Internacional
  • Detrás de la pasarela: 'Almami' debuta en New York Fashion Week; así fue el proceso

  • La diseñadora mexicana Alma Briseño compartió su experiencia en el mundo de la moda y cómo fue el proceso de 'Girlnaissance', su primera colección en pasarela.
La moda mexicana comienza a tener un espacio en la escena internacional. | Mitya Utkin

La moda en México se reinventa a cada paso y voces emergentes plantean un panorama en el que todo es posible

Algunas ocasiones el camino viene desde la academia, en otras, se forja a través de la experimentación y la práctica; de confeccionar prendas para tus amistades cercanas, quienes a su vez, las comparten con ilusión a otras personas y luego, casi sin darse cuenta, tienes una agenda llena y cientos de personas esperando a conocer tus nuevos diseños.

Es así como Alma Briseño, licenciada en Historia del Arte y Moda por el Instituto Tecnológico de la Moda de Nueva York (FIT, por sus siglas en inglés) y Parsons, creó Almami, una marca de ropa que conjunta lo romántico y lo experimental, y que en septiembre hizo su debut en la Semana de la Moda de Nueva York, mostrando al mundo la importancia de la moda hecha por mujeres desde México.

¿Cómo surgió Almami?

Todo empezó en 2020, con la implementación de la cuarentena por el covid-19, a Alma le obsequiaron una máquina de coser, y aunque en un principio se mostró reacia a utilizarla, el confinamiento dio paso al pasatiempo que cambiaría este periodo de su vida.

“Yo me acuerdo que hasta me molesté un poco porque nunca había expresado que me gustara coser. De hecho yo iba a estudiar diseño de modas, pero decidí no hacerlo porque no tenía ganas de aprender a hacer ropa; como que yo siempre fui más teórica”, recordó la diseñadora en entrevista para MILENIO.
“Entonces, me regalaron la máquina pero yo la guardé como por cuatro meses hasta que un día pensé ‘bueno, voy a aprender a usarla’”.
Alma Briseño es diseñadora e historiadora de modas por Parsons y FIT
Alma Briseño es diseñadora e historiadora de modas por Parsons y FIT. | Especial

Fue así como la diseñadora descubrió un nuevo hobbie, que fue perfeccionando con tutoriales en Youtube e inspiración de Pinterest, además de la ayuda de su tía. Lo primero que hizo fue una totebag; con la popular técnica del upcycling, Alma le “dio una nueva vida” a prendas de segunda mano que tenía en su guardarropas.

“Nada más me aventé (sic) y me puse a coser. Hice mi primer tote, luego me puse a experimentar con mi ropa”.
“La volteaba y veía cómo estaba construida y me puse a calcar eso en telas; aprendí a utilizar telas, creo que eso fue lo más complicado. Aprender a ver qué telas sí puedes usar para hacer un top y qué otras no, cómo es su textura, qué tan elásticas son”, rememoró sobre el proceso de aprendizaje.

Un descubrimiento compartido a voces

Todo nació por una prenda. Entre sus primeras creaciones estuvo un top que hizo para ella, ya que inicialmente solo planeaba confeccionar su propia ropa. Sin embargo, el top le gustó a una amiga suya y a partir de ahí empezó a correrse la voz sobre la naciente marca mexicana.

“Me puse a hacer tops, a una amiga le gustó y me pidió uno; una amiga suya le dijo que también quería uno. Y así se empezó a pasar la voz”.

Como muchos diseñadores emergentes en la actualidad, Instagram fue la plataforma a través de la cual estableció un modo para exhibir sus creaciones.

“Me empezaron a pedir tops y yo pensé ‘bueno, voy a hacer un perfil especial para esto’. Yo lo veía como un hobby. Pensé ‘okay, en lo que veo que hago de mi vida’”.

Y fue así como nació Almami, la cuenta de Instagram a través de la que anuncia sus prendas. La marca comenzó con un pequeño catálogo que incluía tops de mesh, corsets y otras prendas “básicas pero funcionales. Algo que pudieras utilizar en cualquier ocasión”.

Las complejidades de ser autodidacta en México

El camino para ingresar al mundo de la moda en el país es difícil. La tradición dicta empezar desde la academia; sin embargo, para hacerlo, es necesario contar con un aproximado de 100 mil pesos cada semestre y así cubrir los costos de colegiatura en escuelas que imparten la licenciatura en moda.

—¿Es difícil acceder a la información por tu propia cuenta?—

“Sí, sobre todo porque no sabía dónde buscar. Siempre tuve interés por el tema, busqué varios programas de diseño de modas antes como opción para estudiar. También lo investigué porque alrededor de esta época empecé a dar clases de historia de la moda; más o menos sabía cuáles eran los campos que había que cubrir. Pero sí fue complicado encontrar la información porque es difícil”.
“Por ejemplo, si te pones hoy en día a buscar un curso de patronaje, la realidad es que son caros y no están tan disponibles. Tienes que meterte a la universidad. Creo que lo que me ayudó fue ser experimental, autodidacta y orgánica al momento de confeccionar porque yo pensé ‘ok, esto no me está funcionando porque no estoy teniendo acceso a esta información’”.
“Fue ahí cuando empecé a voltear más mi ropa y a investigarla. Compraba piezas de segunda mano y las deshacía para rehacerlas en la tela que yo quisiera para aprender a confeccionar. Considero que también alejarme de la academia más dura del diseño me ha ayudado mucho a llegar a otros caminos muy bonitos también y eso es lo que más me gustaría compartir”.

Los elásticos, la seda y organza fueron de los materiales más complejos en el proceso de formación para la diseñadora. “Aprender a dominar telas es todo un arte” que, con la constante práctica, logró manejar por completo.

“Ya puedo hablar el idioma de las telas, pero debo decir que no fue un camino tan sencillo. Tuve la oportunidad y privilegio de contar con el tiempo para experimentar y eso es lo que me trajo aquí”.
Experimental, autodidacta y orgánica son algunas de las palabras que describen a Alma Briseño
Experimental, autodidacta y orgánica son algunas de las palabras que describen a Alma Briseño. | Mitya Utkin

¿Cuáles son sus mayores fuentes de inspiración?

La experimentación y libertad son dos de los ejes fundamentales en la configuración de Almami, y en su camino dentro de la moda, encontró grandes inspiraciones que resonaron en sus inicios y actualmente siguen haciendo eco en todo lo que crea.

Una de las más importantes es Simone Rocha, una diseñadora de modas irlandesa, conocida por sus confecciones románticas y femeninas. Siguiendo por la misma línea, está Sandy Liang, diseñadora neoyorkina, que conjunta sus raíces culturales con elementos coquette.

“Me inspira la forma en la que ella revisita su infancia y su historia. Su cultura, sus vivencias y lo trae a la ropa”.

Colina Estrada, Mirror Palais, y Selkie son otros sellos que inspiran a la historiadora. Pero lo que admira no solo se detiene en la moda. La fotógrafa canadiense Petra Collins también es un nombre que viene a su mente cuando piensa en lo que la inspira.

Alma ha vestido a diversas personas en la escena mexicana, en ellas encuentra a “las musas” que le inspiran a crear desde un lugar más cercano. Entre ellas está María Bottle, una creadora de contenido a la que le ha confeccionado ropa y a quien admira en demasía.

“La sigo en redes y he podido ver los lugares a los que ha llegado. Fue brutal verla ya en la segunda fila en pasarelas de Fashion Week. Me encanta cómo se viste, me encanta cómo es ella misma, su contenido. Siempre que veo sus outfits me siento súper inspirada y pienso ‘me quiero vestir lindo’”.

Pero la mayor fuente de motivación de la diseñadora está en “sus chicas Almami”, la forma en la que nombra a las mujeres que colaboran, modelan o adquieren sus prendas. Una de las características emblemáticas de la marca es la conexión que tiene con sus clientas, a quienes confecciona ropa con sumo cuidado; cada prenda es hecha a su medida.

“Mis nenas Almami son mi inspiración más grande. Para mí ver a alguien usando mis creaciones lo es todo. Que me digan ‘me encantó lo que me hiciste’, me manden fotos. Me motiva para seguir haciendo piezas, para existir, para vestirme cool”.
“En ocasiones me han mandado outfits con los que pienso ‘ay, yo me voy a vestir así.’”.

Esta relación casi simbiótica le hizo reconocer que para encontrar inspiración no es obligatorio acudir a fashion icons lejanos, sus “chicas Almami” le brindan el impulso necesario para seguir creando.

La diseñadora comenzó su camino en la moda durante 2020
La diseñadora comenzó su camino en la moda durante 2020. | Mitya Utkin

Otro factor imprescindible en el flujo creativo de la diseñadora es siempre volver a las imágenes que la inspiran. A las épocas históricas de la moda que fundamentaron lo que se porta en la actualidad.

—¿Qué buscas transmitir con tus diseños?—

“Siempre es muy importante para mi reiterar el mensaje de las tallas; que no necesitas verte de ninguna forma ni medir cierta altura para vestirte como tú quieras”.

Para la creadora de Almami es fundamental hacer ropa a la medida, por ello, entre sus directrices está “jamás concentrarse en tallas” y otorgarle a cada clienta una prenda confeccionada y concebida desde la diversidad corporal.

“También quiero aportar en la expresión personal. Demostrar que las piezas pueden ser un apapacho para nosotras”.

Sumado a ello, busca mostrar que la moda puede ser accesible. “No necesariamente tiene que ser algo lejano que pienses que nunca podrás conseguir”.

Su sello como diseñadora de modas

“Mi estilo como diseñadora… Definitivamente no me gusta que me encasillen tanto en lo coquette, porque es una tendencia que pasó, pero sí me gusta pensar que me dedico a la coquetería en las piezas”.

Lo coquette fue una tendencia con auge en 2024 que se caracterizó por resaltar la hiperfeminidad, conjuntándola con el uso de colores pasteles, grandes olanes, moños y una estética romántica que recordaba a clásicos del cine como Maria Antonieta de la directora Sofía Coppola o Emma, de Autumn de Wilde. 

Este monumento histórico abrió de par en par las puertas para la producción Marie Antoniette de Sofia Coppola en 2001.
Detrás de cámaras de la película Maria Antonieta de Sofia Coppola. | Especial

En particular, estas películas recrean escenarios del siglo XVIII y XIX, caracterizados por ostentosas prendas de la época usadas por la realeza.

Al pensar en vestidos vaporosos, corsets, telas con diversas capas y una paleta de colores pasteles, es imposible que Almami no venga a la mente. Sobre ello, la diseñadora comenta:

“Me gusta pensar a mis piezas como históricas, pero más contemporáneas. Con siluetas históricas contemporáneas. Muy femeninas”.

Es así como Alma encauza sus ideas, su inspiración y aquellos pensamientos que toman forma a través de creaciones que remiten a la suavidad y la delicadeza, pero nunca dejando de lado lo vanguardista y una producción totalmente artesanal.

La industria de la moda en México: los retos y proyecciones

“Lo percibía como algo que sólo ves en las revistas de chiquita, y pensaba ‘yo jamás estaría ahí’. Pero un día Elle me buscó para hacer fotos, y de pronto, ya estaba en el impreso”.

Alma comenta que gracias a esa oportunidad pudo entrar a una parte del gremio de la moda mexicana que consideraba inaccesible. “Me gustó y conocí gente increíble”. No obstante, es un medio que puede tornarse ríspido cuando algún miembro emergente trata de ingresar.

“También se que es un lugar pesado, muy cerrado; en el que todos se conocen entre ellos y quien entra es el extraño. Ahora ya no estoy tan pegada a esa industria. En realidad sí es una maquinaria que siempre está pensando en lo que sigue, en la novedad; entonces como diseñador pasas rápido de ser lo nuevo a sólo otra marca más que pasó”.
“Entonces, me he alejado un poco de ella y la miro ahora con más distancia, sabiendo cómo funciona”.

Sobre la moda en México, la entrevistada puede dividirlo en dos vertientes: la parte que se enfoca en los nuevos diseñadores, en apoyar a marcas locales y a emprendedores. Estas iniciativas permiten explorar otros lugares desde los que es posible hacer moda. Y por otro lado, está la industria que se muestra inaccesible para las marcas pequeñas, y apoyan únicamente a quienes son parte de ese exclusivo círculo.

—¿Has tenido alguna mala experiencia en este ámbito?—

“No lo calificaría como experiencias malas o desagradables, pero sí me ha ocurrido con marcas a las que yo admiraba mucho que cuando conocí a las personas que estaban detrás fueron tajantes y solo me ignoraron. Son diseñadores que están en lo suyo y hacen caso omiso de las demás”.
“Me gusta pertenecer a una parte de la industria en la que somos una comunidad de diseñadores locales chiquitos, que nos apoyamos entre todos. Cuando llego a rozar con la otra industria, me la paso bien y agradezco las invitaciones, pero tengo presente lo difícil poder acceder a ello”.
Un gremio de la moda mexicana busca apoyas a nuevos diseñadores, marcas locales y emprendedores
Un gremio de la moda mexicana busca apoyas a nuevos diseñadores, marcas locales y emprendedores. | Mitya Utkin

Así fue su experiencia en New York Fashion Week

Almami llegó a Nueva York porque la agencia Runaway 7, un productora de pasarelas tanto para diseñadores emergentes como para marcas globales, contactó a la diseñadora. La propuesta consistía en elegir un plan que contemplaría lo necesario para el desfile. Alma eligió el básico, que incluía cinco looks.

“Todo el año previo al runway estuvimos organizando todo por Zoom, llamadas, correos y mensajes”, recordó la entrevistada sobre el proceso administrativo previo al evento.

—¿Estableciste Fashion Week como meta? —

Jamás pensé que iba a llegar ahí. La verdad es que no fue una meta. Sí me había planteado el objetivo de hacer una pasarela, pensaba ‘quizás en un par de años’”.
“Pensaba que eventualmente haría un runway en la Ciudad de México, pero que mi primera ocasión fuera en Nueva York, jamás fue una meta. Hasta el día de hoy sigue siendo algo sorprendente”.

Alma recuerda la complejidad emocional que también significó esta fase. 

“Requiere de mucha templanza mental. Los meses antes del evento no pensé en otra cosa. Todo era pasarela, pasarela, pasarela”.

Así fue el proceso para crear Girlnaissance

Alma realizó durante todo un año Girlaissance, la colección especial para la pasarela en Nueva York. Al principio consideró hacer piezas complejas en las que cada confección fuera un trabajo de semanas, pero pronto notó que el mejor camino para mostrar su sello sería “hablar desde la sinceridad del corazón” y fue así como llegó a las texturas y formas ideales.

“Basé cada uno de los looks en un personaje histórico”, compartió la creadora, recordando a su vez, su pasado como profesora de Historia de la Moda.

Para ello, revisitó documentales e indagó en la historia de los textiles. Cuando la fecha estuvo próxima, comenzó a armar la colección: trazó los bocetos y buscó las telas específicas para darle vida a aquellos diseños que cobrarían vida en la pasarela estadunidense.

“Hice una base de los bocetos, pero a partir de ahí fui experimentando con las formas, las siluetas y sus texturas. Ahí empezó la preparación dura”.

En su campo creativo siempre prevalece la historia. Específicamente la de los textiles y siluetas en la moda. Por ello quiso remarcar la fuerza política de las telas, y sobre todo, de las mujeres que crean prendas y de quienes las portan.

“Muchas de las telas que usamos actualmente fueron políticas y simbólicas en su época. Como el tartán en Escocia. Por eso diseñadores como Vivienne Westwood y Alexander McQueen lo llevaron a Inglaterra”, explicó la docente en moda.
Vivenne Westwood fue una reconocida diseñadora inglesa
Vivenne Westwood fue una reconocida diseñadora inglesa. | Especial

—¿Cuál fue la sensación de ver tus diseños en la pasarela?—

“No lo puedo describir con palabras. Fue el único momento de mi vida en el que he estado cien por ciento segura de mí. Como que el síndrome del impostor siempre está al tope; estoy en una industria en la que te hace cuestionar si lo que haces es valioso o no. Pero en ese momento no tuve ninguna duda de mi misma ni de lo que estaba haciendo”.
“Verlo en la pasarela me hizo sentir segura. Hice lo que tenía que hacer, exactamente como me lo imaginé. Fue una explosión de seguridad, autoconfianza y seguridad que nunca había percibido”.

—¿Cuál fue el mayor desafío?—

“Hubo muchísimos. Dos de las modelos que escogí no llegaron y tuve que improvisar. El fitting (proceso de pruebas y ajustes en las prendas) fue muy estresante porque hice todas las piezas sin saber quiénes serían las modelos; no sabía medidas ni nada”.

Entre los obstáculos de estar en otro país estuvo que no contaba con sus herramientas, y por ejemplo, sin máquina de coser, tuvo que hacer todos los arreglos a mano.

La tensión tras las bambalinas se sintió al máximo. “Hay estrés, están maquillando a las modelos, no sabes quién va a llegar”. En el proceso perdió uno de sus vestidos, llegaron modelos no contempladas, y diversas situaciones que ahora Alma narra casi con emoción, “eso le dió chispa a la experiencia”, se sinceró.

El mayor reto sin duda fue trasladarse a otro país. “Es complicadísimo llevarte ropa en maletas; los zapatos. Llega y plancha todo, vuélvelo a alisar porque ya se arrugó”.
Ver sus diseños en la pasarela le dio una sensación de orgullo y satisfacción a Alma
Ver sus diseños en la pasarela llenó emoción, autoconfianza y seguridad a Alma. | Mitya Utkin

Llevar maletas repletas de ropa recorriendo las estaciones en el Metro de Nueva York; cuidar que los accesorios de vidrio soplado no se rompieran. “Tuve la fortuna de contar con un equipo precioso pero sí es un reto enorme hacerlo en un lugar distinto”.

Una mujer mexicana en el mundo de la moda estadunidense

En esta experiencia Alma pudo ver que la mayoría de los diseñadores presentes eran hombres. Y aunque muchas prendas eran “para mujer”, predominó la moda dirigida al público masculino.

Actualmente el 80 por ciento de los puestos en dirección creativa de marcas de lujo son ocupados por hombres, de acuerdo con un estudio del medio español Artículo 14. A pesar de que el público y las compradoras en su mayoría son mujeres, la administración sigue corriendo por manos masculinas.

“Todas las personas que conozco que estudian moda, que me piden entrevistas o me invitan a sus pasarelas son mujeres. Pero es muy fuerte pensar que aún con esta mayoría, el día de mañana puede que su jefe sea un hombre”, confesó la diseñadora.

Respecto a su posición como mexicana, Alma reconoció que actualmente existe “un ambiente muy tenso” respecto a la situación migratoria actual.

“Sí fue algo que me puso tensa. Tuve la fortuna de que no hubo tantos problemas para que me dieran la visa, porque la renové. Pero iba preocupada, por un momento creí que no iba a poder ir. Al cruzar la frontera te preguntan muchas cosas”.
Aunque la industria de la moda está repleta de mujeres, los directivos de los grandes sellos son hombres
Aunque la industria de la moda está repleta de mujeres, los directivos de los grandes sellos son hombres. | Mitya Utkin

Cabe mencionar que la diseñadora vivió en Estados Unidos en 2020, mientras estudiaba moda, y reconoce que “era un ambiente muy diferente”. Cuando comentaba a las personas que era mexicana, la gente se emocionaba mucho más, “yo nunca he ido, pero quiero ir”, le respondían. Pero en esta ocasión sintió cierta reticencia cuando su lugar de origen salía a la conversación.

“No te sientes muy segura diciendo que eres mexicana en Estados Unidos; y fue una sensación que nunca había vivido”.
“También noté una predilección de la agencia hacia los diseñadores que son de Nueva York. Si eras de ahí, te dejaban entrar a todos lados, te llenaban de privilegios. Y sí hubo creadores de otras nacionalidades quejándose al respecto”.

Respecto a la industria mexicana en particular, y latina en general, detalló que hay diseñadores que no son mexicanos, ni tienen ascendencia directa mexicana “queriendo hacer creer que hay algo pasando en Norteamérica con México y su cultura, cuando en realidad no es así”.

“La industria de la moda en Nueva York siempre ha sido por y para Estados Unidos. Es un país cuya moda siempre ha sido muy patriota. Tienen sus marcas de nicho que adoran. Son gringas y les encantan”.
“Como en Europa, que tienen sellos de los que están muy orgullosos y es difícil que dejen entrar a otros. Lo mismo en Estados Unidos”.

Explicó que aunque hay marcas, como Campillo, que logran entrar a la industria, eso no quiere decir que el gremio en sí esté haciendo un campo para la comunidad latina. La supuesta visibilidad, no garantiza una total inmersión en el mundo de la moda norteamericana.

Las políticas migratorias de Donald Trump también afectan al gremio creativo
Las políticas migratorias de Donald Trump también afectan al gremio creativo. | Mitya Utkin
“Leí un artículo en el que decían que la única marca latinoamericana que estuvo en Fashion Week fue Campillo, cuando no fue así. Hubo muchísimas. Y ni siquiera hablo de la mía u otras pequeñas. Creo que ese artículo muestra muy bien lo que está pasando. No dejan que nadie entre”.

Pero puede identificar un contraste con los consumidores de moda estadunidenses, quienes, cuando vienen a México adquieren prendas, visitan concept stores y tienen interés por conocer marcas nuevas.

“Definitivamente sí hay mucho interés en ese ámbito, pero que tú puedas llegar allá y tener un espacio, no. Creo que lo que está pasando actualmente en Estados Unidos (la política migratoria) se refleja en todos los aspectos”.

Así se vislumbra el futuro para Almami

Después de su experiencia en una Semana de la Moda internacional surge la pregunta “¿qué sigue para la marca?”, a lo que la diseñadora respondió que las ganas de diseñar están más vivas que nunca

Ahora se centrará en las piezas de su catálogo, dejando un poco los customs para poner como prioridad a sus clientas atentas a las siguientes agendas. “Quiero que la mayor cantidad de personas tengan Almami en sus manos”.

Alma adelantó para MILENIO que hará una exposición con las prendas que Almami llevó a Nueva York, con un pop up para que todas las personas que quieran conocer los diseños puedan verlos. El evento estará acompañado de una proyección de la pasarela. Y venderá piezas únicas de la marca.

En cuanto a sus objetivos a largo plazo, la vista apunta a la Semana de la Moda en Copenhague.

“Mi sueño es llegar al Copenhague Fashion Week. Es mi sueño más íntimo y todo lo que haga a partir de ahora será para llegar a ese día”.
Quiero demostrarme que puedo llegar a cumplir otro sueño así de grande en algunos años. Quizás con una agencia como Runaway 7. Veremos que pasa. Eso sigue para Almami. Mucha costura y seguir aquí, existiendo por ustedes”, concluyó Alma.
Tras su experiencia en pasarela, la diseñadora tiene más ganas de crear que nunca
Tras su experiencia en pasarela, la diseñadora tiene más ganas de crear que nunca. | Mitya Utkin

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Mina Dander
  • Mina Dander
  • Egresada de Letras Hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista en la sección de Internacional. Me gustan las historias: verlas, leerlas, escribirlas y sobre todo, editarlas.
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