Viajeros en Estados Unidos experimentaron cierto alivio este viernes, ya que las aerolíneas lograron mantener la mayoría de sus vuelos programados, aunque se registraron más de mil cancelaciones, principalmente a consecuencia del cierre del gobierno federal.
Pese a ello, persiste la incertidumbre, pues se prevé que en los próximos días aumenten las cancelaciones para cumplir con la orden de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), que instruyó reducir operaciones en los aeropuertos con mayor tráfico del país.
La medida responde al incremento de ausencias entre los controladores aéreos, quienes llevan casi un mes sin recibir salario debido al cierre gubernamental prolongado.
Interrupciones persisten
Aunque algunos pasajeros se vieron obligados a modificar sus planes o recurrir a autos de alquiler, las cancelaciones del viernes representaron una fracción mínima del total de vuelos en territorio estadunidense.
Sin embargo, en los 40 aeropuertos afectados —entre ellos Atlanta, Dallas, Denver y Charlotte— continuaban registrándose cancelaciones de último momento y largas filas en los puntos de seguridad.
Las aerolíneas prevén interrupciones limitadas durante el fin de semana y aseguran que los vuelos internacionales no se verán afectados.
No obstante, el secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que si el cierre se mantiene y más controladores se ausentan tras no recibir su segundo pago, pues la reducción de vuelos podría pasar del 10 por ciento actual al 20 por ciento.
Principales aeropuertos afectados
En aeropuertos como el intercontinental George Bush de Houston, las filas de seguridad se extendían por todo el recinto.
Algunos viajeros, como Cara Bergeron, describieron una situación sin precedentes.
Otros, como Karen Soika, enfrentaron reprogramaciones de último momento y cambios de aeropuerto.
El cierre del gobierno ha afectado directamente la operación aérea. Según FlightAware, el viernes se cancelaron más de mil vuelos, cinco veces más que el día anterior.
El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan fue el más impactado, con un 18 por ciento de vuelos cancelados, seguido por O’Hare, Atlanta, Denver y Dallas-Fort Worth.
Delta Air Lines suspendió alrededor de 170 vuelos, mientras que American Airlines recortará unos 220 vuelos diarios hasta el lunes y Southwest eliminó 120 rutas el viernes.
La FAA informó que los recortes iniciaron con el 4 por ciento de los vuelos en los aeropuertos más transitados y aumentarán hasta un 10 por ciento durante la próxima semana.
Las aerolíneas han intentado mitigar los efectos concentrando los recortes en rutas regionales y reubicando a la mayoría de los pasajeros afectados.
Aun así, el impacto podría extenderse si el cierre continúa, afectando no solo al transporte de personas, sino también al movimiento de carga aérea, que representa casi la mitad de los envíos del país.
La FAA sostiene que las reducciones buscan aliviar la presión sobre los controladores, quienes enfrentan jornadas extensas y estrés acumulado.
Aunque un eventual fin del cierre aliviaría la situación, la agencia señaló que los recortes permanecerán vigentes hasta garantizar la seguridad operativa.
Mientras tanto, aeropuertos como el de Denver han implementado medidas para apoyar a sus empleados federales, incluyendo bancos de alimentos y solicitudes para usar ingresos del aeropuerto en el pago de sueldos, aunque aún sin respuesta oficial.
¿Qué hacer si mi vuelo fue cancelado?
Según el Departamento de Transporte de Estados Unidos, los pasajeros con vuelos cancelados tienen derecho a reembolso, aunque las aerolíneas no están obligadas a cubrir gastos adicionales como hospedaje o alimentos, salvo que la causa esté bajo su control.
Expertos del sector advierten que la incertidumbre complica la planeación operativa de las aerolíneas.
Kerry Tan, académica de la Universidad Loyola Maryland, señaló que la falta de claridad sobre la duración del cierre impide que las compañías optimicen sus operaciones.
En tanto, asesores de viaje recomiendan a los pasajeros mantener la calma, monitorear constantemente el estatus de sus vuelos y llegar con antelación a los aeropuertos.
AG