La última petición de una niña con cáncer antes de morir fue tan sencilla como conmovedora: deseó que todos sus juguetes fueran donados a la ludoteca del hospital donde recibía tratamiento, el único lugar donde, decía, podía sentirse realmente feliz.
Alejandra Aburto de Robledo, presidenta honoraria del Voluntariado IMSS, compartió que, días después, su padre volvió al hospital con bolsas llenas de muñecas, carritos y peluches para cumplir el deseo de su hija, un gesto que contó con el apoyo del Voluntariado IMSS en uno de los momentos más dolorosos y, al mismo tiempo, más llenos de amor.
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En entrevista para TELEDIARIO con Ana Laura Alanís y Liliana Sosa, Aburto de Robledo reconoció que historias como ésta “te marcan y se quedan contigo para siempre”.
“Los agradecimientos, las bendiciones de las familias, son nuestra verdadera paga”, dijo con motivo del Día Internacional del Voluntariado, que se conmemora este 5 de diciembre.
La labor de acompañamiento hospitalario deja huella profunda en cada persona que se suma al programa, comentó Aburto de Robledo.
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Entrevista
Alejandra Aburto destaca programas del Voluntariado IMSS y apoyo a familias de pacientes.
¿Cuál es la tarea del Voluntariado del IMSS?
El Voluntariado IMSS, con 58 años de existencia como asociación civil formalmente organizada, integra actualmente a más de dos mil personas en todo el país, la mayoría mujeres adultas mayores que dedican parte de su tiempo a apoyar a pacientes y familiares, explico la madre de Zoé Robledo, director general del IMSS.
Su objetivo central, abundó, es fortalecer la atención emocional y social durante la hospitalización, particularmente en procesos prolongados como tratamientos oncológicos, cirugías complejas y enfermedades crónicas.
Entre las actividades que realizan se encuentra el programa Soy Rosa IMSS, enfocado en la prevención y detección del cáncer de mama; el apoyo de El Cafecito, mediante el cual se entregan alimentos calientes y refrigerios a familiares que esperan durante horas a las afueras de quirófanos o áreas de hospitalización.
También se encuentran las ludotecas hospitalarias, espacios adaptados para lectura, juego y cuentacuentos dirigidos a niñas y niños, así como a sus cuidadores; los talleres de manualidades para pacientes y familiares como una forma de expresión y distracción terapéutica.
Y el Bazar de Ringo, un sistema permanente de recaudación de fondos destinado a cubrir necesidades directas de pacientes, como la compra de sillas de ruedas, bastones, aparatos ortopédicos y otros apoyos.
Una de las tareas más sensibles, agregó Aburto de Robledo, es la elaboración artesanal de prótesis de mama para mujeres que han sido mastectomizadas, actividad realizada directamente por las voluntarias con el objetivo de favorecer la recuperación física y emocional de las pacientes, ayudándolas en su postura corporal y en la reconstrucción de la imagen personal tras el procedimiento quirúrgico.
A ello se suma el acompañamiento hospitalario que implica permanecer junto a pacientes que, en muchos casos, se encuentran solos o sin una red familiar cercana.
La presidenta honoraria subrayó que el voluntariado requiere preparación.
“No es que cualquiera llegue y entre directo a un hospital. Hay capacitación previa, procesos de inducción, entrevistas y actualización constante.
“Tenemos conferencias mensuales a nivel nacional para mejorar nuestras habilidades, porque estar con niños terminales, con personas en estado muy delicado, es muy fuerte y se necesita fortaleza emocional para ayudar, no para lastimar más”, explicó.
Voluntariado IMSS, una forma de compañía y apoyo
Verónica Cisneros del Pech, voluntaria del IMSS, compartió el impacto de convivir con niñas y niños hospitalizados.
“Muchas voluntarias creen que no pueden trabajar con pequeños porque es muy difícil verlos enfermos, pero cuando te regalan una sonrisa, cuando los ves escuchar cuentos o reír mientras juegan en la ludoteca, entiendes que ellos viven la enfermedad de una forma diferente. Eso te cambia la vida”, relató.
Cisneros del Pech contó que decidió integrarse al voluntariado después de superar un diagnóstico de cáncer en 2020.
“Cuando pasas por una enfermedad lo primero que tienes es incertidumbre. Yo quise devolver algo de todo lo que recibí. Estudié tanatología y comencé a acompañar pacientes en oncología. Poder sentarte con ellos, escucharlos, hablar también con los familiares que a veces están más angustiados que el propio enfermo, es algo maravilloso y muy sanador”, explicó.
Cada jornada, ya sea en el acompañamiento, en El Cafecito o en la elaboración de prótesis, confirma que el voluntariado se convierte para muchas en una verdadera misión de vida, aseveró.
Por su parte, Norma Hernández Valdez, voluntaria del IMSS, señaló que el acompañamiento hospitalario implica enfrentarse a historias profundamente complejas.
“Nos confían vivencias muy duras, personas que están en etapa terminal o que cargan culpas y arrepentimientos. A veces uno no sabe cómo responder, pero solamente escuchar ya es parte de ayudar”, comentó.
Subrayó que el contraste emocional es constante:
“Ves sufrimiento, pero al mismo tiempo presencias un enorme amor de las familias y del personal del instituto, y eso de alguna manera te sostiene”.
Hernández Valdez, jubilada del IMSS, explicó que su decisión de sumarse al programa es una forma de gratitud hacia la institución.
“Recibí mucho del instituto y ahora puedo regresar algo de lo que me dio. Todos podemos regalar un poco de nuestro tiempo para beneficiar a otros, no se necesita más que voluntad y compromiso”, puntualizó.
Alejandra Aburto de Robledo convocó a la ciudadanía a integrarse a esta red de apoyo solidario.
Señaló que los requisitos incluyen ser mayor de edad, contar con disponibilidad mínima de tres horas a la semana de lunes a viernes, cumplir con el proceso de inducción, entrevista y capacitación en campo, y disponer de cobertura de servicios médicos.
El perfil deseable busca personas con facilidad de trato, capacidad para el trabajo en equipo, compromiso con la causa social, organización, respeto, discreción, empatía, trato cálido y conducta asertiva.
Las personas interesadas pueden acercarse a través de las redes sociales oficiales del Voluntariado IMSS o consultar directamente el sitio www.voluntariadoimss.org.mx.
Ahí, se ofrece información completa sobre los programas activos, los procedimientos de registro y las distintas formas de colaboración para sumarse a esta labor de acompañamiento que día a día transforma la experiencia hospitalaria de miles de pacientes y familias en todo el país.
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