En la actualidad, cada día es más común recurrir a asistentes virtuales o a la Inteligencia Artificial para ayudarnos a realizar tareas, pero algunas personas la han utilizado para crear conversaciones o realizar consultas sobre temas personales.
Ahora, algunos especialistas han hablado sobre cómo el uso de esta tecnología podría tener consecuencias perjudiciales para los usuarios.
Utilizar IA con frecuencia genera condición psicológica
En un artículo del medio Daily Mail se retoman las declaraciones de la profesora Robin Feldman, directora del Instituto de Derecho e Innovación de la IA de la Facultad de Derecho de la Universidad de California, quien ha mencionado las consecuencias perjudiciales del uso excesivo de los chatbots.
“El uso excesivo de chatbots también representa una nueva forma de dependencia digital.”
En sus declaraciones, Feldman afirmó que estas conversaciones con IA generan una ilusión de realidad muy fuerte, y que puede ser riesgosa si la percepción de la realidad ya es precaria.
Por su parte, el profesor Søren Østergaard, psiquiatra de la Universidad de Aarhus, declaró al medio que “Los LLM [Modelos de Lenguaje Grandes] se entrenan para reflejar el lenguaje y el tono del usuario”.
Continuó asegurando que el riesgo de estos es la programación y lo que generan en nosotros, pues: “Estos programas también tienden a validar las creencias del usuario y a priorizar su satisfacción. ¿Qué podría ser mejor que hablar contigo mismo y responderte como quisieras?”.
Como es el caso de Jessica Jansen, quien aseguró que su episodio psicótico es “análogo a lo que han experimentado bastantes personas”, señalando que la IA por sí sola no causa adicción o psicosis, pero sí puede ser un catalizador en personas predispuestas a estos padecimientos.
El caso de Jessica Jansen
El caso que cita el profesor Søren Østergaard es el de Jessica Jansen, de 35 años, quien comenzó a utilizar un chat con IA por la presión de organizar su boda, agotando los límites de uso que tienen algunas de estas aplicaciones.
Tras este uso excesivo, terminó hospitalizada en el psiquiátrico, descubriendo que padecía un trastorno bipolar no diagnosticado antes, el cual desencadenó un episodio maníaco.
“Tenía muchas ideas. Hablaba de ellas con la IA, y esta validaba todo y añadía cosas nuevas, y así yo profundizaba cada vez más.”