Los péptidos son cadenas cortas de aminoácidos que pueden ejercer como “ladrillos” para formar proteínas, actuando en procesos biológicos clave como la regeneración celular y la regulación de funciones en la piel.
Ahora, se encuentran en la mira de diversos campos de la investigación, por ejemplo, como herramienta en los tratamientos del cáncer para ayudar a atacar células cancerosas específicas sin dañar las sanas.
Mientras que, en la alimentación, especialmente en la leche, el huevo y la soya, pueden contener propiedades beneficiosas para la salud como reducir la presión arterial y mejorar la función inmunológica.
Uno de estos péptidos es el LL-37, que ha demostrado tener propiedades antimicrobianas y antiirritantes, ya que desempeña un papel fundamental en el sistema inmunitario innato.
Incluso, puede interactuar con moléculas de la pared celular y perforar las membranas citoplasmáticas, provocando la muerte bacteriana.
De acuerdo con la plataforma científica ScienceDirect, es la única molécula antiinfecciosa derivada de la catelicidina encontrada en humanos.

Timosina β₄: un componente regenerativo con propiedades antiinflamatorias
Se trata de una sustancia natural que se encuentra en nuestro cuerpo y que juega un papel importante en la restauración tisular.
Una de sus principales características es que ayuda a las células a moverse y a formar nuevos vasos sanguíneos, lo que puede ser beneficioso para la curación de diversas heridas.
Los ensayos clínicos actuales y proyectados exploran su potencial terapéutico en lesiones dérmicas, corneales y en la reparación del tejido del corazón.

Futuro promisorio para la salud humana
La ciencia prevé que en el futuro, los estudios se centrarán en explorar las propiedades de estos componentes en modelos experimentales.
También se investigarán sus interacciones con el microambiente inflamatorio, lo que podría llevar a un mejor proceso de regulación.
El contexto actual nos muestra que los péptidos están emergiendo como una nueva frontera para el entendimiento humano, lo que los convierte en candidatos prometedores para el desarrollo de nuevos tratamientos.
RRR