Para Donald Trump la masacre en el bar Pulse de Orlando es consecuencia directa del Islam radical y no de la laxa reglamentación de armas en Estados Unidos.
Sin embargo, datos históricos sobre tiroteos demuestran que los saldos más sangrientos del radicalismo islamista en suelo estadunidense no se comparan con la violencia criminal doméstica cotidiana.
En las primeras horas del domingo 12 de junio, el pre candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos relacionó directamente el asesinato de 50 personas en el Bar Pulse con la llegada "a raudales" de migrantes musulmanes, provenientes de Medio Oriente. Los culpó de traer con ellos la ideología radical del Estado Islámico y de efectuar ataques terroristas en territorio estadunidense.
"Muchas de ellas (musulmanes migrantes) no son diferentes a este tipo de ayer que realizó este acto horrible", dijo en entrevista con la cadena Fox.
No obstante, de acuerdo con datos de la organización no gubernamental Gun Violence Archive, asentada en Washington DC, desde el 1 de enero de 2015 al 15 de junio de este año se han registrado 471 tiroteos masivos en Estados Unidos, de los cuales sólo tres han sido identificados como actos terroristas por el Buró Federal de Investigación (FBI).
Se trata de la reciente masacre en Orlando, el tiroteo en San Bernardino, California, del 2 de diciembre de 2015, y de un tiroteo el 16 de julio de 2015 en Chattanooga, Tennessee.
Sólo uno de los cuatro terroristas que participaron en estos eventos no tenía la ciudadana estadunidense (Tashfeen Malik, de Pakistán, coautora del ataque en San Bernardino), uno más era un migrante que había llegado a Estados Unidos a los 6 años y había obtenido la ciudadanía (Muhammad Youssef Abdulazeez, homicida de Chattanooga); dos más nacieron en Estados Unidos (Omar Mateen, el homicida de Orlando y Rizwan Farook, de San Bernardino)
En estos tiroteos, al menos inspirados por la ideología de Estado Islámico, hubo 72 personas asesinadas y 70 heridas. En tanto, los 468 tiroteos masivos que no fueron considerados actos terroristas dejaron 508 víctimas mortales y mil 818 heridos.
Es decir, en el último año y medio, por cada persona asesinada o herida en suelo estadunidense por actos terroristas, 33.2 personas fueron víctimas en tiroteos masivos.
Los datos de Gun Violence Archive, cuya fuente es primordialmente hemerográfica, no permiten saber la raza, nacionalidad o afiliación política de los atacantes. Actualmente el gobierno de los Estados Unidos no cuenta con una base de datos oficial que contabilice todos los hechos violentos con armas de fuego a detalle.
Un mar de armas