A partir de la elaboración del Atlas de Riesgo para Coahuila, la subsecretaría de Protección Civil tiene detectados en cada municipio al menos cinco focos rojos por posible inundación, lo que permite a las instituciones actuar de manera inmediata antes de una contingencia climatológica, dijo Francisco Martínez Ávalos.
El funcionario estatal dijo que se trata de áreas de inundación que tiene registradas la Comisión Nacional del Agua (CNA) en sus estadísticas, en la cual define los sitios que históricamente se han inundado para que ante una fuerte lluvia se puedan emprender acciones de prevención.
“Varía dependiendo de cada municipio, pero al menos son cinco o seis puntos que la estadística ha mostrado que se han registrado inundaciones”, indicó.
Martínez Ávalos expuso que el Atlas determina cuánta población existe en cada municipio, colonia o sector, y mantiene un orden de la ubicación de los refugios temporales, el número de camas de hospital, iglesias y escuelas disponibles ante alguna situación que pudieran funcionar como albergue.
Señaló que incluso para la construcción de alguna empresa se revisa primero el Atlas para evitar que se instalen en zonas de riesgo, “es decir, si llegaran a construir en un área que es inundable a través de este estudio se le informa que no es un lugar apto”, destacó.
El Atlas de Riesgos es una herramienta que permite tener conocimiento e identificación de los diferentes riesgos, así como el grado de exposición y la vulnerabilidad con la que afectan a través de estudios específicos, con la finalidad de proponer y realizar acciones que mitiguen sus efectos hacia la población, la infraestructura y el entorno.
Expuso que no se puede evitar que llueva o alguna contingencia del clima, pero sí es posible a través de los pronósticos conocer 24 horas antes de que suceda para poner a salvo a ciudadanos que estén apostados en áreas de peligro, como evacuaciones y el ubicarlos en algún refugio temporal para evitar que enfrenten riesgos.
En Coahuila se estima que por lo menos 4 mil familias que se encuentran asentadas en las riberas de los arroyos y que ante la presencia de fenómenos meteorológicos de la temporada podrían enfrentar peligros.
Son los Ayuntamientos los que cada año y previo a este tipo de condiciones climatológicas, emiten notificaciones a las personas que construyen sus viviendas en estas zonas de riesgo que, además por el material con que están edificadas representan un peligro mayor.