En el futbol, los proyectos hablan más que los discursos y si hay un continente que lo ha entendido, ése es Asia. Mientras buena parte del mundo sigue buscando fórmulas para construir selecciones femeniles competitivas, Corea del Norte y Japón han hecho del trabajo de base una política nacional, no una apuesta temporal.
Su éxito no se explica por talento espontáneo ni por inversión desmedida, sino por algo más escaso y valioso: coherencia.
Coherencia en los procesos, en los objetivos y en la continuidad, una palabra tan simple y tan ausente en muchas federaciones, que ha sido el cimiento de un modelo que hoy domina las categorías juveniles del futbol mundial.
Corea del Norte volvió a conquistar el mundo con su futbol. En Marruecos, ante un escenario que parecía reservado para potencias europeas, la selección Sub 17 femenina del país asiático derrotó 3-0 a Países Bajos y conquistó su cuarto título mundial en la categoría, reafirmando su supremacía en las divisiones formativas del futbol femenil.
El bicampeonato (2024 y 2025) no es una casualidad: es el reflejo de una estructura deportiva diseñada con precisión, una disciplina férrea y una visión de desarrollo que ha convertido al país más hermético del planeta en una fábrica de talento y resultados.
Corea del Norte no solo lidera el palmarés Sub 17 con cuatro coronas (2008, 2016, 2024, 2025), sino que también mantiene la hegemonía mundial en categorías menores, al ser la vigente campeona Sub 20. Ninguna otra nación ha conseguido dominar dos escalones de formación de manera simultánea.
UN MODELO DE ÉXITO SILENCIOSO
A diferencia de los reflectores mediáticos que acompañan a selecciones como España, Estados Unidos o Japón, Corea del Norte ha construido su imperio futbolístico lejos de los titulares, pero cerca de la excelencia.
En Marruecos 2025, su paso fue perfecto: siete victorias en siete partidos, 25 goles a favor y apenas tres en contra. Una campaña inmaculada que se sostiene sobre la base de una planificación que abarca desde la detección de talento en edad escolar hasta la formación universitaria.
La estructura deportiva norcoreana opera bajo un principio simple: cada generación debe dejar un legado.
Sus selecciones femeniles no improvisan. Entrenan conceptos de juego estructurados, repiten automatismos y priorizan el trabajo colectivo por encima del lucimiento individual. Esa filosofía, tan coherente como implacable, ha convertido al país en una potencia silenciosa, pero constante.
"Su futbol es una extensión de su sistema educativo: riguroso, disciplinado, con tareas definidas. No hay margen para la distracción", escribió la analista japonesa Tomoko Nishida tras observar al conjunto norcoreano en la fase de grupos.
LA ESTADÍSTICA COMO RESPALDO
Los números no mienten. Desde la creación del Mundial Femenil Sub 17 en 2008, Corea del Norte ha estado presente en al menos cinco finales y ha ganado cuatro títulos, más que cualquier otro país en el planeta.
En el palmarés histórico, su dominio es absoluto:
- Corea del Norte | 4 títulos en 2008, 2016, 2024 y 2025 | 8 participaciones
- España | 2 títulos en 2018 y 2022 | 7 participaciones
- Japón | 1 título en 2014 | 9 participaciones
- Corea del Sur | 1 título en 2010 | 5 participaciones
- Francia | 1 título | 2012 | 4 participaciones
Con esos cuatro títulos, Corea del Norte supera a todos sus competidores y se consolida como la escuela más prolífica del futbol juvenil femenino.
Según reportes de la FIFA, el combinado norcoreano es también el que más partidos ha ganado en la historia del torneo, con una efectividad que supera el 70 por ciento. Y lo hace sin recurrir a figuras mediáticas ni a ligas profesionales multimillonarias, sino con un sistema de desarrollo interno sostenido por el Estado.
EL LABORATORIO DEL FUTBOL FEMENINO
El país cuenta con una red de escuelas deportivas estatales, en las niñas con aptitudes son detectadas desde los 10 u 11 años. A partir de ahí, se integran a un circuito competitivo escolar y regional que se replica en las universidades deportivas del país.
Cada etapa está supervisada por el Comité de Deportes de la RPDC, que coordina tanto la formación técnica como la educación académica.
Las jugadoras viven en régimen de internado, con rutinas diarias que combinan estudio, entrenamiento, sesiones tácticas y preparación mental.
Esa estructura, que en otros contextos podría parecer rígida, ha dado resultados sobresalientes.
En cada generación, Corea del Norte produce futbolistas con un dominio técnico y una fortaleza mental que pocas selecciones logran igualar. El resultado es un futbol compacto, vertical, sin improvisación: un equipo que ejecuta planes, no que los inventa.
"En Corea del Norte, el futbol se enseña como una ciencia exacta", comentó un técnico de la AFC. "No hay lugar para la casualidad: cada jugada, cada pase, cada tiro ha sido practicado cientos de veces".
JAPÓN, LA OTRA CARA DE LA EXCELENCIA ASIÁTICA
Mientras Corea del Norte domina desde la disciplina colectiva, Japón ha construido su propio modelo de éxito basado en la técnica, la inteligencia táctica y la integración con su liga profesional, la WE League.
Las japonesas fueron campeonas del mundo en 2014 y han sido subcampeonas y semifinalistas en varias ocasiones.
El contraste entre ambas naciones explica el poder asiático en el futbol femenil juvenil: Corea del Norte representa la estructura estatal; Japón, la institucionalización del deporte profesional.
Ambas comparten la misma esencia: planificación, constancia y una obsesión por la formación desde la base.
- Corea del Norte | 7 apariciones | 4 títulos | Enfoque formativo: sistema estatal, disciplina táctica
- Japón | 9 apariciones | 1 título | Enfoque formativo: técnica y profesionalización temprana
- China / Corea del Sur / Australia | 4 participaciones / 5 particiopaciones / 0 participaciones | Enfoque formativo: en desarrollo, sin continuidad
- Tailandia y Vietnam | 0 participaciones | Sin proceso
Every #U17WWC winner through
— FIFA Women's World Cup (@FIFAWWC) November 9, 2025
the years. ???? pic.twitter.com/cwW3U3wIRt
ASIA, EPICENTRO DE LAS DIVISIONES MENORES
En la última década, Asia ha desplazado a Europa y América como la región más exitosa en categorías femeniles juveniles.
Entre Sub 17 y Sub 20, las selecciones de Corea del Norte y Japón suman cinco campeonatos mundiales desde 2008, mientras que Europa y América apenas acumulan tres en conjunto.
- *Asia (Corea del Norte, Japón) | 3 títulos Sub 17 | 2 títulos Sub 20
- *Europa (España, Alemania) | 2 títulos Sub 17 | 1 título Sub 20
- *América (EE. UU., México) | 0 títulos Sub 17 | 1 título Sub 10
*Títulos conseguidos en los últimos 10 años
El modelo asiático se ha convertido en referencia mundial. Su éxito no proviene de la inversión millonaria, sino de la estandarización de procesos técnicos y la continuidad de proyectos, una lección que federaciones de otros continentes comienzan a estudiar.
MENTALIDAD Y PROPÓSITO
Las jugadoras norcoreanas no sólo destacan por su técnica; lo hacen por su mentalidad. En cada celebración, en cada gesto, se percibe un sentido de propósito colectivo.
El himno nacional se entona con lágrimas, los abrazos son formales, los festejos medidos. En el futbol de Corea del Norte no hay espacio para el ego: el triunfo pertenece al grupo, al país.
"Ganar es un deber, no un privilegio", escribió un periodista surcoreano durante el Mundial. Y esa frase resume la filosofía norcoreana: competir no por fama ni por dinero, sino por representar la perfección del esfuerzo colectivo.
EL ESPEJO DE MÉXICO Y EL RESTO DEL MUNDO
Para México, que consiguió un histórico tercer lugar en Marruecos 2025, la hegemonía coreana es un referente y una motivación.
Mientras las selecciones latinoamericanas aún buscan consolidar sus estructuras formativas, Corea del Norte demuestra que el éxito no depende del tamaño del país ni del presupuesto, sino de la coherencia del proyecto.
El técnico Miguel Gamero, responsable del Sub 17 femenil mexicano, lo explicó de esta forma.
"Es una categoría de desarrollo y creo que nosotros tenemos que confiar mucho en la jugadora, que se atrevan y eso nos puede ayudar a que estos escenarios se les vayan haciendo más normal, para que cuando lleguen a Sub 20 o mayor, lo hagan más enteras… México se ha ganado un respeto. Hubo muy buenos comentarios y creo que México ahora queda bien posicionado, bien visto a nivel Sub 17 femenino".
"Se ha ganado un respeto" es una frase poderosa: porque significa que México, por primera vez, se codea con los mejores, pero también que hay mucho por aprender del modelo asiático.
UNA HEGEMONÍA SIN FECHA DE CADUCIDAD
A la distancia, Corea del Norte sigue siendo un enigma deportivo. Sin acceso libre a sus entrenamientos ni jugadoras en ligas extranjeras, su futbol se mantiene en una burbuja de hermetismo, pero sus resultados hablan por sí solos: cuatro títulos mundiales Sub 17, dos campeonatos Sub 20, y una generación tras otra de futbolistas que parecen formadas en un laboratorio.
Mientras Europa busca equilibrar su sistema profesional y América consolida su estructura, el gigante asiático avanza sin pausa. Su dominio no parece tener fin.
Y aunque el resto del mundo apenas intenta descifrar la fórmula, en Pyongyang ya se entrena la próxima generación de campeonas.
LA CUNA DEL FUTURO
El futbol femenil coreano es más que una historia de éxito: es una lección de constancia, organización y propósito.
En tiempos en los que la velocidad y la inmediatez dominan el deporte, Corea del Norte demuestra que la paciencia, la estructura y la disciplina pueden construir imperios duraderos.
Con cuatro títulos en el bolsillo y una maquinaria que no deja de producir talento, el país más cerrado del mundo se ha abierto paso en el escenario global.
Y lo ha hecho con una contundencia que obliga a todos, de Tokio a Ciudad de México, a mirar hacia Asia para entender cómo se forja el éxito en el futbol femenil del siglo XXI.
RGS