Comunidad

El Tec, un largo camino en busca de la excelencia

La institución, que se ha convertido en un referente nacional, enfrentó jornadas difíciles antes de su apertura.

El Tecnológico de Monterrey cumplirá 75 años el 6 de septiembre, con una serie de actividades conmemorativas que serán anunciadas próximamente.

La creación del centro educativo, que se ha convertido en un referente nacional e internacional, enfrentó jornadas difíciles antes de su apertura en 1943.

César Salinas Mázquez, coordinador de Acervos Históricos del Centro Eugenio Garza Sada (CEGS), describe los esfuerzos que educadores, diplomáticos y empresarios realizaron para contar con una opción educativa de calidad ante la bonanza industrial de la ciudad.

“Monterrey empezaba su época industrial y necesitaba de mano de obra calificada. Así va creciendo la idea”, apunta el historiador.

En la actualidad, el Tecnológico de Monterrey cuenta con una matrícula cercana a los 90 mil estudiantes de los 26 campus distribuido en todo el país.

No obstante, el camino no fue sencillo.

Alternativa al socialismo



En los primeros años del 1900, Monterrey ya contaba con opciones educativas. Había institutos privados, empresas como la Fundidora de Fierro y Acero ya tenía su escuela y el Colegio Civil ya expedía títulos universitarios.



La creación de la Universidad de Nuevo León (UNL) supuso un paso adelante, el cual rápidamente encontró un obstáculo cuando en 1934 el presidente Lázaro Cárdenas decreta que la educación tenga un corte socialista en todo el país.



“Cuando se da el tema de la educación socialista, hubo un divorcio de los empresarios con la universidad pública”, refiere César Salinas.



Los jóvenes hijos de empresarios llegan a ocupar puestos en las industrias de la ciudad, quienes habían estudiado en Texas, Nueva York o en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), como era el caso de Eugenio Garza Sada.



Por diversas disputas, la UNL mantuvo sus puertas cerradas y las clases se impartían en algunas cosas y edificios de la ciudad.



“Hipoteca social”



Uno de los principales impulsores de crear una opción educativa fue el empresario Antonio L. Rodríguez. Desde 1935 mantuvo la idea de crear la Universidad de Monterrey, un instituto privado similar a la Universidad Autónoma de Guadalajara de reciente creación.



Cinco años estuvo promoviendo su empresa, siempre con obstáculos del gobierno mexicano y el desinterés de las autoridades estatales. Fue hasta diciembre de 1941, cuando la historia cambió.



“Va con Eugenio Garza Sada, que ya era considerado como el representante del empresariado en Monterrey, y le explica su proyecto. Después de escucharlo le responde: ‘esto ya tiene mucho tiempo, hay que hacerlo’”, recuerda el historiador.



El CEGS cuenta con el archivo personal del empresario y filántropo regiomontano. En libretas y otros documentos se conservan apuntes sobre la gestión del Tecnológico de Monterrey, lo que equivale al 25 por ciento del total del acervo resguardado.



“Cuando Eugenio Garza Sada habló con los empresarios les dijo que era una ‘Hipoteca social’, pues ellos recibían de la sociedad los recursos humanos para generar riqueza y por ello había que aportar recursos para generar esta universidad”, agrega.



Para estos años en la ciudad ya se contaba con el apoyo de personajes de la UNAM, del calibre de José Vasconcelos, Jesús Guisa y Azevedo, Antonio Caso y Manuel Gómez Morín.



Inicios y actualidad



Para 1943, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores se alistaba para iniciar clases, con apenas 350 alumnos y 10 maestros donde la mayoría eran docentes egresados de la UNAM.



Las clases iniciaron en casonas de la calle Raymundo Jardón y Abasolo, del Barrio Antiguo, mientras se culminaba la construcción del campus en terrenos de la entonces “salida a la Ciudad de México”, hoy avenida Garza Sada.



“Todo lo revisaba don Eugenio: los programas, qué materias, profesiones, los libros que llevaban y quién los traducía; aquí en el archivo personal del empresario, el fondo más grande es el del Tecnológico”, comenta Salinas Márquez.



A los pocos años, el instituto crece en imagen a nivel internacional, gracias a que en 1950 reciben la acreditación por la Asociación de Escuelas y Colegios del Sur de Estados Unidos.



“En una época en donde todavía había mucho racismo en Estados Unidos, principalmente en el sur, llegaron al Tecnológico muchos estudiantes afroamericanos gracias a la certificación”.



Actualmente, la institución educativa cuenta con poco más de 5 mil alumnos extranjeros en los distintos campus con los que cuenta en el país.



En los próximos días, el Tecnológico de Monterrey dará a conocer las actividades conmemorativas por sus 75 años, un tiempo en el que se ha visto crecer junto con la ciudad.



A detalle



Para 1943, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores se alistaba para iniciar clases, con apenas 350 alumnos y 10 maestros.



Las clases iniciaron en casonas de la calle Raymundo Jardón y Abasolo, del Barrio Antiguo, mientras culminaba la construcción del campus actual.



El instituto ha crecido en imagen a nivel internacional y el próximo 6 de septiembre celebrará 75 años.



En el tiempo


El sueño de contar con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey demandó algunos años en cristalizar.



Fue gracias a la decisión del empresario Eugenio Garza Sada que una nueva institución educativa abrió sus puertas en la ciudad, tras varios intentos emprendidos por el diplomático Antonio L. Rodríguez, junto con otros empresarios de la ciudad.



En la actualidad, el Tec de Monterrey cuenta con poco más de 89 mil alumnos en sus diferentes grados educativos, con un total de 246 mil 324 egresados en los 75 años que está por cumplir.



Presentamos un breve repaso cronológico sobre la creación del Tecnológico de Monterrey:



1934


El presidente Lázaro Cárdenas instruye que la educación tenga un corte socialista, lo que ocasionó diferencias en la recién creada Universidad de Nuevo León y genera en los empresarios de Monterrey el interés por una institución de educación alterna.




1936


El diplomático mexicano Antonio L. Rodríguez, junto a otros empresarios, propone crear la Universidad de Monterrey, antecedente de un instituto educativo privado en la ciudad que buscaba emular el concepto de la Universidad Autónoma de Guadalajara.




Diciembre 1941


Tras ver fracasar anteriores proyectos de una universidad separada del Estado, Rodríguez sostiene una reunión con Eugenio Garza Sada, entonces director de Valores Industriales, S A de CV, quien se compromete a que la Cervecería Monterrey apoyaría el proyecto.




1942


Eugenio Garza Sada se reúne con empresarios de Monterrey a quienes pide apoyo para crear una universidad, que buscaba fuera similar al Instituto de Tecnología de Massachusetts (o MIT, por sus siglas en inglés) y donde acuña el término "Hipoteca social".




1943


En septiembre, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey inicia operaciones, tiene como primeras aulas algunas casonas del ahora Barrio Antiguo, en las calles de Jardón y Abasolo. Inicia con 350 alumnos y 14 profesores.




1954


A poco más de una década de su apertura, se inaugura el edificio de la Biblioteca y posterior Rectoría con el mural de Guillermo González Camarena, en el campus Monterrey. La institución ya sobrepasa los mil alumnos.





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