Volver a empezar. Frase sencilla de escribir, pero difícil de ejecutar. La cantautora peruana Norley lo sabe. Lo ha comprobado varias veces, como en su mudanza de su natal Perú a la Ciudad de México, persiguiendo el sueño musical.
O con su su segundo disco que, atinadamente se llama Otra vez, porque "si te caes tienes que levantarte; la carrera musical es muy sacrificada, pero la recorrería otra vez porque la satisfacción que tienes no tiene precio".
En entrevista desde la sede de MILENIO en la capital del país, dice estar "muy contenta" por haber culminado esta producción discográfica, que combina pop rock y folk, y ya disponible en plataformas como Spotify y Apple Music. "Me ha dado ese empujón que necesitaba después de pandemia, donde paralicé el proyecto".
	
	De su primer disco, La Mala (2018), dice que fue un debut afortunado, aunque "no sabía a dónde iba; era la primer probadita, aunque me costó". Pero el camino, mientras más se avanza, se va reduciendo, lo que ayuda a enfocarse en el objetivo.
"Quiero que mi música sea como esos boleros de antaño, que viven 50 o 100 años. Que cuando alguien esté sumido en la depresión o la tristeza, ahí encuentre esperanza; que sienta sus emociones, pero no se quede ahí".
Retomando los nuevos comienzos, los aprendió a abrazar de niña gracias a su padre, quien solía decir un par de frases que se le quedaron marcadas: "Estaré vencido, pero no rendido" y "Habré perdido la batalla, pero no la guerra". Norley siente que debe "hacer honor a esa sangre y luz que me viene través de él".
De ese tesón heredado nació Otra vez, álbum donde la admiradora de Paul McCartney, Coldplay y Juan Gabriel aprovecha "todas las emociones, desde las etapas más profundas hasta cuando estoy contenta", para hacerlas canciones.
Entonces, Norley agradece todo lo que ha acontecido este año, el más fructífero que ha vivido en México: "Estoy en mi primera gira con mi música, canciones que hablan de recomenzar y de aceptar las emociones".
Panoramas
— Actriz, cantante... artista en general. ¿Qué tal llevar esto a las redes sociles?
— Es complicado ser todóloga. Antes de mi proyecto como solista estuve en proyectos como parte de imagen, donde tienes un productor; ahí eres un productor que tiene ciertos lineamientos. Pero ya hacerlo desde la individualidad, donde eres tu propio inversor, mercadólogo, productor, redes sociales y mánager, te viene un burnout. Pero sigo aquí, no tiro la toalla.
— ¿Cómo lidias con esas cuestiones que abruman?
— En mi caso, otra área de mi vida es lo espiritual, estudié cuencos del Himalaya, me encanta la medicina tradicional de la India, el yoga y la meditación. Eso ayuda a no dejarte afectar tanto, pero de que afecta, afecta. La cosa es reconocerlo y seguir adelante.
— ¿Crees que la música sigue siendo esa fuerza de cohesión social?
Creo que sí. Otro de mis proyectos es un coro de cantautoras, cuando nos presentamos es una energía bonita donde hablamos de los problemas de la humanidad. Hay un antes y un después en las personas que van a nuestros conciertos.
— En el panorama musical que te rodea, ¿consideras que existe equidad?
— No todavía. En festivales hay muy poquito porcentaje de mujeres, pero vamos trabajando. Creo que cada paso dado abre la puerta a una generación siguiente, entonces es un trabajo constante. Todo tiene su etapa y eso se ha visto a través de la historia: hay un inicio, clímax y fin. Eso va a ir mejorando con el tiempo.
— ¿Con qué sueñas actulmente?
— Con que mi música pueda cambiar... que ya lo ha hecho, porque una vez estuve cantando en el Parque España con otras agrupaciones y se acercaba gente a escuchar. Entonces, un joven me dijo 'Quiero comprar un disco tuyo porque me gustó esa canción'. Par mí fue una gratificación tremenda que le significó algo... Creo que no puedes cambiar vidas con una canción, pero sí un instante.
— México, ¿qué peso tiene en tu carrera artística?
— Es la puerta más grande y hermosa que me ha tocado vivir. Obviamente el primer año lo sufrí, que ingresé directo a estudiar actuación y me desbalanceé un poco porque fue muy rápido. Me vine sola, sin familia o amigos, y aquí hice mi red. Tienes de dos opciones aquí: o te vas tras el primer año porque no te adaptaste, o te quedaste. Igual hay gente que te ayuda y hay gente celosa de su trabajo, afortunadamente me ha tocado más gente buena que gente egoísta.
— Para finalizar. ¿Qué representa la música en tu vida?
— Es mi terapia, notas de mi alma. Dentro de la psicología muchas prácticas sanadoras incluyen la escritura, entonces siento que algo tiene que ver, porque el hecho de que escribas cómo te sientes y aparte hacer la música, esa es la catarsis.
hc