Ciencia y Salud

Dejar de consumir animales: nutrióloga comparte cómo es ser vegano en todas las etapas de la vida

Según Statista, México es el segundo país con mayor población vegana en porcentaje a su población total, con 9%, sin embargo, quienes eligen esta forma de vida se siguen enfrentando a prejuicios y desinformación.

En un mundo creado para consumir a otros, buscar alternativas puede ser complicado, aunque no siempre imposible. Daniela Ortiz, nutrióloga vegana, lleva una dieta basada en plantas desde hace 10 años. No sólo tuvo un embarazo sino que además, está enseñándole a su hija a excluir, en la medida de lo posible y practicable, toda forma de explotación y crueldad hacia los animales.

Las críticas que recibió al iniciar este camino aún la acompañan, sin embargo, aprendió que era mejor ignorarlas. Su decisión la orilló a abandonar espacios y crear otros, entre ellos, sus redes sociales, en donde comparte contenido de divulgación para hacer frente a la información falsa.

Veganismo, va más allá de no comer carne

“Las dietas vegetariana y vegana me destruyeron la vida”, dice una mujer en Tik Tok con más de 500 mil seguidores. En su cuenta comparte información que, si bien es celebrada por miles, también despierta preocupación entre especialistas que cuestionan la veracidad de lo que dice.

Existen diversos mitos alrededor del veganismo, que, para comenzar, no es una dieta. La palabra como tal surgió en la década de 1940, Donald Watson, “nacido en el seno de una familia carnívora” y originario de Mexborough, un pueblo minero en Yorkshire del Sur, ubicado en Inglaterra, adoptó la palabra para definir a quienes buscaban acabar con el daño deliberado a los animales.

Según Statista, México es el segundo país con mayor población vegana en porcentaje a su población total, con 9%, sin embargo, quienes eligen esta forma de vida.
La nutrióloga llevo un embarazo saludable siendo vegana | IG: daniela.nutrivegan

Cinco años después el veganismo obtuvo su primera definición formal, sin embargo, con el tiempo ha crecido y mutado hasta llegar a la que The Vegan Society utiliza hoy día:

“El veganismo es una filosofía y un estilo de vida que busca excluir, en la medida de lo posible y practicable, toda forma de explotación y crueldad hacia los animales para su alimentación, vestimenta o cualquier otro fin (...)”

Esto también contempla el impulsar la creación y el uso de opciones que no incluyan productos de origen animal con el propósito de ayudar al planeta y a las diferentes especies que habitan en él.

Aunque implica no consumir ningún alimento que provenga total o parcialmente de los animales, el veganismo es una elección constante en diversos ámbitos de la vida, ya sea el maquillaje, los zapatos o los lugares que se visitan.

El dato

¿Qué requiere una dieta vegana bien planificada?

De acuerdo con la Universidad de Harvard, para asegurar un buen equilibrio de nutrientes es clave prestar atención a:

- Proteína: tofu, lentejas, frijoles, seitán, frutos secos, semillas y productos de soya.

 - Grasas saludables: aguacate, semillas de chía y lino, nueces, aceites vegetales ricos en omega-3. 

 - Calcio: tofu, coles cocidas, jugos y leches vegetales fortificadas.

 - Vitamina B12: sólo se obtiene de alimentos fortificados o suplementos.

 - Yodo: sal yodada o algas marinas. 

Estos elementos se suman al consumo general de frutas, verduras y cereales.


Veganismo: una opción para todas las etapas de la vida

Daniela no recuerda la edad exacta, pero en su memoria están los trozos de carne: pedazos de cuerpo a los que les retiraban una 'capita' de sangre. Desde ahí decidió que no quería cocinar algo como eso nunca.

Sus papás no le permitieron cambiar la dieta, “Tienes que nutrirte bien”, le decían. Fue entonces cuando comenzó su rebelión, ocultando la carne de su plato. Cuanto considero que tenía la edad suficiente (17 años), se hizo vegetariana. Por un tiempo se sintió satisfecha, hasta que un día su tía le recomendó a una creadora de contenido que, según dijo, era vegana: era la primera vez que Dani escuchaba algo como eso.


Acompañada de documentales y un montón de consultas para averiguar qué productos eran aptos, inició la transición, que no estuvo exenta de tropiezos. Todavía no era nutrióloga, no sabía nada de etiquetas ni de suplementos, además, había muchas menos opciones veganas de las que existe ahora.

Su  proceso, coincidió con su elección de carrera profesional. Cómo no sabía que estudiar, se tomó un año para pensarlo y aprovechó para informarse de todo cuanto pudo. En ese mismo periodo vivió su etapa de vegana enojada, de vegana recién nacida.

Mientras ella peleaba contra todos, el mundo la desafiaba con preguntas: "Qué estás comiendo?”,”¿Estás recibiendo suficientes nutrientes?”, “¿De dónde vas a sacar la proteína"

En respuesta, comenzó a hacer más actividad física: ”Voy a ser una vegana fuerte para que me vean y digan, los veganos no son débiles y no están enfermos”, cuenta Dani sin evitar reír.

En sus discusiones de repente surgían acérrimos defensores de las plantas y grupos de personas temerosas por la crisis que podría desatar la falta de consumo de vacas. Ideas sin argumentos con las que la nutrióloga sigue lidiando.

Ingresó a la carrera de nutrición al año siguiente con el objetivo de especializarse en alimentación basada en plantas, lo que sumó nuevas críticas en su círculo cercano, había desde quienes le aseguraban que no iba a tener pacientes, hasta los que juzgaban el sabor de comida que nunca habían probado.


A pesar de que evitó compartir su postura en la universidad, los profesores se terminaron enterando, en una ocasión faltó a una clase en la que iban a trabajar con el corazón de un cerdo, el profesor preguntó por ella y alguien le dijo “Es que es vegana”. A partir de ese momento comenzaron los comentarios en su contra.

Dejando de lado esta experiencia, los demás docentes respetaron su estilo de vida. Una profesora incluso añadió temas relacionados con alimentación de basada en plantas mientras que otro profesor, quien además era vegetariano, le enseñó a diferenciar las fuentes confiables de las que no lo eran: “Hay muchos artículos que defienden la carne, pero son financiados por la misma industria, lo mismo con los lácteos”, agrega.

Años más tarde, toda la información que obtuvo durante su carrera, junto con los diplomados y cursos que tomó posteriormente, le permitieron hacer más llevadero su embarazo: por un lado, sabía lo que su cuerpo requeriría, antes, durante y después de tener a su bebé, por el otro, las citas con los médicos eran mucho más fáciles.

“Cuando fue con mi primer cita con el ginecólogo y le comenté que era vegana me dijo “Hay que checar...”. Cuando le dije que era nutrióloga se calmó bastante, hubo más apertura”

Ahora que es madre de una niña de un año, ocurrió algo similar con la pediatra, quien no tomó muy bien la noticia de que la bebé crecería con una alimentación a base de plantas. Después de que Dani le explicó que se había especializado en este ámbito, la doctora se quedó tranquila.

Más allá de los prejuicios, la Academia de Nutrición y Dietética asegura que las dietas vegetarianas y veganas planeadas correctamente cumplen con los nutrientes necesarios y además pueden ayudar a prevenir o tratar algunas enfermedades.

En un posicionamiento publicado en 2009, la institución asegura además que estas dietas son seguras y adecuadas para todas las etapas de la vida: desde el embarazo y la lactancia, hasta la infancia, adolescencia y adultez.

Según Statista, México es el segundo país con mayor población vegana en porcentaje a su población total, con 9%, sin embargo, quienes eligen esta forma de vida.
Algunos suplementos son necesarios para una dieta a base de plantas, sin embargo, es un mito que se requieran demasiados | Especial

Además, varios estudios en los que se incluyeron a más de 300 mil personas encontraron que quienes llevaban una alimentación basada en plantas —comiendo sobre todo granos enteros, legumbres, nueces, verduras y frutas, y evitando o reduciendo carne, lácteos y huevos— tenían 23% menos riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Otra investigación de casi 8 años en la que participaron más de 26 mil hombres encontró que la dieta vegana reduce el riesgo de tener cáncer de próstata hasta en un 35%.

Sin embargo, la nutrióloga hace énfasis en algo: dejar los alimentos de origen animal no es necesariamente sinónimo de ser saludable. No es raro escuchar casos de personas que supuestamente enfermaron después de iniciar con una dieta a base de plantas.

La culpa no radica en el régimen alimenticio, sino, en la falta de documentación y la desinformación.

“No es por ser vegano o por no ser vegano, es por no llevar una dieta balanceada, al igual que en cualquier otro tipo de dieta”, reitera la especialista.

De hecho, los problemas nutricionales no son exclusivos de quienes siguen una alimentación basada en plantas mal planeada: la Secretaría de Salud, en México, el 12% de la población mexicana presenta insuficiencia nutricional, anemia, déficit proteico y desbalances de micronutrientes, lo que evidencia que una mala nutrición puede surgir bajo cualquier en diferentes patrones alimentarios si no se cubren adecuadamente las necesidades del cuerpo. 

Según Statista, México es el segundo país con mayor población vegana en porcentaje a su población total, con 9%, sin embargo, quienes eligen esta forma de vida.
Una dieta a base de plantas es posible durante la infancia siempre y cuando se lleve de forma responsable y equilibrada | IG: daniela.nutri


¿Alimentación a base de plantas o veganismo?

¿Por qué ser vegano? Puede que sea la pregunta más importante durante el proceso, pues la respuesta se convierte en la motivación durante la transición, que, como cualquier primer paso, puede resultar desafiante.

“De pronto por eso existen las personas que decían ser veganas y que dejan de serlo. Tal vez no tenían el enfoque muy claro. Siento que una persona que es vegana nunca deja de serlo porque no se nos quita este chip. Cuando alguien deja de hacerlo, vamos a suponer que llevaba, más que nada, una alimentación a base de plantas y no alcanzó a hacer esta conexión con los animales o con el respeto hacia la vida de los animales”, explica la especialista.

Respecto a la pregunta de si cualquier persona puede ser vegana, la respuesta corta sería sí, sin embargo, hay casos muy particulares que no pueden seguir dietas a base de plantas debido a condiciones médicas, no obstante, y cómo señala la nutrióloga, es muy raro que ocurran.

Según Statista, México es el segundo país con mayor población vegana en porcentaje a su población total, con 9%, sin embargo, quienes eligen esta forma de vida.
La alimentación basada en plantas puede ser rica, variada y beneficiosa | Especial

El debate sobre el veganismo

Daniela cuida las canciones que su hija escucha, no quiere que crea que los animales están para servirle.

“Hay algunas que de repente dicen ‘la vaca nos da leche’, cuido el contenido que está escuchando para que eso no empiece a crear esa conexión de que la vaca debe de dar algo o que los animales están aquí para darnos algo”

Como el resto de los padres, ha decidido con qué valores quiere que crezca. Le enseña que tiene que ser cuidadosa al acariciar al cuyo de los abuelos y al gato que pasea por la casa, quiere asegurarse de que sepa que los animales también sienten, así como ella.

Cuando crezca dejará que escoja que es lo que desea comer. Le dolerá si decide que el veganismo no es para ella, pero duda que eso ocurra, por ahora la pequeña ama los frijoles, el humus y los nopales.

Tanto el esposo, como los padres de Daniela dejaron de comer carne y apoyan la forma de crianza. Esto ha sido clave durante todo el proceso, pues considera que la presión social es un factor determinante durante una transición.

A la semana gasta en despensa alrededor de 500 pesos en alimentos básicos: legumbres, cereales, frutos secos, semillas, frutas y leche. En caso de un antojo, la cantidad puede variar, sin embargo, y como asegura, no es caro, contrario a lo que muchas personas creen, todo depende de la elección de la comida. Además, los únicos suplementos que se requieren son las vitaminas B12, D y en algunas ocasiones Omega 3

No obstante, Daniela es consciente de que el veganismo es una decisión, siempre y cuando, sea posible y sostenible. Elegir también puede ser un privilegio y cómo reflexiona la escritora Mikaela Drullard, hay realidades en las que, tanto animales humanos como no humanos, son explotados y sacrificados.  

LHM


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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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