Con 491 años de existencia, la Parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo, ubicada en el municipio de Mineral de la Reforma, es la más antigua de la Comarca Minera del estado de Hidalgo. Fue edificada tan solo 13 años después de la conquista española de 1519.

Su construcción inició bajo el Clero Secular en 1531 y concluyó en 1534. La devoción original del templo fue dedicada a Santa María Magdalena y, en aquellos años, el sitio donde se levantó se llamó Magdalena Pachuca, de acuerdo con el cronista del estado de Hidalgo, Juan Manuel Menes Llaguno, quien explicó que se trata de la primera construcción religiosa que existe en toda la Comarca Minera. Desde su fundación perteneció al Clero Secular, dependiente de la Diócesis de México.
“Esta iglesia originalmente fue una capilla de visita o de paso, que utilizaban como lugar de descanso también los antiguos misioneros, primero franciscanos y luego agustinos, que fueron los evangelizadores de todas estas regiones de Hidalgo, los primeros y los principales, porque ya después vinieron otras órdenes religiosas”, explicó el presbítero de la parroquia, Margarito Escorcia Reyes.
La capilla dependió del Clero Secular hasta 1904, año en que pasó, junto con la vicaría foránea de la Parroquia de la Asunción de Pachuca, a la jurisdicción de la Diócesis de Tulancingo.
“Se le llama Clero Secular a los sacerdotes diocesanos, a los que dependían o dependen de las diócesis o arquidiócesis. En aquel tiempo el clero pertenecía a la Arquidiócesis Primada de México, que era una arquidiócesis inmensa. Las primeras arquidiócesis fueron, territorialmente hablando, inmensas”, precisó el sacerdote Margarito Escorcia.
Al pertenecer el templo ahora a la Diócesis de Tulancingo, el 6 de julio de 1991, 457 años después de su construcción, dejó de ser capilla para convertirse en la Parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo.
El presbítero Escorcia Reyes explicó que el cambio obedeció a la mayor devoción que tenía la gente hacia Cristo que hacia la misma María Magdalena, por lo que se decidió adoptar a la Preciosa Sangre de Cristo como el Santo Patrón de la parroquia.
“Entonces el Clero Secular fue el que se encargó propiamente de construirla, aunque la obra evangelizadora la hayan realizado tanto franciscanos como agustinos, pero el clero secular fue el que la construyó. La nave principal del templo es la parte más antigua. Ya después se fueron anexando la parte de la sacristía, el bautisterio, que está junto a la torre, la única torre que tiene el templo, y lo más reciente fue la capilla del sagrario”, sostuvo.
Así es la Parroquia
Un arco de tenangos de colores con el nombre del “Señor de la Preciosa Sangre” da la bienvenida en la puerta principal de la parroquia, flanqueada por una barda que rodea el lugar, junto a la plaza principal, en el corazón de Mineral de la Reforma, Hidalgo, a 15 minutos de la ciudad de Pachuca, la capital del estado.
Pinos de dos metros de altura conducen hacia la entrada; a los costados, en el atrio —que en el pasado fue un cementerio—, está el jardín que ha empezado a crecer. Diecinueve bancas, blancas y negras, anteceden el umbral de la parroquia.

En la parte izquierda, justo antes de entrar, está la tumba en la que descansan los restos de Juan Manzo Granados, quien nació en 1924 y falleció en 2008, sacerdote de la parroquia. La tumba está enmarcada con una cruz sobre el suelo. El epitafio indica que es un recuerdo de la comunidad de Pachuquilla. A un lado hay una banca y, detrás de ella, una imagen de piedra de San Francisco de Asís.
Del lado derecho están las lápidas del antiguo cementerio, donde reposan los restos de Antonia Granillo (fallecida en 1889); el niño Antonio Baños (muerto en 1902); Dolores Méndez (fallecida en 1901); Anselmo Ávila (fallecido en 1905); y Refugio Islas (fallecida en 1897). Son 30 lápidas rodeadas por una cadena de plástico que ha perdido su color.
Una puerta de madera café de dos hojas es la entrada a la parroquia tras cruzar el arco. Hay dos filas de bancas a cada lado. Las paredes están decoradas con imágenes de santos: San Judas Tadeo, el Sagrado Corazón de Jesús, San Antonio de Padua, la Santísima Trinidad, Jesucristo, María Magdalena, la Virgen María, San Juan Diego, San Benito, dos cuadros de la Virgen de Guadalupe y tres retablos de María Magdalena.
Del lado izquierdo hay una pequeña capilla con bancas, un confesionario y la imagen del Señor de la Misericordia al fondo, acompañada de imágenes de la Sagrada Familia. Esta capilla fue construida en 1730.

Al fondo de la parroquia, en el altar, se encuentra la imagen que le da nombre: la Sangre Preciosa de Cristo, sobre una cruz; detrás de ella, líneas doradas que asemejan luz y, de fondo, otra cruz. Junto a Cristo hay dos cuadros: uno de María, su madre, y otro de San Juan, ambos mirando hacia él. Para bajar del altar hay que descender cuatro escalones; a unos pasos está el púlpito.
Afuera de la parroquia, al lado de las lápidas del cementerio, hay una imagen del Sagrado Corazón de Jesús que se encuentra sobre la tumba de José María Aguilar (fallecido el 2 de febrero de 1876) y de Carmen Pérez (fallecida el 19 de febrero de 1899).
Entre la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y las lápidas del antiguo cementerio está el acceso al Claustro a través de un arco. En la entrada está la oficina que funciona como recepción, donde se atienden asuntos relacionados con misas, bodas, bautizos, presentaciones de tres años, primeras comuniones y confirmaciones.
Al fondo, tras pasar por un pequeño patio, está la pre-sacristía, que años atrás fue el dormitorio de los frailes; en el lugar hay un Cristo y cuadros de la Virgen de Guadalupe. A un lado se encuentra la sacristía, un espacio pequeño dispuesto para el sacerdote. Afuera hay un dispensario y salones.
En el segundo piso del claustro está el Museo Parroquial. Ahí se conserva un Cristo de entre 200 y 300 años de antigüedad, según el sacristán. También hay una esquila (base de campana), un sagrario tallado en madera, un cuadro con boletos de la Lotería Nacional del 29 de junio de 2016, un cáliz encontrado en el antiguo cementerio, vestimentas sacerdotales doradas y verdes, una cruz alta, un incensario, candelabros y un órgano.


En la entrada lateral de la parroquia, que da a la plaza principal de Mineral de la Reforma, está la Cruz Atrial, colocada en 2024, que da la bienvenida a los fieles y ante la cual se persignan al llegar.
¿Qué es la devoción a la Preciosa Sangre de Cristo?
La Preciosa Sangre de Cristo, en la tradición católica, se refiere a la sangre que Jesús derramó durante su pasión, especialmente en la crucifixión, considerada un sacrificio redentor por la humanidad. Es símbolo de amor, salvación y purificación, y objeto de devoción y adoración.
La devoción a la Sangre de Cristo es una de las más antiguas en la tradición de la Iglesia, pues en ella se recuerda el precio de la salvación de la humanidad: el derramamiento de la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios.
“Entonces se decidió adoptar al Señor de la Preciosa Sangre como el patrono de la parroquia. De hecho, existe una concesión de indulgencias a los devotos del Señor de la Preciosa Sangre, que es un Cristo considerado también muy antiguo, por lo menos desde el siglo XVIII, pues ya se tiene evidencia de que existía esta imagen aquí y ya se le rendía especial veneración. El arzobispo primado de México concedió esa indulgencia a sus devotos”, explicó el presbítero de la parroquia, Margarito Escorcia.
Mencionó que la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo, en el altar principal de la parroquia, tiene más de dos siglos: “Por lo menos debe tener unos dos siglos y medio, o si no es que tres, la presencia del Cristo aquí, que es contemporáneo de otros Cristos cercanos a Pachuquilla, como el Señor de las Maravillas en El Arenal, el Señor de la Salud en San Agustín Metzquititlán, el Señor del Consuelo en Singuilucan”.
La Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego el 12 de diciembre de 1531, año en que comenzó la construcción de la Parroquia de la Preciosa Sangre de Cristo, que se terminó de edificar tres años después, en 1534.
“Se terminó de construir tres años después de las apariciones. De hecho, en la cúpula tenemos ilustradas las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego, y es un detalle excepcional de esta iglesia que no encuentras en ninguna otra. Están realizadas en alto relieve y, por su apariencia un tanto burda, tosca, se considera también que fueron hechas por manos indígenas, manos sencillas, que no tenían mucho conocimiento ni habilidad con el arte español o el arte europeo en general”, añadió el sacerdote Escorcia Reyes.
Las misas para adorar a la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo, en este templo de 491 años de fervor religioso, se realizan todos los días, de lunes a viernes. El Santo Patrón se celebra cada 1 de julio.