Para su regreso a la Casa Blanca en un segundo mandato, Donald Trump logró un nivel de apoyo récord de 43 por ciento de los hispanos en las urnas en 2024.
Exactamente un año después de los comicios que lo catapultaron, los votantes latinos de Nueva York, Virginia y Nueva Jersey emitieron un voto de castigo, regresaron a la columna de los demócratas y no apoyaron mayoritariamente a los candidatos republicanos respaldados por el Presidente, de acuerdo con analistas y activistas.
Un día después de la derrota republicana, Trump aceptó el resultado en un desayuno realizado en la Casa Blanca con senadores de su partido.
“No creo que haya sido bueno para los republicanos… No estoy seguro de que haya sido bueno para nadie", declaró el mandatario.
“El cierre del gobierno fue un factor determinante. Perjudicó a los republicanos, y eso fue un factor importante", remató.
Trump propuso nuevamente usar la “opción nuclear” para reabrir el gobierno, refiriéndose al argot utilizado entre los legisladores para imponer la mayoría simple en el Senado y destrabar el presupuesto público.
“Las elecciones mostraron claramente que la comunidad latina está harta del extremismo, del movimiento Make America Great Again (MAGA) y de Trump en particular”, dijo en entrevista Héctor Sánchez Barb, director ejecutivo de Mi Familia Vota, la organización de empoderamiento del voto hispano más activa en Estados Unidos.
“Es una agenda que ellos representan que no se alinea en lo absoluto con las prioridades centrales de la comunidad latina”.
“Lo que pasó en las elecciones en Nueva York, Nueva Jersey y Virginia, sí es claramente un voto de castigo contra Trump y es un mensaje claro que se va a llevar hasta las elecciones de término medio (en noviembre de 2026). El extremismo en el país no es bienvenido y necesitamos candidatos que representen a la clase trabajadora”, señaló.
El senador demócrata de Arizona Ruben Gallego coincide: “Los precios han subido, el empleo ha bajado y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) nos discrimina racialmente en las calles. Esto no es aceptable para los votantes latinos; saldrán a votar en 2026 para proteger a sus familias y a su comunidad”.
Gratitud a las “abuelitas mexicanas”
En Nueva York, 49 por ciento de los hispanos votaron por el demócrata socialista Zohran Mamdani.
El candidato que a regañadientes apoyó Trump, el ex gobernador Andrew Cuomo —quien también es demócrata pero se postuló como independiente tras perder las elecciones primarias— recibió 42 por ciento del voto latino. Por su parte, el aspirante republicano Curtis Sliwa apenas obtuvo 8 por ciento en las urnas.
En su discurso de victoria, Mamdani reconoció el apoyo hispano y de otras minorías.
“Gracias a quienes la política de nuestra ciudad suele olvidar, pero que hicieron suyo este movimiento: los dueños de bodegas yemeníes y a las abuelas mexicanas. A los taxistas senegaleses y a las enfermeras uzbekas. A los cocineros trinitenses y a las tías etíopes. Sí, tías”.
En el agregado general por raza, Mamdani obtuvo 54 por ciento del voto no blanco, frente a 39 por ciento de Cuomo, mientras que entre los votantes blancos el margen se invierte ligeramente, con 46 por ciento para Mamdani y 45 ciento para el ex gobernador.
En Nueva Jersey, la demócrata Mikie Sherril acumuló 68 por ciento del apoyo de los votantes hispanos, mientras que el candidato del presidente, el ex asambleísta republicano Jack Ciattarelli, sólo recibió 31 por ciento del voto hispano.
En Virginia, la demócrata y ex oficial de los Servicios de Inteligencia, Abigail Spanberger, se convirtió en la primera mujer que gobernará esa entidad gracias en parte al apoyo de 67 por ciento de los votantes latinos del estado colindante con Washington DC, frente a 32 por ciento para la republicana afroamericana Winsone Earl-Sears.
“Los republicanos que fantaseaban con asegurarse el voto latino después de 2024 se llevaron una desagradable sorpresa esta noche, y una aún mayor será en 2026”, señaló el representante mexicano americano de California, Joaquín Castro, refiriéndose a las elecciones del martes.
Desánimo hispano
Las encuestas arrojan luz sobre el ánimo del electorado hispano a 10 meses del inicio del segundo mandato de Trump y a un año de su triunfo en las urnas en las elecciones presidenciales cuando obtuvo un apoyo inédito de los hispanos, en especial de los varones de esa comunidad.
Un sondeo realizado por la televisora CBS entre tres mil votantes latinos registrados en todo el país revela que:
“La ansiedad económica sigue dominando el ambiente político de cara a las elecciones de mitad de mandato de 2026. El costo de vida, el empleo y la vivienda superan con creces a otros temas como principales prioridades para el segundo grupo de votantes más grande del país”.
El análisis mostró que si bien la inmigración sigue siendo importante para este electorado cada vez más indeciso, no es el tema principal.
“Ocupa el quinto lugar después de la asequibilidad de la vivienda, el empleo y otros asuntos cotidiano”.
El 53 por ciento de los votantes latinos señala el costo de vida y la inflación como su principal preocupación, seguidos del empleo y la economía (36 por ciento), la vivienda (32 por ciento), la atención médica (30 por ciento) y la reforma migratoria (20 por ciento).
Más de un tercio afirma que la economía está peor que hace un año, mientras que sólo 14 por ciento cree que ha mejorado, según el sondeo.
De la misma forma, 65 por ciento de los votantes latinos encuestados afirman que Trump y los republicanos del Congreso no están haciendo lo suficiente para mejorar la economía y la mitad de los encuestados cree que las políticas económicas del Presidente los perjudicarán personalmente el próximo año.
El 81 por ciento de los votantes latinos afirma que el Congreso no está cumpliendo con su función de control y equilibrio de poderes, y 62 por ciento desaprueba la gestión del Partido Republicano en el Capitolio.
Un porcentaje similar, 61 por ciento, culpa a los republicanos del reciente cierre del gobierno, en comparación con sólo 22 por ciento que culpa a los demócratas.
“Rechazo contundente”
La directora ejecutiva de America’s Voice, Vanessa Cardenas, interpreta también los resultados del 4 de noviembre como un “rechazo contundente” a la agenda de Trump, pero cree que los demócratas cometerían un error si creen que tienen en la bolsa un tanto a su favor respecto a los votantes latinos de todo el país, así como las elecciones intermedias de 2026.
“El reto para los demócratas en las elecciones de medio mandato —y también en la próxima elección presidencial en 2028— es no solamente darle a los latinos una razón para votar en contra de los republicanos, sino también tienen que darles algo por qué votar. No se puede decir todavía que esto significa ahora que los votantes hispanos solo van a apoyar a los demócratas”, dice en entrevista.
Los precedentes muestran ciertamente que las elecciones especiales no son necesariamente un reflejo perfecto del humor nacional. En 2023, los demócratas retuvieron la gubernatura del estado conservador de Kentucky y ganaron un asiento en la Suprema Corte de Justicia de Pensilvania. Un año después, Donald Trump aplastó a Kamala Harris en las elecciones presidenciales.
“Los demócratas todavía tienen que hacer mucho trabajo para convencer a los votantes latinos que sus ideas van a ayudarles a llegar a la clase media, a mejorar económicamente, a tener un mejor sistema de inmigración. Pienso que esta es una oportunidad para ellos, para los demócratas”, señaló Cardenas.
“Esta elección estuvo más motivada por un rechazo a Trump. Yo no diría que es 100 por ciento un voto afirmativo por los demócratas”.
MD