La cocina italiana no solo se come: se vive, se recuerda y se comparte. Desde Nueva Delhi llegó la confirmación de algo que millones ya sabían por tradición familiar, historia o simple emoción al sentarse frente a un plato de pasta humeante: la gastronomía italiana es uno de los grandes lenguajes universales del mundo.
Este 10 de diciembre, la Unesco la inscribió de manera oficial en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, reconociéndola como un legado emocional, identitario y profundamente humano que ha trascendido las fronteras de Italia durante generaciones.
¿Por qué la Unesco reconoció la cocina italiana?
El Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco anunció la decisión durante su vigésima sesión en Nueva Delhi, destacando que la cocina italiana se ha convertido en “un modelo de identidad sociocultural”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, celebró la inscripción y la calificó como “un reconocimiento histórico que honra al pueblo italiano, celebra nuestra identidad y da a conocer nuestro estilo de vida”.
Para la Unesco, la práctica culinaria italiana no es solo un conjunto de platos, sino un sistema cultural que transforma la mesa en un lugar para expresar afectos, crear diálogos y compartir ideas.
La decisión fue adoptada durante la vigésima sesión del organismo en Nueva Delhi, que valoró la cocina de Italia como un "sistema unificador que transforma el tiempo compartido en la mesa en una herramienta para expresar sentimientos, construir diálogos o compartir ideas".
El expediente presentado por Italia subraya la evolución de la gastronomía del país, que parte de una tradición de “cocina pobre”, basada en el aprovechamiento de ingredientes, la creatividad y la sostenibilidad.
Con el tiempo, esta herencia se convirtió en la llamada cucina degli affetti —la “cocina de los afectos”—, un patrimonio sentimental que une a generaciones y mantiene conectada a la diáspora italiana alrededor del mundo.
La propuesta destaca que esta cocina ha crecido gracias al intercambio cultural: influencias de distintos países han enriquecido sus métodos y sabores sin perder su esencia de respeto mutuo y convivencia.
Una diversidad regional que define a Italia
La Unesco también valoró la inmensa pluralidad culinaria del territorio italiano.
Entre los ejemplos mencionados destacan:
- Los risotti del norte.
- El prosciutto de Emilia Romagna.
- Las carnes regionales.
- Las pastas rellenas, como los icónicos tortellini.
Un mosaico gastronómico que refleja la geografía, la historia y el espíritu comunitario del país.
Los antecedentes: del arte pizzero a la trufa
Con esta inscripción, Italia alcanza 21 manifestaciones culturales reconocidas por la Unesco. En el ámbito gastronómico, ya contaba con dos antecedentes:
- El arte de los pizzeros napolitanos (2017).
- Los conocimientos de búsqueda y extracción de la trufa (2021).
- La nueva inclusión integra toda la cultura culinaria italiana en un solo reconocimiento colectivo.
Con información de EFE.