La élite republicana expande abiertamente campañas de odio contra los migrantes, pero nunca habían sido tan explícitas como durante la segunda jornada de protestas masivas denominadas No Kings Day, cuando el presidente de Estados Unidos se caracterizó a sí mismo como un monarca.
Los dichos y las acciones de los simpatizantes de Donald Trump han sido documentadas por diversas organizaciones civiles, que reportan los excesos y riesgos de ese discurso agresivo.

Trump se mofa de manifestantes en redes sociales
En un video publicado en Truth Social, el mandatario luce una corona y pilota un avión llamado “Rey Trump” que arroja una sustancia marrón sobre los manifestantes.
Horas después, la Casa Blanca difundió una imagen generada con Inteligencia Artificial del mandatario neoyorquino y el vicepresidente, JD Vance, ambos con coronas.
“Pasen todos una buena noche”, decía la publicación.
New media post from Donald J. Trump
— Commentary: Trump Truth Social Posts On X (@TrumpTruthOnX) October 19, 2025
(TS: 18 Oct 21:32 ET) pic.twitter.com/11zWWNQniU
Ante ello, la ira de las mayorías y los partidarios del extremismo conservador escenificaron un intenso debate en la aldea digital.
“La violencia contra los latinos y los inmigrantes está aumentando, y los perpetradores obtienen su inspiración, su mandato y su inmunidad directamente de los niveles más altos de autoridad en el gobierno de Estados Unidos”, argumenta el Centro Robert F. Kennedy de Derechos Humanos, junto con la organización Latino Justice.
“La xenofobia, el racismo y el prejuicio antilatino cobraron (con Trump) aún más impulso en todo Estados Unidos”, señalan las agrupaciones civiles, dejando al descubierto una campaña de odio que se ve y se siente en las calles.
EU cancela programas sociales
El gobierno trumpista desmanteló “programas para igualar oportunidades para grupos de personas injustamente desfavorecidas, los cuales tenían como objetivo promover la equidad en las escuelas y los lugares de trabajo”, argumentan sobre la campaña lanzada por la Casa Blanca.
Esto no solo se posiciona en contra de los esquemas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que existían en la administración federal, sino en general para forzar que cualquier organismo público o institución educativa que los tenga los elimine, so pena de sufrir importantes recortes de financiamiento público.

Este es solo un aspecto de una serie de gestos gubernamentales que se considera que favorecen la intensificación de la violencia contra los latinos y otras minorías étnicas.
Otro es que la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) anunció que rompe su colaboración de décadas con el Centro Legal para la Pobreza del Sur (SPLC, por sus siglas en inglés) y la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), dos organizaciones que realizan el seguimiento del supremacismo blanco y los prejuicios raciales y religiosos.
Huevos de la serpiente, a la vista
Todo esto, en medio de un escándalo provocado por la filtración de dos mil 900 páginas de chats internos de líderes de las juventudes trumpistas en los que describen a los negros como monos; proponen meter a sus oponentes políticos en cámaras de gas, violarlos y llevarlos al suicidio; elogian a jóvenes del Partido Republicano que apoyan la esclavitud y comparten que aman a Adolfo Hitler.

Un día antes del No Kings Day, una encuestadora dio a conocer que el 52 por ciento de los estadunidenses considera que Trump quiere ser monarca de su nación.
Ante ello, el líder republicano no muestra interés por disipar los temores ni por disimular su ambición, sino, por el contrario, respondió compartiendo aquel video donde aparece como piloto de un avión bombardero, desde el que deja caer toneladas de excremento sobre los manifestantes. Y lo hace vestido de emperador.
A nueve meses de iniciado su segundo periodo de gobierno, la popularidad de Donald Trump alcanza sus niveles más bajos. El sondeo semanal de The Economist apunta que el 56 por ciento de los estadunidenses desaprueba su gestión, 39 por ciento la avala y 5 por ciento no sabe. El rey anda desnudo, todos lo ven, algunos lo celebran.
Extremistas justificados bajo "inmadurez"
“La realidad es que los niños hacen estupideces, sobre todo los varones jóvenes”, declaró recientemente el vicepresidente J.D. Vance con respecto a sus copartidarios del chat filtrado a la prensa.
Aunque él tiene 41 años y ellos no mucho menos, de 24 a 35 años, redujo el tema a lo que le parece un aceptable gesto de inmadurez:
“Cuentan chistes atrevidos y ofensivos. Eso es lo que hacen los niños. Y de verdad no quiero que crezcamos en un país donde si un niño cuenta un chiste estúpido, un chiste muy ofensivo y estúpido, esto sea motivo para arruinar sus vidas”, dijo.
Pero sabían lo que hacían. “Si alguna vez se filtrara este chat, nos cocinarían de maravilla”, escribió en el chat Bobby Walker, presidente de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York. De cualquier forma, se explayó.
En una conversación sobre que “los españoles vinieron a América y tuvieron sexo con todas las mujeres”, uno de ellos señaló que no fue sexo sino violación, a lo que Bobby Walker repuso: “Épico”, una manera de expresar que algo es grandioso.

En otro intercambio, el presidente de los Jóvenes Republicanos de Arizona, Luke Mosiman, valoraba si podían dañar a una oponente dentro de su partido ligándola al racismo blanco, pero concluyó que podría ser contraproducente:
“¿Podemos conseguir que empiecen a sacar publicaciones nazis con ella... como propaganda pro-nazi y fascista?”, preguntó al grupo.
“¡Dios mío, me encanta este plan!”, respondió Rachel Hope, coordinadora de eventos de los Jóvenes Republicanos de Arizona.
“El único problema es que perderemos la delegación de Kansas”, advirtió Mosiman.
Peter Giunta, que a principios de año se quedó a sólo seis puntos de ganar la presidencia de la Federación Nacional de Jóvenes Republicanos y es jefe de gabinete de Mike Reilly, un republicano miembro de la Asamblea del estado de Nueva York, se expresó con satisfacción sobre una organización municipal de adolescentes republicanos porque “apoyan la esclavitud y todo eso. Mega basados” (el término “basado” se usa para expresar aprobación ante una idea audaz o controvertida).
“¿Algunas manzanas podridas?”, replicó Kathy Hochul, gobernadora demócrata de Nueva York. “Ellos son el futuro del Partido Republicano”.
Pero puede que reflejen el presente. El miércoles 15 de octubre se reveló que la policía del Congreso investiga una bandera de Estados Unidos con una suástica que, en una transmisión por Zoom, se pudo ver colgada en una pared de la oficina del representante republicano Dave Taylor, de Ohio.
Los grupos de odio se sienten difamados
Más allá de los debates de la extrema derecha juvenil, en la ejecución gubernamental se dan pasos concretos para erosionar la lucha contra el racismo, como el rompimiento de la añeja colaboración del FBI con destacados grupos de derechos civiles.
A lo largo de los años, el Centro Legal para la Pobreza del Sur y la Liga Antidifamación habían realizado investigaciones sobre delitos de odio y grupos extremistas nacionales, capacitación para las fuerzas del orden y otros servicios que proveían al FBI.
Pero según críticas desde el trumpismo, hacer mapeos de las organizaciones que promueven la persecución contra minorías étnicas y religiosas es una difamación injusta contra ellas.
La campaña en su contra creció tras el asesinato del polemista derechista Charlie Kirk, el 10 de septiembre. El grupo Turning Point USA, fundado por Kirk, había sido incluido por el SPLC en una sección del informe titulado El odio y el extremismo en 2024.
Al contrario de otros periodos de la historia, ahora hay pocas esperanzas de que el Poder Judicial contenga o equilibre los abusos del Ejecutivo: en su primer mandato, Trump llenó la Suprema Corte con jueces afines, hasta lograr una mayoría de seis contra un grupo liberal de tres.
Con los togados afines sistemáticamente derrota las impugnaciones a los actos del gobierno.
Un ejemplo de gran impacto es una decisión emitida en septiembre, con la que el alto tribunal, a solicitud de la administración Trump, suspendió la orden de un juez de Los Ángeles que prohibía a las “patrullas itinerantes” de migración capturar a personas en las calles de California e interrogarlas en función de su apariencia, el idioma que hablan, el trabajo que realizan o incluso dónde se encuentran.

Esta sentencia “allana el camino para la discriminación racial durante las redadas y operativos migratorios”, afirmó el American Immigration Council.
“Ahora podríamos ver cómo la administración Trump expande rápidamente las prácticas racialmente discriminatorias del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que ya hemos visto aterrorizar a familias, lugares de trabajo y comunidades en todo el país durante meses”.
Según el juez Brett M. Kavanaugh, quien fue nominado para la Suprema Corte por Trump, cualquier persona puede ser un blanco legítimo para los agentes migratorios encapuchados usando sólo el “sentido común”.
Así, las redes sociales personales de Donald Trump, la Casa Blanca, algunas políticas de gobierno, los chats de líderes republicanos, el FBI, el ICE, los jueces conservadores, los grupos de odio y un tropel de simpatizantes se sintonizan en una posición que justifica el racismo, la xenofobia y las agresiones a migrantes.
El rey anda desnudo, todos lo ven, algunos aún lo celebran.
MD