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“Creo en el poder del futbol más que en el poder de la política, porque el futbol une”: Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de Palestina

Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de futbol palestino y relacionista pública de la FIFA en el I Congreso Internacional The Change dedicado a la igualdad, el liderazgo y el papel transformador de la mujer en el mundo del deporte

En 1991 por las calles de Belén se veía, con frecuencia y, sobre todo con extrañeza, correr a una niña de siete años tras un balón. Su nombre es Honey Thaljieh, quien “cada día, al volver de la escuela, dejaba mi mochila en casa y me unía a los niños que jugaban al futbol en las calles”. Patear el esférico durante el día era “simplemente una liberación”, ya que a pesar de ser un sitio tan sagrado, el contexto era “de guerra. Crecí en una zona de guerra y en una situación modesta”. El futbol se convirtió en su refugio, tanto que años después y derribando todas las barrera sociales, fundó la primera selección femenil palestina. Hoy ocupa el cargo de Relaciones Públicas de la FIFA, donde trabaja para visibilizar el papel de la mujer en el deporte y la igualdad social. Antes de aterrizar en Barcelona, y como embajadora del Athletic Club, visitó Bilbao, donde recibió un homenaje junto a refugiados palestinos en San Mamés.

¿Cómo vivió ese momento?

Fue espectacular, emocionante y conmovedor. Ni siquiera puedo encontrar palabras para expresar este momento histórico. No es solo un orgullo para mí, fue para toda Palestina. La solidaridad del Athletic Bilbao en San Mamés fue abrumadora. Nos mostró que no estamos solos, que somos humanos y no solo números. Nos mostró que el mundo sigue siendo un buen lugar a pesar de ver un genocidio durante dos años desarrollándose frente a sus propios ojos. Estábamos muy decepcionados por la falta de humanidad, pero cuando me paré en San Mamés y di el primer paso en el campo con 55 mil espectadores apoyando a Palestina, aplaudiendo de pie con orgullo por el pueblo palestino, me puso la piel de gallina. Será un momento que nunca olvidaré. Lo más especial es que estaba mi madre conmigo. Vi las lágrimas de los refugiados que estaban allí, su felicidad. No estamos solos.

​Ese mismo fin de semana, gran parte del mundo salió a las calles pidiendo el alto al fuego. ¿Crees que influyó en la decisión política?

Sí, siempre creí en el poder de la gente. Es por el poder de la gente que salió a las calles rechazando la injusticia contra el pueblo palestino que ahora tenemos un alto al fuego.

Es bueno porque los palestinos en Gaza podrán dormir sin pensar que mañana estarán bajo los escombros.

Dormirán sabiendo que no hay drones o misiles sobre sus cabezas.

Dormirán por fin en paz. Por supuesto, todavía hay mucho que reconstruir y reconectar, sin dejar a un lado las vidas que se han perdido, pero lo que no podemos dejar de hacer es hablar de la injusticia. Es importante alzar nuestras voces y nunca ser silenciados ante la injusticia porque al final no se trata de política, se trata de humanidad.

Basta de matar niños, basta de matar palestinos, basta de destruir hospitales, hogares, escuelas.

Espero que la gente nunca deje de luchar por la justicia y por el pueblo palestino, no solo para detener el genocidio, sino también para construir una paz justa y que nunca vuelva a suceder lo que sucedió. Ya fue suficiente.

Usted alguna vez resaltó la frase de Yasser Arafat: Los palestinos somos como las montañas, no las mueve ni el viento…

Recuerdo cuando me la dijeron. Era la segunda Intifada que vivía. Estaba haciendo mis exámenes de secundaria cuando Israel invadió Palestina, específicamente Belén. No sabía cómo llegar a mi examen porque nuestro coche lo había aplastado un tanque militar israelí, así que paré una ambulancia. Era un examen muy importante, si no lo presentaba, tendría que repetirlo todo el año. En la ambulancia encontré a muchos otros estudiantes tratando de llegar y cuando llegué lo olvidé todo. Era un examen de historia y no podía. Miré las preguntas y empecé a llorar, pensé: estoy perdida.

Recuerdo que la profesora me tocó el hombro y me dijo: ‘Honey, somos como montañas, el viento no nos puede mover, intenta concentrarte y todo saldrá bien.

Hay muchos momentos de los palestinos que están más allá de cualquier imaginario o expectativa. Todavía tenemos el "nunca rendirse". Todavía tenemos las esperanzas y las ambiciones de luchar por una paz justa, de luchar por la igualdad, de luchar por la supervivencia. Hasta que Palestina sea libre, continuaremos luchando por nuestro derecho a existir.

Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de futbol palestino y relacionista pública de la FIFA.
Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de futbol palestino y relacionista pública de la FIFA (Jennifer Seefoo)

¿Cómo le ayudó el futbol?

El futbol me dio dignidad e identidad para transformar mi vida hasta donde estoy hoy y veo como ese poder cambia vidas en muchos lugares del mundo donde los niños ni siquiera se atreven a soñar porque saben que es imposible. Me pasó a mí, todo el mundo se rió de mis sueños, pero lo hice realidad gracias al futbol. Por supuesto, tuve que trabajar duro, luchar, mostrar mi valía. No es fácil pero es posible. Y creo en el poder del futbol para traer paz, diplomacia y unir al mundo.

¿Cómo puede un partido de futbol lograr lo que a veces la diplomacia no puede?

Por ejemplo, la FIFA tiene 211 asociaciones miembro. Las Naciones Unidas tienen 193 estados miembros. La FIFA reconoce en el futbol a países que no son reconocidos por la política o por la ONU. Palestina, hasta el día de hoy, no está plenamente reconocida por la ONU, pero la FIFA reconoció a Palestina ya en 1998. Creo en el poder del futbol más que en el poder de la política, porque el futbol une. Es visto y apoyado por 5 mil millones de personas en todo el mundo independientemente de su género, etnia, nacionalidad o antecedentes. El impacto social que crea transforma vidas, crea oportunidades, abre puertas, construye la autoestima, combate los prejuicios, lucha contra la violencia hacia la mujer, acoge a los refugiados, empodera a las personas sin hogar, como la Homeless World Cup.

¿Fue difícil crear la Selección de futbol femenil de Palestina?

Esta es historia para un libro, pero puedo resumirla (risas). Abrazar una idea como una selección nacional palestina para chicas era casi imposible. No solo por la falta de infraestructura, equipamiento, campos de futbol, apoyo en todos los niveles, no había nada. Era cero. Hasta el día de hoy, no tenemos un campo de futbol adecuado para entrenar, así que entrenábamos en asfalto y hormigón duro. Otro desafío son los aspectos políticos, las fronteras. No puedes entrenar en un solo lugar con chicas de diferentes ciudades o de diferentes pueblos o diferentes campos de refugiados. Teníamos que reunirnos en un lugar, pero era muy difícil cruzar los checkpoints. Después, la aceptación de la sociedad, tienes que convencer a toda una sociedad de que puedes jugar al futbol, y de que tienes talento, habilidades.

¿Tenía el apoyo familiar?

No crecí en un contexto normal en el que los padres fueran solidarios y felices. Crecimos sabiendo que el mañana quizás nunca llegue. Mis padres tenían miedo de la sociedad, de lo que dirían sobre una niña jugando al futbol. Es una cultura donde se suponía que las niñas no debían salir y jugar con los niños, pero los niños estaban en las calles jugando al futbol. Y entiendo que los padres siempre intentan proteger a sus hijas, en ese momento el miedo era enorme. También por los factores políticos: la ocupación, el apartheid, los checkpoints, los muros, la inseguridad, los desafíos que continúan hasta hoy. Debo mencionar que mi papá era el más preocupado en ese momento, mi mamá me apoyaba en secreto. El dilema y el desafío que surgió con mi padre fue el por qué a mis dos hermanos se les permitía jugar en las calles y a mí no. Así que pedí una explicación. Le dije: en el momento en que me expliques por qué no se me permite ir y a los chicos sí, quizás entonces lo dejaré de hacer. Pero no hubo una explicación clara, por eso no me detuve.

En aquel momento, ¿cómo consiguieron los apoyos?

Nos alentó el apoyo de la FIFA que en ese momento apoyaba a las 211 asociaciones miembro, y querían que parte del apoyo fuera para el futbol femenino. Tomamos eso y alentamos a la Asociación de Futbol Palestina a construir sobre eso hasta que fuimos plenamente reconocidas en 2008. Pero también mencionar que no teníamos chicas, jugábamos con chicos. Así que al principio, teníamos tres chicas fieles a la idea junto conmigo, y luego empezamos a hacer lobby, empezamos a animar: “chicas, deberían venir y jugar al futbol. Es un juego hermoso. Te lleva a otros lugares. Te abre puertas”. Fue un gran cambio en el contexto palestino, ya que empezamos con cinco jugadoras. Ahora tenemos miles de chicas jugando. Tenemos 30 clubes femeninos y selecciones nacionales. Fueron reconocidas en 2008.

Sobre la creación de la Liga MX Femenil en México...

México es un ejemplo de muchos otros que empezaron más tarde, en realidad. Pero empezar en Palestina no fue solo por el futbol y la competición, fue por lo que el futbol crea para el pueblo palestino. Fue una cuestión de identidad. Fue una cuestión de levantarse y decir, no nos rendimos. Fue cuestión de liberación, de plantarse frente al mundo y decir que existimos. Fue más allá de la competición en sí, porque fundamos la liga pero nunca logramos ir más lejos. El retraso ocurrió también en otros países, pero lo lograron. Mujeres que luchan por jugar un Mundial, tener igualdad de derechos e igualdad salarial. Tenemos el ejemplo de Estados Unidos, ellas ganaron cuatro Copas del Mundo y su selección masculina ni siquiera clasificó a los cuartos de final. A ellos les pagaban más que a las mujeres y ellas lucharon por la justicia dentro del futbol estadunidense. Ahora estamos construyendo desde eso, ya no se está convirtiendo en una caridad, es una idea de negocio. Vemos el ejemplo de la FIFA y la UEFA organizando Champions League, la Copa Mundial femenil. Es lo que queremos ver ahora, hablar de futbol para hombres y mujeres sin distinción.

¿Falta mucho?

Todavía no se ha alcanzado. Hay organizaciones que animan a apoyar a las mujeres, como The Change Congress ahora, es un buen ejemplo de unir a las mujeres, crear networking y hacer oír sus voces. Lo que la FIFA está haciendo por el futbol femenil está generando un gran cambio en la historia. La Copa del Mundo del 2023 ha sido un gran éxito. Dos mil millones de espectadores la vieron.

Ahora, la inversión para el futbol femenino es masiva y se espera que lo sea hasta el 27, cuando se juegue el Mundial en Brasil por más de mil millones. Así que necesitamos instituciones, gobiernos, políticos, líderes que introduzcan políticas y apoyo al futbol femenil porque hasta hoy todavía los hombres deciden en nombre de las mujeres.

Hasta que las mujeres decidan en nombre de otras mujeres, es cuando ocurrirá el verdadero cambio. Hasta entonces, todavía necesitamos a esos líderes, a esos hombres que son solidarios, que alientan y que creen en los derechos de las mujeres. La diversidad es hermosa, increíble, la diversidad trae éxito a todos los niveles.

Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de futbol palestino y relacionista pública de la FIFA.
Honey Thaljieh, cofundadora de la selección femenil de futbol palestino y relacionista pública de la FIFA (Jennifer Seefoo)

FCM


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