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¿No existió La Pascualita? Ésta es la verdadera historia detrás del misterio de casi 100 años en Chihuahua

En las vísperas de Día de Muertos, La Pascualita se reafirma como el ícono que une la tragedia, el amor eterno y el escalofrío en el corazón de México.

El aire de la Calle Victoria huele a pan de muerto, a incienso y a las flores de cempasúchil que las familias apuran para las ofrendas, pero hay un rincón en el centro histórico de Chihuahua donde la muerte no es un recuerdo; es una presencia vestida de encaje, inmóvil en un escaparate desde hace casi un siglo.

Ella es La Pascualita, la "novia más hermosa de Chihuahua", y su leyenda, más que nunca, cobra vida en estas fechas cercanas al Día de Muertos en donde México se convierte en el sitio donde los 'Fieles Difuntos caminan entre los vivos'.

¿Cuál es la historia de la Pascualita?

Todo comenzó en marzo de 1930. La tienda de vestidos de novia, "La Popular", propiedad de la señora Pascuala Esparza, recibió un nuevo maniquí. No era un maniquí común. Sus ojos de cristal, sus pestañas postizas, y, sobre todo, la extraordinaria delicadeza de sus manos, con uñas que parecían haber sido manicuradas apenas ayer, lo hacían ver inquietantemente real.

Pronto, los murmullos recorrieron la ciudad como el viento del desierto. La figura se parecía demasiado a la hija de Doña Pascuala, una joven que había muerto trágicamente el día de su boda, supuestamente por la picadura fulminante de un alacrán escondido en su corona.

La versión se instaló en la conciencia popular y se transmitió en voz baja: Doña Pascuala, incapaz de superar el dolor, había embalsamado el cuerpo de su hija para exhibirlo y así cumplir la promesa de verla eternamente vestida de novia.

La dueña nunca desmintió el rumor. Esta ambigüedad fue el anzuelo que inmortalizó a La Pascualita. A diferencia de cualquier otro maniquí en el mundo, La Pascualita es tratada con un respeto casi reverencial.

Solamente personal de máxima confianza, y a veces la propia familia de la dueña, se encarga de cambiarle el vestido detrás de cortinas cerradas. Los empleados que han participado en el ritual aseguran haber visto venas en sus piernas y vello fino en su piel, detalles anatómicos imposibles para la tecnología de maniquíes de la época.

Los chihuahuenses aseguran que sus ojos te siguen mientras caminas frente a la vitrina. Hay taxistas que juran haberla visto mover sus manos o cambiar de posición al caer la noche, cuando las luces de la calle son el único testigo.

La bendición de la "novia eterna"

Lejos de inspirar solo terror, La Pascualita se ha convertido en una figura de culto. Para muchas futuras esposas en Chihuahua y el norte de México, ver a la "novia eterna" no es un mal augurio, sino un amuleto de suerte.

Las novias buscan comprar un vestido que haya sido exhibido en el cuerpo de La Pascualita, pues existe la creencia de que esto asegura un matrimonio dichoso y duradero. Algunas incluso le dejan pequeños regalos, flores o notas a sus pies, pidiendo su bendición.

Hoy, mientras el olor a incienso purifica las calles, La Pascualita -con un vestido inmaculado- es la personificación del luto perpetuo de una madre y el recuerdo de una vida truncada. Es el reflejo más hermoso y escalofriante de que, en México, la muerte solo es el comienzo de una gran historia.


KVS


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Karla Vázquez
  • Karla Vázquez
  • karla.vazquez@milenio.com
  • Coordinadora de la Unidad de Tráfico en Milenio digital. Periodista con interés por temas de política, policiaco, farándula, internacional, tendencias y virales. Fan de la música, diversidad cultural, arte, animalitos y el feminismo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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