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Hace juicio sobre la fe y los choques ideológicos

Uno de los objetivos de Héctor Zagal en su nueva obra El inquisidor era presentar a los lectores lo que estaban pensando tanto los victimarios como las víctimas de la Inquisición; hoy presentará su libro en la FIL.

Una intriga ubicada en el México virreinal, a fines de la década de 1780, con la Santa Inquisición, descrita y detallada desde la forma en cómo se juzga hasta sus fatales consecuencias es la que presenta la novela El inquisidor (editorial Planeta), de Héctor Zagal. Pero un caso es el que mueve esos hilos del Santo Oficio: cuatro jóvenes de las familias más prominentes se ven atrapados en una red de crímenes, pecados y metiras. Héctor Zagal llegará con El inquisidor a la FIL hoy, a las 15:00, sala B.

¿Por qué tratar un tema pocas veces abordado en una novela como es el de la Inquisición?

La novela tiene como una inquietud. Si bien es cierto que se ha escrito mucho sobre la Inquisición y que hay libros que hablan históricamente y algunas pocas novelas que hablan de este tema, creo que faltaba una novela sobre la Inquisición en la Nueva España, y algo que es muy importante, un objetivo de mi novela, era tratar de retratar a los personajes desde dentro. En ocasiones parece que cuando hablamos de la Inquisición es como si nos subiéramos a un túnel del tiempo, fuéramos al pasado y simplemente miramos las instituciones exteriormente. A mí lo que me interesaba era tratar de pensar, de recrear, qué era lo que estaban pensando tanto los victimarios como las víctimas de la Inquisición, porque El inquisidor es una novela que tiene un elemento policiaco, de intriga, pero también es una novela psicológica, en donde el personaje central es un dominico, el inquisidor, y lo que intenté era explorar cómo es posible que un hombre que rezaba a diario el Padre Nuestro, con el perdón de nuestras ofensas, que Dios es amor, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, cómo es posible que un personaje que en nombre de este cristianismo sea capaz de mover esta maquinaria que perseguía a tantas personas. Yo creo que este es un ejercicio importante. Por otro lado también me interesaba retratar desde dentro qué pensarían aquellas víctimas de la Inquisición, cómo se sentirían, cómo sufrirían.


¿Qué te interesaba además mostrar de la Nueva España?


En este sentido es una novela histórica, está situada a fines del siglo XVIII, en México, en la Nueva España, me interesaba también mostrar lo complejo y rico que era este virreinato. A veces creo que los mexicanos no nos damos cuenta que en esos momentos en el siglo XVIII era un lugar de convergencia de cultura. Por aquí pasaba el comercio con Manila, que iba a China, la India, Japón, y que una vez al año se encontraba esa flota en Acapulco, pero también toda la plata mexicana circulaba incluso en el imperio chino. Es un imperio la Nueva España que comercia el chocolate y el cacao con Perú, que lo trae de Guatemala y luego llega a Europa. Es un virreinato constantemente asediado por los piratas, a mí me gusta decir medio en broma, medio en serio que Walt Disney nos venga a contar historias de piratas que en realidad sucedieron en el Golfo de México, es un imperio que está extendiéndose a California, Nuevo México, Texas. Creo que es un escenario rico, donde tenemos guerras de conquista, batallas contra los indígenas, contra los piratas, comercio con Oriente. Están llegando libros e ideas subversivas, ya hay sociedades secretas en el Virreinato, ya la masonería está funcionando, y el intento de contener esta modernización de la Nueva España en buena medida está a cargo del inquisidor, y de la Inquisición. Yo creo que está es la gran inquietud.


¿Cómo se dio este proceso de la Inquisición que dice tenía ojos en todos lados?


Un tratar de comprender del poder de este verdadero ogro cuyos ojos llegaban a todos los lugares. Ahora que tendré la oportunidad de presentar El inquisidor en Monterrey no hay que olvidar que el fundador del Nuevo Reino de León, don Luis Carvajal y de la Cueva, en pleno siglo XVI fue perseguido por la Inquisición. Algunos dicen que era de una familia judía, judíos portugueses, y que luego se afincaron en España y que vino con algunas familias de judíos conversos a la Nueva España, huyendo de alguna manera de los ojos de la Inquisición. Y todo sugiere que seguramente por eso buscaron un lugar en el siglo XVI tan lejano como aquellos territorios, sin embargo, incluso en aquellos lugares la Inquisición llegó a capturar a esta familia sefardita, a los Carvajal. Si eso sucedía en el siglo XVI, es impresionante cómo en el siglo XVIII los ojos y los oídos de la Inquisición van funcionando y van pues oyendo literalmente hasta los rincones más recónditos de este inmenso virreinato. El nacimiento de Nuevo León está unido a una familia sefardita que van a ser perseguidos durante tres generaciones, sin embargo, dicen algunos que al final esta influencia judía sí alcanzó a permear en dos pequeños detalles aún de la comida: que es el delicioso cabrito asado, que dicen algunos que es muy probable que tenga influencia sefardita, y la tortilla de harina, que seguramente viene de ahí. Entonces la Inquisición no logró borrar todo. Creo que además sería algo del carácter en Nuevo León y es este sentido del esfuerzo, este sentido del trabajo. Y algunos piensan que al final hay algo sefardita en ese espíritu de comercio e industrioso, por lo que para mí es un gusto poder hablar de esta novela aquí en Monterrey.


Que la libertad también es un tema importante en la novela.


Cuando yo terminé de escribir la novela pensaba qué fortuna la mía de tener libertad para escribir esto, porque si esta novela yo la hubiera escrito a finales del XVIII en la Nueva España, le hubiera dado la Inquisición. Y caí en la cuenta hoy en pleno siglo XXI, como Arabia Saudita, con el que México tiene relaciones diplomáticas, donde no hay libertad de religión, donde hay países como China, donde todavía hay una férrea censura, y hay países como Irán o Arabia Saudita, donde se persigue la homosexualidad, se puede castigar con la muerte. Entonces qué perseguía la Inquisición, perseguía ideas, a los homosexuales, a los blasfemos, a quienes leían libros prohibidos, los que practicaban otra religión, y no deja de ser triste que en pleno siglo XXI, pues aún haya países en donde a su manera tienen grandes inquisidores.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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