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Septiembre eterno: la herida sísmica que en Puebla no acaba de sanar

En este 2025, en Puebla y en general en el país, existe una cultura de prevención, así como tecnología que permite generar alertas y prevenir pérdidas humanas.

A cuatro décadas de los sismos de 1985 y a ocho años del de 2017, todos registrados en el mes de septiembre, el estado de Puebla sigue con marcas, recuerdos y retos. A pesar de que se registran avances por el desarrollo de Atlas de Riesgos en los municipios, estos documentos requieren actualizaciones al menos cada lustro; además, existe un déficit de especialistas y equipo dedicado a monitorear el patrimonio histórico.

Hugo Ferrer Toledo, especialista colaborador del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla (CICEPAC), resaltó la importancia de que la población se siga preparando para los movimientos telúricos que se pueden presentar en cualquier momento.

Destacó que la ocurrencia de sismos en un 19 de septiembre, hace 40 y ocho años, es una coincidencia, y explicó que los registros del Sistema Sismológico Nacional (SSN) muestran que todo el tiempo se están moviendo las placas del planeta.

Septiembre eterno: la herida sísmica que en Puebla no acaba de sanar
Los trabajos han agotado a los poblanos | Especial

En este 2025, en Puebla y en general en el país, existe una cultura de prevención, así como tecnología que permite generar alertas; sin embargo, un movimiento telúrico se puede presentar en cualquier momento y causar daños como los que ya se han atestiguado.

El estado de Puebla se encuentra en una zona sísmicamente activa. En lo que va de este año, el SSN registró en territorio estatal más de 140 eventos sísmicos de diferentes magnitudes y profundidades.

El especialista en fenómenos sísmicos y colaborador del CICEPAC resaltó la importancia de que la población se siga preparando.

En entrevista, el investigador explicó que el movimiento de las placas tectónicas es constante y que es un fenómeno que abre la posibilidad de que se presenten sismos en cualquier momento.

Septiembre, mes sísmico

Septiembre es un mes que ha marcado a la población por eventos de intensidad significativa.

A las 7:19 horas del 19 de septiembre de 1985, casas y edificios empezaron a sacudirse con intensidad. En la capital del país, diferentes edificios se derrumbaron. El movimiento telúrico de 8.1 grados de esa mañana sorprendió a los mexicanos. La cifra que dieron las autoridades federales sobre las víctimas fatales fue de tres mil 692; sin embargo, en su momento, diferentes asociaciones civiles estimaron que el número pudo ser superior.

El 19 de septiembre de 2017, 32 años después del movimiento de 1985, a las 13:14 horas, Puebla registró un sismo de magnitud 7.1 con epicentro al noroeste de Chiautla de Tapia, municipio enclavado en la Mixteca. El movimiento dejó 45 decesos y daños considerables en inmuebles y patrimonio edificado.

A consecuencia de este evento telúrico, 621 monumentos históricos, entre iglesias, edificios públicos y casas antiguas, resultaron dañados, de los cuales 125 presentaron un deterioro severo, 335 moderado y 161 menor, según el censo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los daños también llegaron a mil 700 viviendas, dos mil 238 escuelas y 99 instalaciones de salud. Las mayores afectaciones se presentaron en los municipios de la Mixteca Sur, como Izúcar de Matamoros, Atlixco, Atzala, Huaquechula, Tochimilco y la capital poblana.

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La ocurrencia de sismos en un 19 de septiembre, hace 40 y ocho años, es una coincidencia | Especial

Monitoreo del patrimonio

El CICEPAC trabaja en un proyecto para conocer y medir el comportamiento de inmuebles que forman parte del patrimonio histórico ante un sismo.

En la Catedral de Puebla, inmueble que cuenta con más de 500 años de historia desde que se colocó su primera piedra, y que presenta una de las estructuras más complejas, expertos en ingeniería sísmica trabajan en un proyecto para la colocación de dispositivos especiales con el objetivo de medir su movimiento y generar conocimiento ante un caso de actividad sísmica.

Ferrer Toledo explicó que el proyecto del CICEPAC, en colaboración con la Universidad de Oklahoma, busca generar registros para tomar decisiones encaminadas a salvaguardar el patrimonio y capacitar a los futuros ingenieros en la aplicación de tecnologías frente a estos fenómenos.

“Lo que queremos observar con este monitoreo es si hay variantes en el comportamiento dinámico de la estructura previo o posterior a un sismo. Con eso tendríamos datos reales para saber si el edificio puede tener alguna modificación negativa en su comportamiento; si una torre o una columna puede moverse de alguna manera, entonces podremos determinar posibles niveles de daños y tener parámetros de las aceleraciones máximas que podría soportar. Por otro lado, también podríamos estar haciendo monitoreo en tiempo real”, explicó el especialista.

El proyecto consiste en monitorear el inmueble a través de un equipo instalado en el edificio del CICEPAC, ubicado en el Centro Histórico de la capital poblana, y otro instrumento en la Catedral de Puebla, con tres sensores que permiten medir las vibraciones de las edificaciones antiguas en caso de un sismo.

“Esto está conectado a una computadora que está monitoreando. Esta información se graba y se puede transmitir en tiempo real. Estos registros, ya que los tenemos, los llevamos a un software especializado que también programamos para encontrar cuál es la forma o el periodo en que se mueve lo que estamos monitoreando”.

Con esta instrumentación se busca preservar el patrimonio en zonas con alto valor histórico y detectar posibles daños estructurales, pues “casi no hay registros sísmicos del Centro en la ciudad de Puebla”.

Las gestiones para este proyecto se mantienen con el INAH y la Arquidiócesis de Puebla, a la espera de comenzar a recabar datos por el registro de microsismos, incluso vibraciones por el paso de vehículos.

“Algo que ha pasado mucho es que cuando hay un sismo no sabemos qué tanto se daña. Sabemos que se lanzan brigadas a revisar todo. ¿Y qué pasaría si sé que mi edificio soporta una aceleración determinada y que el sismo tuvo otro valor de aceleración? Por eso es importante monitorearlos, para tener certeza de que ese edificio se comporta bien”.
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El estado de Puebla se encuentra en una zona sísmicamente activa. | Especial

Equipo insuficiente

El templo de Nuestra Señora de la Soledad y la Capilla de Santa Teresa, que se encuentra dentro del Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen, datan del siglo XVII y se localizan en el Centro Histórico de la capital poblana. Son dos de los inmuebles más antiguos donde el CICEPAC busca medir posibles daños causados por fenómenos sísmicos.

Hugo Ferrer Toledo comentó que en el país existe un importante número de edificios que se están monitoreando, pero “aun así son pocos en comparación con la necesidad técnica. Hay equipos técnicos que están trabajando en ello, pero todavía no son suficientes para el tamaño del patrimonio que se tiene en Puebla y no hay muchos especialistas en el seguimiento de la investigación”.

Francisco Javier Tejeda, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC), destacó que la cultura de prevención y monitoreo es fundamental, sobre todo en zonas donde la población convive a diario con la amenaza sísmica.

Consideró que existen avances importantes en cuanto a tecnología de alerta temprana, pero la participación activa de la sociedad y la actualización de normas de construcción son los principales desafíos.

“Se ha mejorado toda la norma técnica constructiva, tenemos un nuevo reglamento de construcción que se hizo para 2017 y, ahorita, se está cambiando ese nuevo reglamento de construcción para mejorar lo que se necesite. Se está avanzando sabiendo que Puebla es de alta actividad sísmica. Si tuviéramos las mismas normas del 85 tendríamos problemas fuertes en la infraestructura; creo que siempre es bueno volver a revisar”.

Si bien se ha fortalecido la cultura de prevención, el representante de la AMIC consideró que el monitoreo constante de las construcciones es otro de los pendientes ante la actividad sísmica.

“Hay algunas cosas que tienen que avanzar. Necesitamos tener una red de monitoreo sísmico, sobre todo en el municipio, no solo para sismos. La actualización constante de los planes de Protección Civil es un reto para ver las zonas de alta actividad. A estos años de los sismos hemos avanzado, pero faltan cosas por hacer. Creo que, dentro de cada casa o negocio, debe haber un plan de Protección Civil, que todavía no se logra, que la prevención llegue a nivel de las familias, de los lugares de trabajo… es un pendiente”, destacó.
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Los estragos del sismo en Puebla siguen vigentes | Especial

19-S, huellas de dolor

Las calles se sacudieron, las alarmas sonaron, el pánico se apoderó de la sociedad y vidas humanas se perdieron. De esa manera se resumen los tres sismos que ha sufrido Puebla en un 19 de septiembre de tres años distintos.

El décimo noveno día de septiembre se ha convertido en una fecha histórica para México y la entidad poblana, ya que tres de los últimos grandes temblores se registraron en ese día.

A las 13:14 del 19 de septiembre de 2017, un estruendo sacudió el centro del país tras registrarse un temblor de 7.1 grados con epicentro a ocho kilómetros al noroeste de Chiautla de Tapia, dentro de la propia entidad poblana.

En un principio, la confusión se hizo presente entre los ciudadanos, ya que horas antes se había llevado a cabo un simulacro; sin embargo, los movimientos arrebatados del suelo dieron paso al miedo y al golpe de realidad de un nuevo temblor en un 19 de septiembre.

De acuerdo con las cifras oficiales, aquel acontecimiento no solo generó daños estructurales en decenas de inmuebles, sino que también cobró la vida de 228 personas.

Para Puebla, las muertes a consecuencia del sismo ascendieron a 45, siendo la tercera cantidad más alta, solo por debajo de la Ciudad de México, que contabilizó 228 defunciones, y Morelos con 74.

La zona de la Mixteca poblana fue una de las más dañadas a causa del movimiento telúrico, dejando casas e iglesias en ruinas, decesos, lesionados y heridas intangibles entre quienes sufrieron algún tipo de daño.

A nivel estatal, las autoridades reportaron afectaciones en mil 700 viviendas, dos mil 238 escuelas, 621 inmuebles históricos —la mayoría iglesias— y 99 recintos del sector salud.

Sismo del 85, luto nacional

La mañana del 19 de septiembre de 1985 dio inicio a la historia de temblores en dicha fecha, ya que a las 07:19 horas se registró un movimiento de 8.1 grados en las costas de Michoacán que se extendió por gran parte del centro del país.

De manera oficial, se informó que se contabilizaron seis mil muertes, de las cuales únicamente 35 se presentaron en territorio poblano; sin embargo, no existen cifras exactas.

La Ciudad de México fue uno de los puntos más afectados tras el movimiento telúrico que se presentó en aquella ocasión.

Durante minuto y medio, la tierra se sacudió, generando daños en inmuebles y muertes, además de una huella que a 40 años de los hechos no se ha olvidado.

Septiembre eterno: la herida sísmica que en Puebla no acaba de sanar
El estado de Puebla fue uno de los más afectados por el sismo de 2017 | Especial

​Saldo blanco en 2022

A las 13:05 horas del 19 de septiembre de 2022 se marcó un nuevo capítulo de dicha fecha con los sismos en México, al registrarse un temblor con epicentro en Coalcomán, Michoacán, y una magnitud de 7.7 grados, la segunda más alta en el actual siglo.

En aquella ocasión, las alertas sísmicas de la entidad poblana se encendieron para dar aviso a la población sobre el movimiento telúrico; sin embargo, la distancia de más de 400 kilómetros permitió que las afectaciones fueran menores.

Las autoridades estatales reportaron que el temblor se sintió de manera leve en 104 de los 217 municipios que conforman la entidad poblana; no obstante, se registró saldo blanco.

A diferencia de los sismos ocurridos en la misma fecha de 1985 y 2017, en 2022 no hubo pérdidas humanas que lamentar ni inmuebles devastados por el movimiento telúrico.

​7-S, la mayor magnitud del siglo XXI

Doce días antes de que se presentara el sismo del 19 de septiembre de 2017, la noche del séptimo día de dicho mes se registró el temblor de mayor magnitud en lo que va del actual siglo en el país.

Los datos oficiales indican que el movimiento telúrico tuvo una magnitud de 8.2 grados con epicentro en el Golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros de Pijijiapan, Chiapas.

Dicho desastre natural provocó la muerte de 99 personas, de las cuales 79 fueron en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro más en Tabasco, sin provocar mayores afectaciones en Puebla.

Sin embargo, ese sismo dejó un antecedente directo para el temblor que se presentó el 19 de septiembre y que dejó severos daños en el territorio poblano.


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