Óscar Tapia es una figura fundamental en el mundo del subtitulaje en México. Su trabajo ha permitido que el público penetre en lo más íntimo de las obras, superando barreras lingüísticas y culturales.
Con más de 30 años de experiencia, ha perfeccionado una técnica que combina precisión, sensibilidad y compromiso con el arte escénico.
En este ámbito profesional, es un experto, un verdadero artesano del arte y la cultura que día a día hace posible que la magia de la ópera y el teatro trascienda fronteras y lenguas.
Tapia, quien también es director de escena, explica que el proceso de adaptación requiere tanto conocimiento lingüístico como cultural, algo que él y su equipo toman con seriedad, pues su objetivo es que el público pueda comprender con facilidad la obra sin perder la esencia de la misma.
La obra Sun & Sea
Un ejemplo de ello fue su participación en la exitosa obra Sun & Sea, presentada en el Festival Internacional Cervantino y ganadora del León de Oro de Venecia.
“Nosotros nos preparamos previamente desde nuestro estudio, digamos que trabajamos con anticipación el texto. Los grupos artísticos nos mandan un video y el libreto, así como su propuesta de traducción, la cual la mayoría de las veces tenemos que modificar por sus características prácticas. Sucede muy frecuente que algún mensaje no cabe en la pantalla, entonces a veces tienes que quitarle algunas palabritas o términos que no son tan comunes en otras partes de Latinoamérica o que no se aplican tanto en México”.
Por sus habilidades y profesionalismo, Tapia fue contratado por el Cervantino para subtitular esta obra que se ha montado en más de 41 teatros en el mundo.
Tapia muestra que en el libreto de la ópera Sun & Sea, había un término nada común: “Uno de los personajes se encuentra al presidente de la comida cruda vegetariana, el término propuesto era demasiado grande y no cabía en la pantalla, entonces tuve que investigar para tener un texto que el público pudiera comprender en primera instancia”.
Explica que además de la adaptación, la técnica del subtitulaje presenta retos constantes, especialmente cuando la obra es rápida o tiene múltiples capas de significado.
“Hay partes muy rápidas, entonces tengo que estar muy pendiente, o sea tengo que conocer la obra y estar muy comprometido con el montaje. Esta ópera en la playa me encantó, es una obra contemporánea muy universal para ser vista por cualquier persona, habla de los pensamientos internos de la gente, desde la angustia hasta el amor y el pasado. Tiene muchísimos matices en los que todos nos sentimos identificados.
Tapia se refiere a la importancia de la música y el ritmo en la experiencia teatral y cómo la pieza musical crece en la obra y se vuelve un personaje en sí mismo.
Software especializado para subtitulaje
Junto con Francisco Méndez Padilla, Tapia comenta que ha sido el responsable de desarrollar el segundo software especializado para subtitulaje y ahora busca un tercero, siempre con el objetivo de mejorar la experiencia del público y el espectáculo.
Su excelencia técnica también se refleja en detalles como el tamaño y la ubicación de las pantallas, un asunto que aborda de manera minuciosa: “Me tocó resolver las proporciones de las pantallas de la ópera en general. Un número mágico fue 4.88 × 1.22, dimensiones propicias para que el público pudiera leer y comprender la obra fácilmente”.
Más allá del aspecto técnico, Tapia resalta el amor absoluto por las obras que subtitula como motor principal de su trabajo: “Lo primero es el amor a la ópera y a las artes escénicas. Si no tienes esa pasión, no puedes hacerlo bien. Necesitas entender la música, seguir una partitura y ser muy crítico con las traducciones para que el público realmente entienda”.
La experiencia también le ha enseñado a manejar la improvisación y la incertidumbre en escena, como en una ocasión con un grupo de actores polacos que improvisaban mucho y hacían de lado el guión, por lo que tuvo que adaptar el subtitulaje en segundos para no perder el hilo de la obra.
El especialista dice que el subtitulaje es una forma de hacer que el arte sea accesible y disfrutable para todos. Su ejemplo es un testimonio de dedicación, profesionalismo y amor por el teatro. Como él dice con humildad y orgullo: “Lo que busco en cada función es la satisfacción de que el público entienda y disfrute, pues esa es mi mayor recompensa”.