La violencia en Culiacán no sólo ha dejado huella en las familias humanas, sino que también ha alcanzado a seres inocentes que nada tienen que ver con la disputa territorial ni con las armas: los animales de compañía.
Entre septiembre de 2024 y julio de 2025, al menos ocho perros han sido baleados en diferentes puntos de la ciudad en medio de enfrentamientos armados, operativos o ataques directos ligados a la guerra entre grupos del crimen organizado.
La Fundación Balto y Togo, una organización civil dedicada al rescate y rehabilitación de perros en situación de calle o víctimas de maltrato, ha sido testigo directo de esta crisis invisible.

En menos de un año, han atendido a casi una decena perros con heridas de bala, todos rescatados tras hechos violentos registrados en sectores como Las Quintas, Loma de Rodriguera, Infonavit Barrancos, y más recientemente, en Colinas de San Miguel.
Uno de los casos más dolorosos fue el de Esperanza, una perrita mestiza que quedó atrapada en el fuego cruzado durante un hecho de seguridad ocurrido en Colinas de San Miguel. Fue hallada herida por proyectil de arma de fuego y trasladada por rescatistas al veterinario. A pesar de las lesiones, logró sobrevivir y ahora se encuentra en recuperación, rodeada de cariño y cuidados especiales.
La presencia de animales heridos por arma de fuego revela una dimensión poco visibilizada de la violencia en Sinaloa: la afectación colateral a la fauna urbana. Muchos de estos perros vivían en la calle, pero otros tenían dueño. Algunos simplemente estaban en el lugar y momento equivocados.
Balto y Togo ha hecho un llamado a la sociedad para no ser indiferente ante el sufrimiento animal, y ha exigido mayor sensibilidad por parte de las autoridades ante esta problemática que, aunque no encabeza titulares, refleja la descomposición del entorno urbano en tiempos de violencia.
EN MEDIO DE ESTE ESCENARIO, AVANZA LA PROTECCIÓN ANIMAL
Durante la sesión de este martes 29 de julio, el Congreso de Sinaloa aprobó una reforma a la Constitución estatal para prohibir el maltrato animal y obligar al gobierno a garantizar su protección y bienestar. Además, se incluyó que el tema del cuidado animal deberá enseñarse en las escuelas, al igual que los derechos humanos y el medio ambiente. Esta decisión se tomó tras revisar varias propuestas de diputadas y diputados, y va en línea con cambios similares que ya se hicieron a nivel nacional.
Asimismo, en la sesión anterior, el Congreso de Sinaloa aprobó una reforma para crear en los municipios la figura de regidor o regidora defensora de mascotas.

El diputado Sergio Torres Félix, uno de los impulsores de la iniciativa, celebró que el dictamen aprobado, ya que, dijo, no solo represente un avance legal, sino una transformación de fondo en la forma en que la sociedad sinaloense se relaciona con los animales, ya que la creación del regidor o regidora defensor de estos seres vivos, responde a una necesidad urgente de representación institucional para aquellos que no pueden alzar la voz por sí mismos.
Torres Félix afirmó que este avance legislativo convierte al Congreso de Sinaloa en referente nacional y agradeció el respaldo de las organizaciones civiles y activistas que, desde el anonimato y con recursos propios, han trabajado por años en la defensa de los animales.
CHZ