Un dolor indescriptible y profundamente frustrante es el que atraviesa la señora Teresa Marmolejo, quien, tras cinco años de haber sepultado el cuerpo de su hija Dulce, entregado en su momento por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato y posteriormente exhumado por presuntos errores, afirma sentirse finalmente tranquila, pues por primera vez pudo ver el rostro de su niña.
En aquel entonces no se le permitió despedirse de ella, por lo que durante todo este tiempo no tenía la certeza absoluta de que la mujer a quien veló y sepultó fuera realmente su hija.
La exhumación de los restos se llevó a cabo el 15 de julio de este año en el Panteón Municipal de Irapuato. Cuatro meses después, tras un largo calvario, la señora Teresa volvió a tener a su hija con ella.
"Ya son 5 años, 5 años que no sé a quién le lloré, 5 años a quién no sé a quién sepulté, de algún familiar, de alguna madre, o un hijo que era de otra persona y que tuve que entregar porque no era mío. Ahora con certeza lo digo, esto que tengo sí es mío y la verdad me da gusto tenerla en mi casa. Yo sé que ella ya está contenta, ya está feliz porque regresó a casa con sus familiares", dijo.
Dulce desapareció a los 27 años el 16 de julio de 2020 en el municipio de Irapuato. Fue localizada sin vida cuatro días después, el 20 de julio. Este año, el 12 de septiembre, habría cumplido 33 años.
"Mi hija tiene piel, su cabello; incluso el de la funeraria me pidió ropa para ponerle a mi hija. Créanme que me agarró por total sorpresa, porque 5 años es para que ella estuviera en osamenta y las cosas no son así. Las cosas es que ahora sí mi hija tiene, y nuevamente me quiso ver la cara de tonta la Fiscalía y no se vale, porque si a mí me están haciendo esto, a cuántas madres no les estarán haciendo lo mismo", puntualizó.
A las 11:00 de la mañana del viernes, personal de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato pasó por la señora Teresa a su domicilio para trasladarla a la Fiscalía Regional C, con sede en Celaya, donde se le explicó el trabajo realizado y se le confirmó que la prueba de ADN arrojó un 99.9 por ciento de coincidencia.
Salió del lugar a las 6:00 de la tarde para regresar a su casa en Irapuato. A las 9:00 de la noche, la Fiscalía le entregó el cuerpo de su hija y, esta vez, pudo ver su rostro, constatando que sí era ella.
Dulce será velada este sábado y domingo, para recibir sepultura el lunes en el Panteón Municipal de Irapuato.