ANA, la línea aérea más grande de Japón, intensifica sus esfuerzos para asegurar que tenga los suficientes pilotos para sus filiales de bajo costo frente a la escasez de tripulación mundial y la feroz competencia en el sector con servicio mínimo a bordo.
El próximo mes la aerolínea pagará 30 mil 400 millones de yenes (265 millones de dólares) para adquirir una participación de supermayoría en Peach Aviation, la línea de bajo costo en la que ya tiene 38.7 por ciento de participación. ANA comprará 28 por ciento más a la compañía privada Innovation Network Corporation of Japan y a First Eastern Aviation, un fondo de inversión en Hong Kong.
La explicación más general para la consolidación es que va a “acelerar el crecimiento de Peach en la siguiente fase de desarrollo”. Pero detrás de eso la compañía reconoce que hay un incentivo más inmediato: el incremento de su participación le permitirá legalmente a Peach contratar pilotos experimentados y otros miembros de la tripulación con anuncios en los que se utilice la marca supuestamente más atractiva de ANA. Esa capacidad, dicen personas de la industria, puede ser crucial para Peach, ya que las aerolíneas de bajo costo de Japón luchan por lograr una penetración de mercado de entre 20 y 30 por ciento como la que disfrutan sus contrapartes en Europa, Estados Unidos y otros lugares de Asia.
El nivel de penetración de las aerolíneas de bajo costo en Japón permanece ligeramente por debajo de 10 por ciento, un reflejo de la popularidad que tienen los trenes bala para los viajes domésticos y las dificultades para convencer a los viajeros conservadores de que son alternativas confiables y respetables a ANA y JAL, los grandes participantes actuales.
La creciente expansión de los viajes aéreos en Asia se topa con mayores tensiones por la disponibilidad que hay en el mundo de tripulación de vuelo y personal técnico. En un informe sobre el panorama que publicó Boeing el año pasado se pronostica que la industria de la aviación necesitará 617 mil nuevos pilotos comerciales entre 2016 y 2035, una demanda que lidera la región Asia-Pacífico, que representa más de un tercio.
Las dos principales líneas de Japón ya se encuentran en una lucha para contratar pilotos y amplían sus programas de capacitación en un país donde solo unas cuantas decenas de personas al año se gradúan del Civil Aviation College.
Pero a las aerolíneas japonesas de bajo costo se les prohíbe capacitar pilotos desde cero, por lo que se ven obligadas a entrar a un mercado de contrataciones donde sus marcas son menos conocidas o atractivas para la tripulación con experiencia que necesitan.
La capacidad de Peach para contratar utilizando la marca ANA, dijo un funcionario de la aerolínea, puede marcar una importante diferencia. Fue solo después de la liberalización en 2012 que Japón permitió que el mercado de bajo costo cobrara vida.
