Ciencia y Salud

Gerardo Herrera Corral, investigador del CERN: “La vía científica como propulsora de paz”

El físico de partículas reflexiona sobre la supersimetría, el papel de la ciencia ante los conflictos actuales y la posibilidad de comprobar la existencia de los multiversos.

De los aceleradores de partículas al internet, la mecánica cuántica se ha ido filtrando a cada rincón del quehacer humano sin que necesariamente se entienda cómo funciona. Se habla de ella como si de magia se tratara: una suerte de poder omnipresente que cambiará la realidad desde el mundo microscópico.

A cien años de su nacimiento y antes de que acabe el año de las Ciencias y las Tecnologías Cuánticas, Gerardo Herrera Corral, investigador asociado en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en Suiza, reflexiona sobre cómo la teoría de la que muchos hablan, pero pocos entienden, sigue desconcertando a los científicos que, como él, persiguen sus secretos.


Hasta ahora su alcance, aparentemente contraintuitiva e inasible, ha comenzado a dar saltos más allá de las partículas, lo que replantea las improbabilidades, entre ellas, una vía de paz en terrenos en los que parece lejana, como plantea el doctor en Física Experimental en entrevista con MILENIO.

¿En qué punto se encuentra la mecánica cuántica respecto a uno de sus debates más polémicos: la idea de que el observador juega un papel crucial en el resultado final?

Hay gente que dice que la mecánica cuántica no nos dice nada de la realidad, que solo nos da una herramienta para extraer información de ella. Hay quienes dicen que el concepto de onda o de partículas no tiene ningún sentido. Hay gente que dice que no entendemos.

Es una gran controversia. Es un área que se llama interpretación de la mecánica cuántica y es muy discutida. Sigue siendo un gran tema porque abre muchos debates sobre el papel del observador. El observador modifica la realidad y es algo que los científicos no podemos permitir.

Entre los físicos hay varias líneas y habrá quienes dicen que no. La línea más conservadora es que no entendemos. Habrá quienes dicen que el observador interviene en la realidad, que es, filosóficamente hablando, muy duro, porque si intervenimos en ella, no podemos entenderla.

Uno de los temas más populares, además del gato de Schörodinger, son los multiversos ¿Qué necesitamos para confirmar su existencia?

La idea fue propuesta en los años cincuenta y ahora es muy popular, pero no tenemos evidencia de que algo así ocurra. Es algo muy difícil, por eso a los físicos no nos gusta la idea de los multiversos: es especulativa, propone algo y no nos dice cómo podemos mostrarlo. Una de las propuestas más cercanas es la de Roger Penrose, Premio Nobel de Física, quien propone algo distinto pero parecido: una cosmología cíclica.

Había un universo anterior que no colapsó, sino que cuando iba reduciendo su tamaño en el espacio de tiempo de un universo anterior, rebotó y luego formó nuestro universo y este colapsó y formó otro. Se trata de una cosmología cíclica y hay maneras experimentales de ver que hay otros universos y que el nuestro proviene de un universo anterior. Ahí sí hay una propuesta experimental: ver la luz que se originó al comienzo del universo y ahí podremos ver patrones y esos patrones nos van a decir si había un universo anterior. Por lo demás, no hay otra forma.

Una de las obsesiones de la mecánica cuántica es la supersimetría. ¿Qué implicaría comprobar esa teoría?

Supersimetría, un concepto central en la física moderna y la física de partículas elementales. Si tú me dices: explíqueme el universo en pocas palabras, yo te describiría el universo diciendo que es simétrico, pero que sus simetrías están ocultas. Hemos visto que esa idea nos explica las cosas.

Hay muchas simetrías en el universo y, de alguna manera, en algún momento se van rompiendo, se van quedando ocultas. Hay simetrías de espacio, en el tiempo. Da lo mismo que vayas hasta el futuro que hacia el pasado, da lo mismo que veas hacia allá, que veas hacia acá, el espacio es simétrico. Las estamos buscando en el Gran Colisionador de Hadrones. Deben existir partículas supersimétricas: para los electrones un superelectrón, para los quarks, superquarks, etcétera. De confirmarlo, sería el gran descubrimiento. Tendríamos una visión unificada de la naturaleza y que las fuerzas y las partículas son la misma cosa. Como diferentes vertientes, diferentes manifestaciones de una sola entidad. A los físicos nos gusta sintetizar. Estamos buscando esa unificación de las cosas.


Más allá de la aplicación de la ciencia, ¿cómo se filtra la labor científica en los conflictos actuales?

La vía científica puede ser propulsora de la paz. El CERN mismo nació como impulsor de la paz tras la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes y los franceses acababan de estar en guerra y no habían pasado más que ocho años después del conflicto cuando los científicos alemanes comenzaron a trabajar con los científicos franceses. El CERN tuvo esa vocación: hacer ciencia para la paz.

En Medio Oriente, hay un proyecto que se instaló después de muchos problemas, un laboratorio llamado SESAME, en el cual el CERN se involucró para donar un acelerador de partículas instalado en el Líbano y que tiene como objetivo juntar a árabes, judíos y palestinos en un laboratorio.

LHM

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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