Siglos antes de que fuera catalogada como una de las zonas más "vibrantes" de la Ciudad de México, la colonia Escandón y el resto de los terrenos de Tacubaya destacaban como áreas de descanso y tranquilidad.
En las décadas recientes, quienes habitan en este sector han atestiguado importantes cambios debido al ímpetu de los proyectos inmobiliarios y las dinámicas urbanas que han llegado con la gentrificación.
Las tiendas y comercios locales han sido desplazados por restaurantes poco asequibles, mientras que las opciones de vivienda son cada vez más reservadas para quienes gozan de sueldos elevados. ¿Cuál es la historia de la colonia Escandón y cómo llegó a sus condiciones actuales? En MILENIO te contamos.
Una familia de burgueses y una mala planificación: los orígenes de la Escandón
A principios del siglo XIX, Tacubaya era una de las 12 municipalidades que conformaban al Distrito Federal municipio no integrado a la Ciudad de México y se distinguía, entre otras cosas, por las chozas de barro y paja que se establecieron en aquella época.
En esos años, acorde con una investigación del doctor en Historia, Sergio Miranda Pacheco, la población era de alrededor de tres mil habitantes. Para finales de siglo, el número de residentes en el municipio ya rebasaba los 20 mil.
Lo anterior se explica porque, a partir de 1850, comenzaron a instalarse en la región muchos pobladores acaudalados, principalmente de la Ciudad de México, pues veían en Tacubaya una oportunidad para escapar del ajetreo de la capital.
"Tras la guerra con Estados Unidos, las clases más acomodadas de la capital habían elegido esa villa como un paraje de recreo", señala el especialista en su texto Tacubaya, de suburbio veraniego a ciudad. Con esta oleada de nuevos habitantes, las actividades comerciales y el transporte en el municipio se aceleraron.
Es en este contexto que adquiere relevancia la familia Escandón, principalmente dos de sus miembros: Manuel y Antonio Escandón Garmendia.
Hijos de Pablo Escandón Cavandi (comerciante originario de España) y Guadalupe Garmendia Mosquera (cuya familia forjó su fortuna mediante la industria del tabaco en Veracruz), Manuel y Antonio jugaron un papel de gran importancia en los proyectos de industrialización y movilidad en la zona centro del país, ya que en 1857 les fue otorgada la concesión para desarrollar los caminos férreos que conectaran a Veracruz con la Ciudad de México y, posteriormente, con la costa del Pacífico.
Además de contar con la exclusividad de este proyecto, la familia Escandón se posicionó en esos años como un grupo que participó en la liquidación de bienes de la antigua élite colonial, cuyos miembros sufrían por las restricciones crediticias de la Iglesia y la especulación con las acciones de la minería. A través de esta estrategia, se hicieron de varias propiedades, incluyendo casas en la zona de Tacubaya, según un trabajo del historiador Israel García Solares.
Aspectos como la comercialización del suelo y la adjudicación poco controlada de lotes, derivados de las Leyes de Reforma, propiciaron la aparición de nuevos asentamientos en la periferia de la Ciudad de México, a los que se les llamó colonias. Una de ellas fue, precisamente, la Escandón, fundada en 1889 y reconocida por el Ayuntamiento en 1893.
La esquina de la actual avenida Parque Lira y la antigua Plaza Cartagena, en Tacubaya, alrededor de 1910: https://t.co/QYG5u8CoO6 pic.twitter.com/VMiAr6Ac8q
— México en el Tiempo (@cdmexeneltiempo) September 9, 2019
Uno de las problemáticas más evidentes durante los primeros años de la colonia Escandón, así como de otras localidades de Tacubaya, fueron las deficientes condiciones sanitarias.
Informes del Ayuntamiento citados por Sergio Miranda retratan esta situación: los tiraderos no estaban regulados, la basura se tiraba en un potrero y era usada como combustible en un horno de ladrillos. Además, la mayoría de depósitos de materias fecales se habían construido sin seguir las normas necesarias, en las inmediaciones de pozos o cisternas de agua potable, lo que provocaba una constante contaminación.
Los pocos recursos que el Ayuntamiento tenía al alcance fueron utilizados para mejorar las condiciones en la cabecera municipal, por lo que colonias como la Escandón quedaron relegadas durante los años previos a la Revolución.
Un diagnóstico de 1930 citado por Miranda refiere que, luego de la incorporación de Tacubaya al Distrito Federal, en la colonia Escandón ya se habían realizado obras para introducir agua y pavimentación.
En las primeras décadas del siglo XX, la colonia Escandón se caracterizó por la heterogeneidad de sus habitantes, pues había por igual casas unifamiliares de nivel medio, edificios de departamentos, vecindades y algunas fábricas, según detalló en una investigación Ruth Concepción García Fernández, doctora en Diseño y Estudios Urbanos.
La especialista, quien tuvo un importante cargo en la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos hasta su fallecimiento en 2024, relató que hacia finales del siglo XX los deterioros causados por el sismo de 1985 se sumaron a otros fenómenos como hacinamiento en las vecindades, abandono de inmuebles, cambio en los usos de suelo e inseguridad derivada de conflictos entre pandillas.
¿Cómo llegó la gentrificación a la Escandón?
Entrado el nuevo milenio, la colonia Escandón estuvo incluida en la lista de colonias que contemplaba el Bando 2 de la Ciudad de México, un proyecto gubernamental que pretendía repoblar el centro de la capital y ofrecer opciones habitacionales asequibles.

Tal iniciativa impulsó la construcción de viviendas en alcaldías como la Miguel Hidalgo —donde está la Escandón— para evitar la expansión urbana hacia la periferia. Sin embargo, esto provocó que numerosos inmuebles pasaran de ser de uso residencial a uso comercial, mientras que algunas vecindades fueron sustituidas por nuevos edificios.
"El incremento de los costos del suelo y la vivienda impulsó el desarrollo de un parque habitacional dirigido a clases medias. Esta dinámica causó la migración de pobladores originarios de esta zona y la llegada de nuevos", señaló Ruth García.
En el mismo sentido, el maestro en Urbanismo, Japhet Sanatana, identificó que a lo largo de los primeros 15 años del siglo XXI, la colonia Escandón pasó por un proceso de remodelaciones que transformaron el espacio sin considerar las principales preocupaciones de los vecinos.
La plataforma de análisis de precios de Propiedades.com advierte que, entre 2020 y 2023, el valor promedio del metro cuadrado de terreno en la Escandón pasó de los 43 mil a los 54 mil pesos, mientras que las rentas en los departamentos, con una media de 78 metros cuadrados, rondan los 15 mil pesos mensuales.
Las cifras varían de acuerdo con la calle en que se consulte, pues en Ciencias una renta podía bajar hasta los 12 mil pesos, pero en Benjamín Franklin ascendían a más de 39 mil. Aunado a ello, en 2023 la plataforma identificó que 92 por ciento de las propiedades residenciales en la zona eran departamentos y siete de cada diez viviendas en el mercado tenían menos de cuatro años de haberse construido.
Pese a este escenario poco alentador, en octubre de 2024 las y los vecinos de la Escandón sumaron una victoria en esta disputa contra la gentrificación, ya que la Primera Sección de la colonia logró salir del Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) de Tacubaya, un programa que promovía los desarrollos inmobiliarios en la Ciudad de México.
Durante una serie de mesas de trabajo, residentes de la Escandón señalaron que dicha iniciativa no representó ningún beneficio a su territorio. Al quedar excluida del SAC, todos los proyectos que se lleven a cabo en la Colonia Escandón Primera Sección sólo podrán constar de un máximo de ocho pisos.
Cabe destacar que para el momento en que se emitió dicho acuerdo, había por lo menos dos desarrollos —uno en calle Ciencias 55 y otro en Salvador Alvarado 45— que ofrecían departamentos en preventa, los cuales pretendían distribuirse en edificios de diez niveles.
BM.