Hernán Ronsino aborda en su novela Cameron (Almadía) la vida de un hombre que de pronto es buscado por la justicia, ante un pasado que empieza a perseguirlo. De pronto la historia personal pasa a la colectiva, además de que establece una nueva relación con su cuerpo amputado y con el extraño hombre que lo ayuda, Orsini.
El autor argentino estuvo en la Casa del Libro y en la Facultad de Filosofía y Letras presentando esta novela, de la que platica en entrevista.
¿De dónde surge este libro?
Es un libro que escribí el año pasado. Para ubicarlo salió en el contexto de una residencia que estaba haciendo en Suiza con otros escritores y de pronto se me impuso esta historia, pero también surge como intención de salirme de un territorio que yo venía trabajando en mis otros libros, en mis tres novelas anteriores que suceden en la provincia de Buenos Aires. Casi todo lo que había escrito estaba ahí y necesitaba un poco salir, cambiar de aire y registro.
¿Es también la historia del último linaje de una familia?
El abuelo era el gran héroe que incluso esa ciudad una calle lleva su nombre, pero que nadie lo nombra así, porque se le llama de otra manera, y este personaje es el último de una genealogía. Y hay como una idea de destino casi trágico en Cameron, porque es el último de esa genealogía, pero está viejo, la novela lo narra cuando está enfermo, cuando Mita, una mujer que lo cuida, ya no puede hacer nada por él. Y además esa familia está enredada con la violencia de la historia argentina; él en especial, es también un protagonista de esa violencia.
¿Cómo se desarrolla el tema de la justicia dentro de la obra?
Cameron es un personaje amputado, doblemente, porque el pierde la pierna por esa violencia del pasado, pero después pierde la prótesis en el presente, porque la justicia no funciona de la manera que funciona antes. (...) Cameron juguetea con los bordes de la justicia y sufre al mismo tiempo la persecución de la misma manera que él persiguió a otros.
La dictadura, presente
“Aquí hay personajes que los quise poner en un momento que traen todavía los efectos de la dictadura en el presente. En Argentina eso se ha discutido mucho, pero es algo que todavía está abierto, porque todavía hay víctimas”, dijo el autor.