DOMINGA.– A lo largo de siete meses, en 2 mil 900 páginas de mensajes enviados a través de Telegram, republicanos electos y dirigentes de grupos locales de jóvenes activistas del partido en Nueva York, Vermont, Arizona y Kansas utilizaron un lenguaje racista y homófobo e invocaron con ligereza a Hitler y el Holocausto.
Los textos, de los que ‘Politico’ informó el martes, formaban parte de un chat, llamado “RESTOREYR WAR ROOM”, de una decena de republicanos centennials y millennials, algunos de los cuales ocupaban puestos en oficinas de cargos electos o en puestos gubernamentales. Los intercambios mezclaban la política con los asuntos personales, entretejidos en todo momento con un lenguaje ofensivo que chocaba por su intensidad y pensamiento de grupo.
Peter Giunta, jefe de gabinete de Mike Reilly, asambleísta por Nueva York, publicó: “Amo a Hitler” y escribió: “Si tu piloto es una ella y luce diez tonos más oscuros que alguien de Sicilia, acaba ahí. Grita la palabra ‘no’ ‘no’”.

En otro momento, según ‘Politico’, le preguntaron a Giunta si estaba viendo un partido de la NBA, y respondió: “Iría al zoológico si quisiera ver a un mono jugar a la pelota”. En un mensaje de junio, escribió que “todos los que voten no irán a la cámara de gas”.
William Hendrix, vicepresidente de los Jóvenes Republicanos de Kansas, utilizó insultos racistas contra las personas negras: “El tipo está en un restaurante de pollos pidiendo su comida. ¿Se le antoja un poco de sandía y ‘kool aid’ con eso?”. Y Samuel Douglass, senador del estado de Vermont, respondió a un chat sobre “una mujer india muy obesa” con: “Es que no se bañaba muy seguido”.
Político informó de que los calificativos aparecieron más de 251 veces.
Los altos dirigentes republicanos no se han pronunciado
Los textos, que ‘The New York Times’ no ha visto, han creado una tormenta de fuego, poniendo a los líderes republicanos a la defensiva. Muchos funcionarios estatales han condenado los textos, que se produjeron entre enero y agosto, y algunos de quienes participaron en los chats han perdido sus empleos o han sido llamados a renunciar.
Pero algunos altos dirigentes republicanos, incluido el presidente Donald Trump, no se han pronunciado, y otros han restado importancia a los mensajes de texto. El vicepresidente JD Vance los comparó con “cualquier cosa que se dijera en un chat de grupo universitario”, aunque muchos procedían de cargos locales del partido y no de estudiantes universitarios.

La aparición de los mensajes de texto y las reacciones dispares que suscitaron entre los republicanos revelaron no sólo una división en el partido, sino también, para algunos, una comodidad con una retórica que en otro tiempo se habría denunciado rutinariamente. En la extrema derecha, algunos sugirieron que cualquier condena del discurso racista, sexista y homofóbico era una traición a la causa conservadora.
“Unos cuantos universitarios hacen bromas subidas de tono en un chat de grupo y los conservadores se ponen a denunciar y repudiar y a pedir despidos y dimisiones”, publicó en X Matt Walsh, comentarista de derecha. “Si sigues jugando con las reglas que establece la izquierda, pero que ni siquiera sigue ella misma, no tienes remedio. Completamente perdido”, añadió.
En un mensaje de texto enviado a ‘The New York Times’ el miércoles pasado, Giunta dijo que asumía “toda la responsabilidad” y pedía disculpas: “Lo siento mucho por los ofendidos por el lenguaje insensible e inexcusable que se encuentra en los más de 28 mil mensajes de un chat de grupo privado”.
En su mensaje al ‘Times,’ Giunta dijo que la culpa de que los chats salieran a la luz fue de una disputa intrapartidaria en Nueva York y de una campaña de “difamación que duró un año”. Ninguno de los otros funcionarios que participaron en el chat respondió inmediatamente a las llamadas y correos electrónicos en los que se les pedía que hicieran comentarios.
Corren los despidos y dimisiones debido a los mensajes de odio
A nivel estatal, algunos participantes se han enfrentado a críticas y repercusiones. Reilly, asambleísta por Nueva York, despidió a Giunta como jefe de personal. El diputado Mike Lawler, considerado uno de los republicanos más vulnerables en las elecciones legislativas de 2026, pidió a los republicanos de Nueva York que hubieran participado en los chats que “renunciaran de cualquier cargo directivo y reflexionaran sobre lo lejos que se han alejado del respeto y la decencia humanos básicos”.
En Kansas, el Partido Republicano del estado disolvió su grupo de Jóvenes Republicanos; uno de sus miembros, que había sido ayudante de Kris Kobach, fiscal general del estado, fue despedido la semana pasada. Y en Vermont, el gobernador Phil Scott, un republicano moderado que votó a Kamala Harris para la presidencia, exigió que Douglass dimitiera del Senado estatal. (La esposa de Douglass, Brianna, funcionaria de los Jóvenes Republicanos de Vermont, también participó en el chat y publicó un comentario antisemita).

La Federación Nacional de Jóvenes Republicanos publicó el martes que estaba “horrorizada por el lenguaje vil e inexcusable” y calificó el chat de grupo de “vergonzoso” e “impropio de cualquier republicano”, añadiendo que los participantes deberían dimitir.
Pero los demócratas han criticado la respuesta de los altos dirigentes republicanos. En un discurso pronunciado el miércoles en el pleno del Senado, el senador Chuck Schumer, líder de la minoría, calificó de “indignante” la reacción de Vance y lo acusó de condenar el discurso político violento “solo cuando sirve a sus intereses”.
“Demasiados republicanos parecen dispuestos a denunciar la retórica violenta solo cuando procede del otro bando”, dijo Schumer. “Pero esos mismos republicanos nunca parecen dispuestos a denunciarla cuando procede de sus propias filas, y eso es peligroso. La retórica política violenta es un ataque contra todos”.
El antecedente demócrata de Virginia en 2022
Los demócratas tienen sus propios problemas con los mensajes de texto. En Virginia, Jay Jones, candidato del partido a fiscal general del estado, se ha disculpado por una serie de mensajes que envió en 2022 en los que comparaba al portavoz republicano del estado con Hitler y Pol Pot, y sugería que merecía ser asesinado.
Los republicanos han exigido a Abigail Spanberger, candidata demócrata a la gobernación de Virginia, que retire su apoyo a Jones. Este ha prometido seguir en la carrera.

Vance, en su publicación del martes, dijo que los comentarios de Jones eran “mucho peores” que los mensajes de texto republicanos. “Me niego a unirme a las reacciones exageradas cuando personas poderosas llaman a la violencia política”, escribió.
El miércoles, Vance redobló la apuesta y dijo que los críticos deberían “centrarse en los problemas reales” y “madurar”.
*David W. Chen cubre las legislaturas estatales, la elaboración de políticas a nivel estatal y las fuerzas políticas que las sustentan.
*Megan Mineiro reporta sobre el Congreso para el Times y forma parte de la generación 2025-26 del Times Fellowship, un programa para periodistas al comienzo de sus carreras.
*Sabrina Tavernise colaboró en la reportería. Georgia Gee colaboró con la investigación.