Bajo un cielo despejado que parecía bendecido por la misma Madre Celestial, el santuario de El Chorrito se transformó este viernes 12 de diciembre en un tapiz vivo de devoción y fiesta popular.
MILENIO fue testigo de que miles de peregrinos, vestidos con el característico manto azul de la fe guadalupana, ascendieron la Sierra Madre Oriental como un río humano de esperanza, portando velas, rosarios y banderines tricolores que ondeaban al ritmo de mañanitas y tambores huastecos.
El aire, perfumado por el jazmín silvestre y el humo de las fogatas rituales, vibraba con cánticos que resonaban desde la cascada emblemática hasta la cima del cerro, donde la imponente escultura de la Virgen de la Misericordia, de reluciente acero inoxidable y más de 30 metros de altura, se erguía como un faro eterno; sus pupilas de bronce, bendecidas por el papa León XIV, capturaban la luz del mediodía.
La ceremonia, presidida por el obispo Óscar Efraín Tamés Villarreal y el gobernador Américo Villarreal Anaya, comenzó a las 12:00 horas con una misa solemne que unió generaciones: abuelas con escapularios bordados a mano, jóvenes con selfies devotos en mano y familias enteras que, entre lágrimas y aplausos, veían cumplida una promesa familiar tejida en los hilos de la historia tamaulipeca.
La artista Elizabeth María de Fátima Pesquera Caballero, creadora de esta obra maestra, inspirada en un “milagro personal” tras una plegaria en tiempos difíciles, cortó el listón con manos temblorosas, mientras un coro infantil entonaba Las Mañanitas y fuegos artificiales estallaban en cascadas de oro y azul.
No faltaron los toques locales que pintaron el día de alegría pura, como los vendedores ambulantes que ofrecían tamales de venado envueltos en hojas de maíz humeantes, aguas frescas de jamaica con un toque de limón regional y artesanías de talavera con motivos marianos que brillaban bajo el sol.
Un grupo de charros huastecos, con sombreros galanes y botas relucientes, cabalgó en procesión alrededor de la explanada de una hectárea, levantando polvo dorado y ecos de guitarrones que invitaban a bailar hasta el agotamiento espiritual.
Esta inauguración no solo consagra a El Chorrito como el pulmón religioso del noreste mexicano y del sur de Estados Unidos, con visitas semanales que podrían multiplicarse por diez, sino que pinta un futuro donde la fe se entreteje con el turismo sostenible: miradores panorámicos para selfies celestiales, senderos iluminados para peregrinaciones nocturnas y una economía local que florece como las bugambilias en diciembre.
En un mundo de sombras, la Virgen del Chorrito emerge no solo como estatua, sino como pincelada de misericordia.
La fe heredada de gobernador a gobernador (padre e hijo)
El equipo de MILENIO Multimedios estuvo presente en este evento histórico que relata la fe en Tamaulipas, precisamente en el cumpleaños de la Virgen de Guadalupe.
El noticiero de mediodía de Multimedios Monterrey se realizó desde el ejido “El Chorro”, donde el conductor Luis Carlos Ortiz entrevistó a Américo Villarreal Anaya, mandatario de la entidad, apenas minutos después de que, junto con otras autoridades religiosas y de gobierno, pusieron en marcha de manera oficial uno de los proyectos turísticos más importantes para el estado.
El gobernador platicó que su padre, Américo Villarreal Guerra, quien fue mandatario de la entidad de 1987 a 1993, dio mucho apoyo a esta devoción y se ejecutaron obras que ayudaron a que más personas pudieran llegar a visitar a la Virgen del Chorrito, dentro de la Sierra Madre, la cual tiene como particularidad conservar sus espacios naturales, además de su profundo significado para los tamaulipecos.
Lo que más llena de orgullo con esta imagen monumental es que fue diseñada y desarrollada por obreros, jóvenes y especialistas de Tamaulipas, un grupo de más de 50 personas que trabajaron por más de un año.
“Esta obra que requiere un gran detalle, una gran participación, que en algún momento, con todos los cortes que ustedes ven de las piezas de acero inoxidable, pues a lo mejor ameritaba alguna situación de tecnología, digitalización y, sin embargo, se hizo localmente, manualmente, con soldadores tamaulipecos y la incorporación, como lo mencionamos hace un momento, de jóvenes del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo, en su área de soldadura, que se incorporaron como una organización”.
El mandatario destacó además que, para su conclusión, pasaron cosas extraordinarias, “disidencias”, dijo, pues toda la comunidad del estado se unió para ello; así fue como lograron que las pupilas de la Virgen pudieran ser bendecidas por el papa León XIV.
Villarreal Anaya también resaltó que se ha reforzado la seguridad en las carreteras que conectan con el lugar, por el gran volumen de visitantes que esperan en los próximos días. “Así que siéntanse seguros y atendidos en Tamaulipas; en Tamaulipas, seguro te enamoras”.
Durante este emotivo evento, se dio a conocer que la imagen de la Virgen más grande del país quedará totalmente terminada en marzo de 2026.
Ante pobladores de Hidalgo, Padilla, Güémez, Mainero y Villagrán, representantes de la Iglesia católica y funcionarios de los tres niveles de gobierno, el gobernador destacó: “Hoy venimos a presentar la nueva imagen de la Virgen de El Chorrito, un santuario que renace para fortalecer la vida espiritual de esta región y para reafirmar la grandeza de la esperanza y fraternidad de las familias tamaulipecas”.
Fue la autora de la obra, la escultora Elizabeth María de Fátima Pesquera Caballero, quien confirmó que la escultura quedará completamente concluida en marzo de 2026.
“Le hace falta el halo, unas flores que se van a colocar en el frente: una flor grande al centro y dos más pequeñas a los lados, con hojitas para que enmarquen una oración, para que cuando lleguen a visitarla se pongan a leerla y rezar, además unir cada tres metros”.
Sobre el peso de la obra, Fernanda Saiz Pesquera dijo que cada hoja pesa 1.5 toneladas y cada tramo de tres metros tiene al menos dos anclajes; el halo pesa 3.2 toneladas, además de la estructura interna para lograr sostenerla.
Impulsará el turismo religioso en Tamaulipas
Monseñor Efraín Tamés, obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria, destacó que la Virgen incrementará el número de turistas y peregrinos a este ícono de la fe y del turismo religioso en el norte del país.
“Es un lugar significativo que cada vez será más visitado por los peregrinos. Es una gran bendición que además sea el día de la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe y a la Virgen de la Misericordia ya le empiezan a decir la Virgen de El Chorrito”.
Al santuario llega mucha gente del norte de Nuevo León, de San Luis Potosí y del sur de Texas, incluso del centro del país. “La Virgen de la Misericordia es la imagen de la Santísima Virgen María y, en cualquiera de las advocaciones, siempre es una madre y es una manifestación del amor de Dios”.
En tanto, el secretario de Turismo, Benjamín Hernández Rodríguez, aseveró que se trata de un proyecto en una primera etapa, que incluye certificaciones de guías de turistas, cocineras tradicionales y capacitación en atención.
También ya está en puerta una tienda de “Punto Tamaulipas”, con la que se impulsan los destinos turísticos de todo el estado, así como las artesanías y mucho más; el escaparate turístico estará en este bello municipio.
Al término de la inauguración, el gobernador Américo Villarreal Anaya y María de Villarreal, presidenta del DIF Tamaulipas, colocaron una ofrenda; posteriormente, el obispo bendijo a la Virgen, para luego proceder a la misa ante más de cinco mil personas.
El Chorrito: alma, historia, sabor, tradición, naturaleza y devoción
Cuando llegas a El Chorrito, ya te está mirando la Virgen de la Misericordia: 32 metros de acero inoxidable reflejante y con armadura interna resistente contra huracanes. La fe se alza a las faldas de la sierra como un faro plateado; sus brazos abiertos parecen decirte: “Ya era hora, te estaba esperando”.
Más allá de su dimensión religiosa, el proyecto simboliza la recuperación de la paz social en una zona que durante años vivió bajo la sombra de la violencia.
Sus ojos cruzaron el océano en avión y volvieron a casa como quien regresa al regazo de su madre; te siguen aunque te hagas el desentendido.
Esta colosal escultura, la más grande de su tipo en México, no es solo una obra de arte religioso, sino un símbolo viviente de devoción, esperanza y renovación para miles de almas.
Cuando el sol la toca de frente, relumbra y desde la carretera sientes de verdad que te conoce; por su resplandor parece saber lo que traes guardado en el morral y no hace falta decirlo.
Desde la carretera la ves recostada contra el cielo, brillando, guiándote como quien dice sin palabras: “Ya casi, hijo. Ya casi llegas”.
Porque Tamaulipas no es solo playa, naturaleza, huapango, picota, redova, carne asada, asado de puerco, pan de elote, gorditas y leña. Tamaulipas también es este rincón donde el cielo se agacha para tocarte la cabeza.
El Chorrito es el santuario más visitado del noreste del país, con un chorro de agua que nunca se seca, incluso en las peores sequías, y la Virgen milagrosa que custodia su cueva: fe, naturaleza y tradición en un solo lugar.
El Chorrito ya no es un secreto; ahora es el nuevo gran destino turístico-religioso del noreste. Aquí la sierra habla bajito, el viento acarrea oraciones y la Virgen de la Misericordia escucha sin prisa, porque ella no se va a mover nunca de ahí.
Así que ven cuando puedas o cuando ya no puedas más; cuéntale ese milagro que traes guardado, pídele que ilumine al político que se le olvidó la gente, que estire los billetes hasta fin de mes, que ponga su mano sobre tu familia y no la quite nunca. Recuerda que ella, de ahí, no se moverá y siempre estará atenta a escucharte.
JETL
