismo tiempo, no tiene paciencia con el futurismo que a menudo se cuela en los debates sobre IA, con la mención de nuevas formas de inteligencia que algún día podrían superar las capacidades humanas. “La hoja de ruta hacia una IA general indeterminada es menos clara”, dice, y ​​añade: “Y no creo que sea tan importante”.

En cambio, describe la siguiente etapa de la IA como un reto de ingeniería: adaptar la tecnología que sustenta servicios como ChatGPT para que su uso sea más amplio. “La IA es más que un chatbot”, dice. “La IA abarca una amplia gama de industrias del mundo. Creo que las probabilidades de que la inteligencia artificial no genere productividad industrial a gran escala son muy bajas”.

Todo suena tan poco dramático y tan prosaico, sobre todo si se compara con las fantasías tecnológicas de alguien como Elon Musk, quien evoca un futuro de viajes espaciales y ejércitos de ayudantes robot.

Huang lo dice sin rubor. “Me mantengo alejado de la ciencia ficción tanto como puedo”, dice. “No creo que sea útil fantasear con el futuro de la IA. Hace que la gente invierta demasiado o muy poco. Trato de ser lo más práctico posible”.

KRC

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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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