En 1912 el bioquímico polaco Casimir Funk logró extraer un nutriente de la cáscara de arroz: tenía la hipótesis de que lo que había hallado era una sustancia crucial para la salud, de ahí que la bautizara como vitamina, palabra cuyo origen se encuentra en el latín: “anima vital”.
Aunque hoy sabemos más sobre ellas, como por ejemplo, en dónde se encuentran o la cantidad requerida para el correcto funcionamiento del organismo, aún siguen sorprendiendo a los científicos. Uno de los hallazgos más recientes está relacionado con la vitamina D: al parecer, este nutriente juega un papel clave dentro del envejecimiento.

De acuerdo con el grupo de científicos a cargo del estudio, la suplementación con vitamina D podría ser beneficiosa para ralentizar el desgaste en el ADN, específicamente, de los telómeros localizados en los glóbulos blancos.
Los telómeros son como los “protectores” en los extremos de los cromosomas, y se van acortando por diferentes razones: la edad, fumar, la obesidad o el estrés. Cuando se acortan demasiado, las células envejecen, dejan de dividirse, se vuelven disfuncionales y mueren, lo que a su vez se ve reflejado en la forma en que el cuerpo envejece.
Para confirmar si la vitamina D tenía efectos positivos en este proceso, los investigadores dieron seguimiento a más de 25 mil personas (mujeres mayores de 55 años y hombres mayores de 50) durante 5 años.
A algunos se les proporcionó vitamina D, a otros Omega-3. Un grupo diferente tomó ambos, y otro más recibió un placebo. Del total de participantes se seleccionaron las muestras de 1 mil 031 personas para medir la longitud de los telómeros en los glóbulos blancos al inicio, a los 2 años y a los 4 años.
En comparación con las personas que recibieron el placebo, aquellas que tomaron la suplementación con vitamina D3 presentaron mejoras en el estado de sus telómeros: perdieron menos longitud.
Además, quienes tomaron la vitamina en dosis de 2000 UI/día mostraron telómeros ligeramente más largos (0.035 kb más por año) que el grupo placebo. En cambio, quienes tomaron ácidos grasos omega-3 no mostraron ningún beneficio claro.

¿Los beneficios de la vitamina D?
Descubierta en 1920 por los científicos Edwards Mellanby y Elmer McCollum, esta vitamina se convirtió en la cuarta en ser detectada, de ahí que se le asignará la letra D.
Los doctores se encontraban estudiando las causas del raquitismo, enfermedad que ablanda y debilita los huesos de los niños. Sospechaban que los componentes del aceite de hígado de bacalao podrían ayudar a revertir sus efectos. Los resultados positivos en sus investigaciones los llevaron a detectar la vitamina.
Paralelamente, Harry Steenbock notó que la irradiación ultravioleta de algunos alimentos aumentaba sus propiedades “anti-raquíticas”. Finalmente en 1928, Adolf Windaus fue galardonado con el Premio Nobel de Química al descifrar la estructura química de la vitamina.
Hoy en día sabemos que este nutriente es necesario para absorber el calcio y prevenir la osteoporosis. También que es crucial para la movilidad de los músculos y la correcta conexión entre los nervios y el cerebro además de ser indispensable para mantener al sistema inmune fuerte.
Estudios recientes han acotado que la suplementación con vitamina D redujo la incidencia de enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, el lupus, esclerosis múltiple, artritis y la enfermedad de Crohn.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud estadounidense la cantidad de vitamina D que se requiere a partir de los primeros doce meses de vida y hasta los 70 años es de 15 microgramos. En los adultos mayores de 71 años la demanda incrementa 5 microgramos más.
¿Dónde se encuentra la vitamina D?
Son contados los alimentos que contienen este nutriente de forma natural:
- Hígado y carne de pescado graso como la trucha, el salmón o el atún
- Yema de huevo y queso contiene pequeñas cantidades
- Hongos, especialmente si se exponen a la luz ultravioleta
Dado que la lista es corta, la vitamina D se añade de forma artificial a la leche, bebidas de origen vegetal, cereales para el desayuno, yogures y margarinas.
Sin embargo, puede que la fuente más importante sea el propio cuerpo: cuando la piel está descubierta y se expone al sol, nuestro organismo comienza a producirla.
Hay factores que intervienen en este proceso. El esmog, la edad avanzada y la melanina en la piel pueden reducir la cantidad producida. De acuerdo con Mayo Clinic la hora del día, las estaciones del año e incluso el lugar en el que se vive interfieren en la obtención de la vitamina, por lo que es necesario tomarlo en cuenta para asegurar que el cuerpo está obteniendo las dosis necesarias.
EL DATO¿Qué síntomas podrían indicar falta de vitamina D?
Una manera de saber si estamos recibiendo suficiente vitamina D es un análisis de sangre. Los síntomas que pueden indicar una deficiencia son: fatiga, dolor, cambios de humor, pérdida de cabello, mala cicatrización y padecer infecciones recurrentes.
¿Qué tipos de suplementos hay?
El no obtener suficiente vitamina D tiene repercusiones directas en el cuerpo: los niños presentan problemas de raquitismo, mientras que los adultos sufren dolores en los huesos y debilidad muscular.
Según el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés), las personas que presentan mayores dificultades para obtenerla son:
- Adultos mayores
- Personas que rara vez exponen su piel al sol
- Personas de piel oscura
- Personas con enfermedad celíaca, de Crohn o colitis ulcerosa
- Personas con obesidad o que han tenido una cirugía de derivación gástrica
Las investigaciones también muestran que las personas con niveles bajos de vitamina D presentan mayor riesgo de padecer osteoporosis y deterioro cognitivo, por lo que tienen más dificultades para pensar y aprender.

Los multivitamínicos, así como los suplementos dietéticos que solo contienen este nutriente son una buena opción para quienes no reciben suficiente vitamina D. Algunos ensayos clínicos han encontrado relación entre su consumo y una reducción leve del riesgo de muerte por cáncer, aunque, como aclaran dentro de sus conclusiones, se necesitan más investigaciones para determinar cuál es el papel que cumple en la prevención de esta enfermedad.
El NHS advierte que, consumir demasiados suplementos de forma prolongada puede provocar la acumulación excesiva de calcio, lo que a la larga debilita los huesos y daña el los riñones y el corazón.
“Si decide tomar suplementos de vitamina D, 10 microgramos al día serán suficientes para la mayoría de las personas. No tome más de 100 microgramos (4000 UI) de vitamina D al día, ya que podría ser perjudicial”, explica.
LHM