El mundo de la ciencia y del conocimiento mexicano está de luto luego de que se diera a conocer la muerte de Julieta Fierro, una de las exponentes más destacadas de la ciencia en nuestro país, a los 77 años de edad.
A lo largo de su vida, Julieta logró vencer obstáculos que la misma carrera le ponía y todas apuntaban a una cuestión de género, en el que se mostraba una indiferencia a la presencia de las mujeres dentro de la ciencia. Aquí repasaremos esa lucha que ganó al darle visibilidad y presencia a las mujeres.
Su lucha por la presencia de mujeres en la ciencia
A la hora de comenzar su carrera dentro de la ciencia, Julieta se enfrentaba a una cuestión muy particular y es que, nunca tuvo una referente con la que ella se pudiera identificar. Ahí entendió que lo que hacía falta eran mujeres dentro de ese mundo asombroso.
"Yo no sabía de ninguna mujer científica, así que dijera, 'yo quiero ser así', y aparentemente eso sí influye. Se necesitan mujeres que platiquen sabroso de la ciencia y que tengan vidas interesantes", dijo en una plática con MILENIO.
Pero la lucha comenzaba desde las cosas más básicas como el tener un baño para mujeres dentro de un observatorio; "Cuando yo empecé en la astronomía, algunas de las astrónomas mayores que yo, no podían ir a los observatorios porque no había baños para mujeres".

Hablar de ciencia es algo que muy pocos hacen porque pensamos que es algo complejísimo. Justo eso era con lo que Julieta quiso acabar durante su carrera. Dejó atrás las visiones machistas de que la mujer se dedicara al hogar y comenzó la travesía.
"Lo que más me gusta hacer es socializar el gusto científico, que los demás se enamoren o que al menos o le tengan miedo a la ciencia. Cuando yo quería ser científica, las mujeres debían estar en su casa, a mí me educó mi mamá a ser ama de casa y yo caí en la trampa".
Julieta Fierro llegó a caer en la "trampa" de la felicidad cuando se casó. Fue en ese momento cuando Julieta pensó que tener una casa bonita la ayudaría a sentirse plena; gran error.
"Cuando me casé pensé que la felicidad del hogar era que la casa estuviera limpia y la comida a tiempo y nunca se me ocurrió pensar que el chiste era ser feliz", dijo.

Finalmente, Fierro siempre fue consciente de lo que se tenía que hacer para tener más mujeres en la ciencia y la manera era acercarla a la gente de una manera diferente.
"Se necesitan más mujeres en cualquier area de conocimiento, en particular la ciencia. Para que haya más se tiene que enseñar bonita la ciencia... a mí me encanta que la astronomía no se enseñe en la escuela porque así no la odian", finalizó.