El ex dirigente nacional tricolor, César Camacho Quiroz consideró que en las elecciones de este año, el Estado de México es el plato más apetecible y en la víspera del aniversario 94 del PRI, indicó que su partido llega con la sonda en la mano, al tiempo que echó de menos que su dirigencia no convoque a los liderazgos de "peso específico" que no solo tienen mucho que decir, sino mucho que dar.
En ese sentido, incluyó a los gobernadores priistas que perdieron sus estados, pues son militantes que conocen como nadie sus entidades y que pueden sumar mucho en estrategia a un partido que tiene la estructura territorial más importante del país.
-¿Cómo llega el PRI a un nuevo aniversario?
-El partido ha sido una organización capaz, no solo de adaptarse a los tiempos que corren, sino de anticiparse a los mismos y de su capacidad para hacerlo con éxito, con acierto, ha dependido también el resultado de las elecciones en las que ha participado. Diría Tata Panchito, un gran político zacatecano del siglo XIX, con la sonda en la mano saber qué es lo que está reclamando la sociedad.

El partido está llegando así a un nuevo aniversario, con la sonda en la mano, hago votos porque la tenga firme, esa sonda y pueda advertir, percibir, captar, cuál es efectivamente la inquietud del ciudadano social para sintonizarse con ella.
-En esta capacidad de anticipó, ¿Advirtieron las derrotas de 2018 y las subsecuentes?
-Advertíamos que 2018 iba a ser una elección muy reñida, muy competida, y cada quien desde el sitial en el que estaba hizo lo que le correspondía.
Se percibía una elección muy compleja para nosotros cuesta arriba y algo que entonces nunca previmos: hacer alianza con partidos de cierto rango, de cierto desempeño electoral, que pues quizás si lo hubiéramos empezado desde entonces a lo mejor el resultado hubiera sido otro.
-Tras la derrota de 2018, ¿Por qué no hubo reorganización como en 2000 y 2006?
-Primero Andrés Manuel recién convertido en Presidente fue en ese momento todavía más poderoso, más fuerte que como candidato.
En el inicio de la gestión fue muy vigoroso, casi diría avasallador, claro, entonces diríamos la contraparte.
El partido entró en un proceso interno de renovación de dirigencia a partir de allí, proceso del que surgió justamente la actual dirigencia nacional.
Entonces bueno su reto fue y es lograr la unidad del interior. Entonces creo que el PRI hoy mismo tiene ese reto: sumar, sumar y seguir sumando y eso pasa primero por respetar, habemos muchos que quizás hemos tenido oportunidades de elección popular o de administración pública suficientes, como para no tener ningún atavismo, o no tener una fijación respecto de una posición esperada, pero si queremos dar y yo suelo decir que habemos muchos a quienes ya nos pagaron por adelantarlo.

En consecuencia, ahí está, ahí están. Ahí estamos y bueno en la manera de pedir está el dar.
-¿Ya se perdieron esos liderazgos?
-Creo sí falta, porque en un tiempo en el que no nos sobra capital político, no nos sobra, todo este capital esté suma en política también, echando mano de otro sentido figurado, todos los votos cuentan, o todas las voluntades cuentan, pero hay unas que pesan más que otras, en consecuencia, siendo cualquiera de nosotros un militante, porque así nos asumimos, ¿cuál es la mayor categoría que te enorgullece que estás muy satisfecho?
Ser militante, porque la dirigencia o la representación popular van y vienen, son efímeras, pero la de militante comprometido es la categoría más enorgullecedora.
Creo a pie juntillas, que todos necesitamos un guiño, todos porque esto es una actividad profundamente humana, pues un trato considerado, no que te apapachen diríamos de más, un trato considerado, un trato respetuoso, un trato amable, una convocatoria oportuna, correcta y ahí estamos.
¿Qué se dejó de hacer para perder tantos estados?
-Los resultados son producto de un sinnúmero de factores diría que hay que hacer la autopsia, hay que ver qué pasó, pero no hay que quedarse ahí.
Aún los ex gobernadores que no le entregaron la administración a un correligionario mucho tienen que aportar.
Son un activo solo el conocimiento profundo que tienen de sus estados de la geografía física y de la geografía humana son vitales.
-¿La elección en su estado es La Última Llamada para el PRI?
-El Estado de México, primero, es el plato políticamente más apetecible para los políticos, los partidos, para quien nos dedicamos a la vida pública.
Creo que será una contienda muy apretada, muy estrecha, me da mucho gusto que haya de entrada dos mujeres en la contienda, esto significa que va a haber una gobernadora en el Estado de México por primera vez.
Veo a Alejandra del Moral muy bien. No solo es una mujer joven, trabajadora, está más que acreditado su conocimiento del Estado de México, no sólo en sus tareas partidarias, sino en la administración pública.
Es una política apasionada, de una gran vocación de servicio. Está encabezando la candidatura de varios partidos políticos.

-¿Suma la propuesta de que puedan ser el primer gobierno de coalición?
-Es un factor central, ha habido intentos fácticos de gobiernos de coalición y, digo fácticos, porque el Presidente o un gobernador tiene el derecho a nombrar y remover libremente, dice la Constitución, a sus colaboradores, entonces bueno como signo de buena fe.
Pero un gobierno de coalición con, ahora sí que con todas las de la ley, se va a inaugurar en el Estado de México, primero porque se expidió una ley ahora sí no, no solo se queda en la expresión de una voluntad política, sin una ley que establece las bases para un gobierno de coalición, entonces, el preludio del gobierno de coalición es la base para construir esta alianza, esta coalición electoral este es el primer paso.
No el gobierno de un gobierno de un partido, sino un gobierno que se nutra con esos denominadores comunes de los partidos, pero mucho más que haga suyos los planteamientos, las necesidades, las dolencias de una ciudadanía ávida de ser escuchada.
-¿El PRI seguirá gobernando el Estado de México?
-El Estado de México lo va a gobernar una coalición. Lo va a gobernar una serie de partidos, pero más aún lo va a gobernar una ciudadanía, que se debe sentir representada que se debe sentir atendida que, de cara a las elecciones tiene que sentirse esperanzada y una vez que inicia el gobierno debe cambiar su actitud por la esperanza fundada por la posibilidad real cercana de inaugurar un gobierno con una gran sensibilidad, que las mujeres en mi experiencia personal, familiar siempre le dotan esa sensibilidad social ese compromiso con las causas más nobles más difíciles más olvidadas.

HCM