En la colonia Lázaro Cárdenas, una de las más afectadas por la inundación de hace un mes en Poza Rica, porque están ubicadas muy cerca del río Cazones, aún siguen sufriendo los estragos del desastre: la gente casi no puede usar sus baños o lavar su ropa porque el agua sucia tarda en irse por el desagüe y peor, a veces se les regresa.
Los drenajes están tapados con el lodo endurecido que quedó en las tuberías subterráneas.
Aunque en las calles de esta colonia ya casi no hay muebles destruidos en las esquinas y los 30 centímetros del espeso lodo entre el que tuvieron que “chapalear” durante días ahora es ya solo una densa capa de polvo en el suelo o pequeños montículos en puntos muy concretos, el principal problema en estos días es que las autoridades no han desazolvado las tuberías y los vecinos batallan con los desagües.
En frente de la casa de Briseida Cabrera está, por un lado, una montaña de lodo que su vecina de junto sacó apenas hace unos días de su patio, y del otro, una alcantarilla destapada, desde donde se puede ver que las aguas negras no corren y solo se acumulan.
Ese es el panorama actual en muchas calles de esta colonia.
Briseida y muchos vecinos usan cubrebocas cuando salen a la calle porque el lodo, convertido en polvo, se dispersa a la menor provocación, el mínimo viento o el paso de cualquier auto.
“Gracias a dios, estamos bien, entre lo que cabe”, dice antes de expresar otras ideas. “En la colonia, como pueden ver, sigue el lodo, sigue el polvo y, principalmente, los drenajes están tapados. Eso es lo fatal que tenemos. No podemos ir al baño como es, no podemos lavar bien las casas, no podemos lavar ropa. ¿Por qué? Porque los drenajes se tapan. Todo se regresa”, explica entre enojada y triste.
“En las casas, por el mismo baño, se regresan las coladeras, se regresa ahora sí que lo mismo del drenaje. Eso es muy grave. Es muy grave y es un foco de infección”, añade. “Lo que tenemos que hacer es, con una cubeta, sacar todo lo que está en el baño y tirarlo, ahora sí, que afuera al drenaje, pero es lo mismo, porque todo se vuelve a llenar”, describe.
En su casa ya no hay lodo. Tardaron tres semanas en sacar todo y poco a poco, en el mes que ha pasado, los vehículos de carga que llegaron a la zona se llevaron los muebles destruidos y kilos y kilos de lodo.
Pero en la casa de junto, sus vecinos apenas terminaron de sacar el lodo. Y lo dejaron en la calle. Es un montículo que aún se ve fresco.
En la casa de la señora Socorro Soumaya ya tampoco hay lodo en el interior de su vivienda, donde vive con hijos y nietos.
El problema es su patio, un jardín trasero, en donde hay una capa de lodo endurecido que, calcula, tendrá unos 30 centímetros de grosor y que pretende mover cuando esté más sólido.
“Estamos esperando que frague más para poder levantar los pedazos grandes de tierra, de lodo, hechos piedra, para poderlos orillar hacia un lado, para no tirarlos a la calle porque más o menos tenemos limpio como para volver a echar lodo, como que no”, dice la mujer de 73 años.
Por ahí, dice mientras camina por su patio para mostrarlo a MILENIO, deben andar las tortugas que tenía en un estanque y que con la inundación se perdieron.
“Esas no se ahogan, nadan”, confía la mujer. Sus dos perritos, peludos y mugrosos por todo lo que han vivido estos días, retozan por ahí; “ellos nadaron y se subieron a la azotea con nosotros”, platica de sus mascotas.
Recuerda cómo su calle, en la que ha vivido desde que tiene memoria estaba intransitable hace unos días porque los muebles destruidos de todos sus vecinos estaban amontonados entre lodo y basura.
Ahora ya solo queda el polvo.
“Ahorita donde quiera está la polvazón, ahorita en realidad hay que salir con cubrebocas y todo eso porque levanta mucho el polvo y es lo que quedó”, explica.
La señora Socorro afirma que a la colonia le hacen falta muchas cosas a un mes de la inundación que ocasionó el desborde del río Cazones, que corre a unos cien metros de su casa.
“Por ejemplo, ahorita hay fugas de agua provocadas o or la misma inundación, porque se rompieron, se colapsaron las líneas. Y los drenajes están tapados, tienen que venir a desazolvar porque todos los drenajes se echaron a perder con mucho lodo, muchísimo lodo y pues le pedimos de favor a la presidenta, a la gobernadora, a los diputados, a todas las dependencias, que nos echen la mano, que no nos dejen en el olvido”, expresa.
Los camiones municipales de recolección de basura se han tardado en pasar por esta colonia. Y la gente ha comenzado a dejar bolsas de basura en las esquinas, lo que propicia que no termine de verse en orden.
En la colonia Infonavit Gaviotas, el problema también es el drenaje tapado.
La familia de la señora Clara Facundo tiene que ir a casas de familiares para hacer del baño y lavar algunas prendas.
“Es complicado. En mi caso yo voy con una tía que tiene su drenaje ya un poco más liberado. Porque pues en mi casa tengo que aguantarme. Puedo ser así del uno, porque es agua, pero para ir al baño, con mi tía, para lavar, con mi tía. Es difícil vivir así, porque pues se supone que es tu casa y deberíamos tener todos los servicios”, platica mientras camina entre las calles llenas de tierra, que antes fue lodo.
En su casa, ha destapado sus coladeras para intentar, con un alambre, destapar la tubería, pero los esfuerzos son pocos comparado pues es prácticamente toda la tubería la que está obstruida, sin que puedan verse a autoridades haciendo algo para solucionar el problema.
SNGZ