La noche del viernes 12 de diciembre, Vidanta World Nuevo Nayarit fue sede del estreno mundial de LUDŌ, el nuevo espectáculo de residencia de Cirque du Soleil creado exclusivamente para México. La velada inició con una alfombra azul sello distintivo de las grandes premieres de la compañía canadiense por la que desfilaron personalidades internacionales, empresarios, figuras del ámbito cultural e invitados especiales que acudieron a presenciar un acontecimiento que redefine el concepto de espectáculo en el país.
Previo a la función, los asistentes participaron en una recepción que anticipó el carácter integral de la experiencia. En punto de las nueve de la noche dio inicio el espectáculo, acompañado por una cena diseñada para dialogar con la narrativa escénica. A diferencia de otros montajes, LUDŌ se desarrolla de manera continua, sin intermedio, permitiendo que el público permanezca inmerso en la historia de principio a fin, sin rupturas ni pausas.
El espectáculo se presenta en un teatro especialmente construido dentro de Vidanta World, con capacidad para 700 asistentes y visibilidad envolvente de 360 grados. Este formato replica la escala íntima que marcó el éxito de Joyà, el primer espectáculo permanente de Cirque du Soleil en México, con el que Grupo Vidanta inició una alianza hace más de 12 años. Aquella primera experiencia sentó las bases para una colaboración de largo aliento que hoy se consolida con LUDŌ, una producción creada desde cero para el país.
La historia se sitúa en un cenote místico oculto en la selva mexicana, donde Ludovico, un director de teatro, se adentra en un viaje interior en busca de su creatividad perdida. En ese universo, el agua se convierte en el hilo conductor de una experiencia multisensorial que transforma la percepción del espacio y del movimiento, suspendiendo la gravedad y borrando los límites entre escenario y espectador.
A lo largo de la función se suceden distintos actos que integran las disciplinas características de Cirque du Soleil. Las acrobacias y la gimnasia se combinan con ejercicios de piso, contorsionismo y secuencias de gran precisión física. El malabarismo y el equilibrismo aportan tensión y destreza, mientras que las artes aéreas como el trapecio, las telas y el aro añaden riesgo y espectacularidad al montaje. El humor también tiene un lugar fundamental: los mimos aparecen como respiros narrativos, generando momentos de alivio cómico que conectan con el público y equilibran la intensidad de la puesta en escena.
Uno de los momentos más impactantes del espectáculo es un acto de nado sincronizado en el que una gran pecera se eleva desde el piso del escenario, revelando a dos mujeres que ejecutan una coreografía acuática de alto nivel técnico y estético. Esta escena resume el espíritu de LUDŌ: el agua no sólo como elemento visual, sino como espacio vivo de expresión artística.
La experiencia, sin embargo, no se limita al escenario principal. El teatro está rodeado por peceras que envuelven la zona del comedor y las paredes del recinto. En ellas, buzos y artistas acuáticos realizan performances simultáneos, convirtiendo el espacio completo en una galería viva. Estas escenas laterales funcionan como cuadros en movimiento, recordando al espectador que en LUDŌ la acción ocurre en todo momento y en todo lugar, no sólo al frente.
La propuesta gastronómica acompaña la narrativa como un acto más del espectáculo. Cada platillo ha sido concebido para dialogar con lo que sucede en escena, y el postre se presenta como el momento más simbólico: cada bocadillo representa un acto distinto, reforzando la idea de que la historia también se degusta. El formato contempla menú tradicional, vegetariano y una versión especial para niños.
Con LUDŌ, Nuevo Vallarta recibe un espectáculo acuático exclusivo de Cirque du Soleil para México, concebido como residencia permanente y con más de 300 funciones programadas al año. El proyecto forma parte de Bon luxury theme Park dentro de Vidanta World, un complejo turístico que apuesta por el entretenimiento como expresión cultural y motor de desarrollo. Así, LUDŌ no sólo amplía la oferta escénica del país, sino que consolida a Nuevo Nayarit México como un nuevo epicentro del espectáculo contemporáneo a nivel internacional.
jk