Pocas historias han sobrevivido al tiempo como Frankenstein, escrita por Mary Shelley cuando tenía apenas 18 años, en 1816. Dos siglos después, Guillermo del Toro retoma ese mito con una visión íntima y dolorosamente humana.
Acompañado por Oscar Isaac, como el doctor Frankenstein, y Jacob Elordi, como “la criatura”, pudimos platicar con los tres sobre la esencia del monstruo, la creación, la eterna búsqueda de sentido e, incluso, del humor latino que fue siempre parte del rodaje.
¿Qué creen que sabía una adolescente como Mary Shelly, que todavía estamos aprendiendo de Frankenstein?
GDT: Todo. Es que la niña que fue Mary Shelley a esa edad tenía todas las preguntas que tiene toda la humanidad en ese momento. Es una niña que aprendió a leer en la tumba de su madre, a la que le pesaba el peso del padre, la ausencia de la madre, y el peso de quién soy, tanto como mujer como ser humano, y cuál es mi lugar en el mundo. Imagínate, preguntas que son incontestables, pero profundamente compatibles.
Óscar, ¿tú qué crees que ella sabía en esos tiempos que seguimos aprendiendo hoy?
OI: Para mí, la idea de que, como artista, tiene que ser biografía. Lo que haces tiene que venir de tu propia vida. No son ideas que están afuera, pero sí cómo puedes llegar con toda la historia tuya, eso me hace sentir.
Y tú, Jacob, a partir de interpretar a la criatura…
JE: Parece que ella lo sabía… lo sabía todo. No puedo considerar lo que una mente como esa pueda saber. Alguien que tenga esa furia de inspiración, de sentir y expulsar eso; así que yo solo puedo soñar con lo que ella podría saber.
Ya que hablas de grandes mentes, Jacob, Oscar, ¿cómo es trabajar con la mente de Guillermo?
JE: Es más que su mente, es su corazón, su cuerpo. Todo lo que hace sale de ahí.
GDT: (ríe) ¡Señores! ¡Señores! Sí, y nos llamamos familia. Al ver la película entendí que el científico loco, como siempre se nos ha presentado, simplemente no es. ¿Es así, Oscar?
OI: Es un niño quebrado, un niño perdido, que se está buscando, y ¿qué hace con el dolor?
GDT: Construir otro niño. Construir un hermano.
Guillermo, contigo hemos descubierto muchas formas de monstruos. ¿Cambió tu visión de lo que es un monstruo con esta película?
GDT: Para mí, la monstruosidad es la capacidad de hacer daño sin considerar ni un momento la otredad de otra persona. Eso es lo brutal. Puedes incluso hacer daño, pero si consideras al otro, te detienes.
Lo que tiene Víctor que es fabuloso es la manera en la que recolecta los cadáveres y los tira en sacos sin pensar ni un momento quién es ese soldado, de quién agarró la mano. Es la manera en la que considera al mundo. Su hermano es un obstáculo para llegar a Elizabeth. Harlander es un medio para obtener dinero. Y eso es muy doloroso para mí: ver a alguien con tanta certeza y tanta ignorancia. Pero, lamentablemente, en el mundo en que vivimos, la gente que dicta las leyes o cómo debe ser el mundo mayormente es ignorante de la naturaleza humana.
Jacob, ¿cómo vivieron las emociones al filmar esta cinta?
JE: Me sentí muy paralelo a la criatura todo el tiempo. Me sentía fuera del mundo, observándolo. Fue catártico, pero también me llenó de alegría. Cada día que llegaba al set y veía a Guillermo revisando la luz, dibujando algo, estaba muy consciente de que estaba pasando algo mágico y que estaba habitando este preciso momento de gran belleza.
¿Cómo fue el rodaje para ti, Guillermo?
GDT: Ha sido el rodaje más divertido y más profundo al mismo tiempo. Nos la pasábamos contando chistes cochinos todos los días. Le decía a Oscar cosas como, “aquí hazle como el changuito” (risas), pero también era muy latino el set, con mucho amor. Y luego, los momentos de emoción de ellos a mí me afectaba mucho. Yo no imprimía hasta que lloraba. Si no lloraba en el momento, no había toma buena.
OI: Cada día llegábamos y había otra cosa increíble para hacer. Y la energía te impulsaba para adelante, era increíble. Y como dijo Guillermo, era como hacerlo en familia. Como con mi tía Juanita. Gozamos bastante.
Claves
* Guillermo Del Toro escribió el guion durante más de 15 años, esperando el elenco ideal.* Jacob reemplazó a Andrew Garfield en el papel de la criatura, tras un ajuste de agenda.
* La película fue filmada entre Londres y Praga, con diseño de producción de Guy Davis, colaborador habitual de GDT
Guillermo, ¿Está bien que, después de ver tu cinta, haya regresado a ver Young Frankenstein de Mel Brooks?
GDT: ¡Gracias! ¡Sí! Para mí, El joven Frankenstein es una obra maestra. Está basada mucho en una película de Universal que era en El hijo de Frankenstein, más que las dos primeras cintas, pero es absolutamente, no solo una de las mejores comedias y una de las mejores películas de Frankenstein jamás hechas.